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análisis

Un dólar estadounidense cada vez más fuerte

La marcha emprendida por el 'billete verde' tras la victoria de Trump contrasta con las divisas europeas perjudicadas por tipos de interés ultralaxos y crecimientos lentos, según el director de Riesgos de Ebury

15/11/2016 - 

MADRID. La victoria de Trump en las elecciones presidenciales en EE UU eclipsó el resto de noticias y actualidad económica y política de la semana pasada. A medida que el recuento de votos de los estados bisagra daba cada vez como más posible la victoria republicana, la reacción de los mercados fue abrumadoramente negativa. El mercado de futuros también vió una caída acusada, así como el dólar americano respecto a las divisas europeas.

No obstante, a primera hora del miércoles, los mercados financieros volvieron a revisar el impacto de la presidencia de Trump y cambiaron de parecer. Tanto las bolsas como el dólar se estabilizaron en un primer momento, para subir posteriormente a partir de las posiciones del martes y terminar la semana con una sólida subida.

En el caso del dólar, se produjo el rally semanal más pronunciado desde la crisis financiera de 2008-2009. Únicamente la libra esterlina consiguió cotizar al alza respecto al dólar americano.


Las pérdidas respecto al dólar americano fueron especialmente duras para las monedas de mercados emergentes. Las más líquidas perdieron más de un 5% semanal. No supuso gran sorpresa ver que el castigo más fuerte lo recibía el peso mexicano, que cayó más de un 10%.

El cambio de perspectiva del mercado respecto a las elecciones en Estados Unidos se debió principalmente a las expectativas de un paquete de estímulos fiscales, derivado de las promesas de Donald Trump de recortes de impuestos y mayores inversiones en infraestructuras. Este paquete de incentivos adicional llega en un momento en el que se están consolidando los ingresos de los americanos y la inflación comienza a repuntar. 

Más leña al fuego

El vicepresidente de la Fed, Stanley Fischer, añadió leña a la subida del dólar, al hacer pública un agresiva declaración el viernes. Lo hizo al sugerir que la victoria de Trump no suponía un cambio sustancial en la postura de la Fed sobre subida de tipos de interés, lo cual elevó las expectativas del mercado de una posibilidad de subida de los tipos en diciembre a casi un 90%.

Reafirmamos con solidez nuestras expectativas de un dólar más fuerte respecto a las divisas pares del G10. La combinación de un crecimiento más fuerte, impulsado por una inyección significante de estímulos fiscales en una economía que goza, casi, de pleno empleo, unido a tipos de interés más elevados, es habitualmente un imán irresistible para los flujos de cartera y una señal de crecimiento muy clara para una divisa. Esto es especialmente cierto en particular respecto a las divisas europeas que se encuentran exactamente en la situación opuesta, perjudicadas por tipos ultra-reducidos y crecimientos lentos.

Las perspectivas son menos claras. Por un lado, el incremento de rendimiento de los bonos americanos suele ser negativo. No obstante, el fuerte impulso inflacionario en Estados Unidos debería ser un fuerte apoyo. Los precios de las materias primas deberían consolidarse al alza al aumentar la demanda tras los recientes y significativos recortes de capacidad productiva. La mayoría va a depender en la exposición de cada país a las amenazas de Trump de restringir los flujos de mercancías y la posición de cada uno como un importador o exportador neto de materias primas.

Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury

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