Es inevitable que en una boda el vestido de la novia sea el centro de atención, sin embargo, la vestimenta del novio también requiere protagonismo, al fin y al cabo, una boda es cosa de dos. Ser un novio perfecto, en cuestión de estilo, es posible
VALÈNCIA. Quizás las reglas están para saltárselas pero el protocolo se inventó para cumplirlo. Si han optado por una boda tradicional aténganse a las consecuencias de pasar por el aro de convencionalismos llamados traje, corbata, chaqué, zapatos etc. Si nada de esto les va, tengan una sincera conversación con su pareja antes de acabar disfrazado en una boda que no es lo que quieren. Principalmente, antes de acabar disfrazado y que el protocolo y usted exploten salpicando a novia e invitados. Ahórrenos la masacre. Los novios más informales que no quieran ceñirse al protocolo pueden elegir casarse en el campo, la playa o en Las Vegas, si me apuran. El resto, tomen nota para no cometer los siguientes errores.
-Traje o chaqué, esa es la cuestión. El chaqué, si queremos ser ortodoxos -y queremos-, es una prenda para bodas que se celebren por la mañana, a pesar de que su uso se ha extendido también a las de tarde. Si es en un tono gris tirando a claro no hay discusión y se reserva exclusivamente para la mañana. Eviten elegir chaqué si son bajitos, demasiado gruesos y es de alquiler. La combinación de los tres factores es, desgraciadamente, muy frecuente y se debe evitar a toda costa. La mayor longitud de la chaqueta por detrás y el ancho de la pernera pueden convertirlo en un pingüino en el día más importante de su vida. Si ya tienen uno, pruébenselo unas semanas antes, los años pasan y los kilos pesan.
El traje, eligiendo bien, siempre es una buena opción. En bodas de mañana el más apropiado es el traje de color azul marino y gris marengo, ya sea liso o de raya diplomática. Por la tarde, en cambio se evitarán los trajes de rayas pudiendo elegir además el negro como opción. Guarden y olviden el traje beige.
-El largo y ancho del pantalón. El "efecto acordeón" o "entortillamiento de pantalón", no se debe permitir. El largo del pantalón debe ir justo a la altura del comienzo de la suela del zapato, la tendencia actual es acortarlo un poco más estando a la altura del comienzo zapato pero cuidado no se pase de moderno y lo acorte demasiado. Los tobillos al aire déjelos mejor para los hipsters o ir de cañas por Ruzafa. El ancho de la pernera tampoco se debe descuidar, ni muy anchos que parezcan bombachos ni excesivamente estrechos.
-Brillos no, gracias. Desgraciadamente en el mundo de la moda nupcial para caballeros están muy extendidos los tejidos con brillo e, incluso, ligeramente tornasolados. Trajes azul eléctrico, negros brillantes y grises más relucientes que una perla de Tahití. Rotundamente no. No hay excusa ni perdón. Lo único que debe brillar ese día son sus ojos al mirar a su futura mujer y nunca su traje. El consejo es extensible a los complementos, claro.
-Corbatas, pajaritas y chalecos. No se dejen llevar por la extraña tendencia entre algunos novios de ponerse esa especie de pañuelo arrugado cogido con una aguja que algunas personas llaman "corbata nupcial o de época". Yo prefiero llamarlas "corbata churro". Las pajaritas las dejaremos para el frac y el smoking -a ser posible sin el nudo ya hecho de fábrica-. El chaleco se debe llevar siempre con el chaqué y, si se quiere, con el traje.
-La camisa La camisa debe ser invariablemente blanca. Inaceptables los tonos malvas, vainilla y rosa, por muy claros que sean. Blanca, así de sencillo. El cuello de la camisa se debe poder abotonar sin asfixiar al novio ni que sobre tanto espacio que entre su cuello y la camisa quepa una barra de pan. Puño doble para gemelos si lleva chaqué, elección libre si se lleva traje.
-¡Puños fuera! Los puños de la camisa deben quedar ajustados y sobresalir dos centímetros del puño de la chaqueta. Eso es así.
-Los zapatos. Siempre negros, de piel y con cordones si se lleva chaqué. Se pueden llevar con hebilla si lleva traje. Olvídense de fantasías, nada de puntas afiladas, tacón cubano ni mocasines. Los modelos clásicos como los derby o monkstrap son la mejor opción. Se llevan con calcetines del mismo color del traje o un tono más oscuro.
-Más que ropa Ojo, de nada servirá que vaya bien vestido un novio si pasada la ceremonia decide prescindir de la chaqueta durante la comida o cena y quitarse la corbata. No hablemos ya de si la corbata avanzada la fiesta se convierte en bandana.
Ser un novio perfecto, en lo que a estilo se refiere, es posible. La oferta de trajes y chaqués de confección industrial es muy amplia tanto como el rango de precios. Desde los que venden en las cadenas de moda 'low cost' a los de las grandes firmas de moda, todos ellos pueden ajustarse, aunque de forma limitada, a la silueta de cada uno. Muchos novios optan por alquilar el chaqué ya que es una prenda de uso menos frecuente que el traje. Sin embargo, al igual que las novias encargan sus vestidos y los personalizan al máximo, cada vez son más los novios que para un día tan especial deciden confeccionarse su traje o chaqué a medida. El 'hecho a medida' o 'made to mesure' para los anglófilos, es garantía de éxito por lo personalizable y porque se ajusta a la perfección a las medidas del cliente. Una opción que gana adeptos en una época en la que, curiosamente, el oficio de sastre vive uno de sus peores momentos. Muchas firmas de confección industrial y tiendas multimarca ofrecen también un servicio de sastrería para satisfacer a los clientes más exigentes y a aquellos que por su físico lo requieran. Un buen ejemplo de ello es la tienda especializada en moda masculina Hannover en Valencia que, aunque lleva años vistiendo a sus clientes con trajes impecables, estrena una zona especializada en novios.
Situada en su primera planta cuenta con una selección exquisita: los trajes, chaqués y chalecos se confeccionan a medida en Italia en los talleres de la firma Canali -próximamente también tendrán la británica Hackett-, las camisas corren a cargo de Alessandro Gherardi. En ambos casos se puede elegir entre una gran variedad de tejidos y colores. Los zapatos los firma Alden y Crockett&Jones. En cuanto a corbatas y pajaritas las posibilidades son inmensas y solamente hará falta seguir dejándose aconsejar por sus expertos dependientes. Cualquier hombre que piense en casarse puede salir de Hannover convertido de los pies a la cabeza en un novio perfecto.
Hannover sigue la tendencia cada vez más en auge en moda nupcial para hombre: una cuidada selección de marcas, confección a medida y un espacio amplio y de ambiente relajado para poder elegir y probarse.