VALÈNCIA. El único debate entre los tres aspirantes a liderar el PSOE, Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López, se celebró este lunes en la sede central del partido situada en la calle Ferraz. Una cita que, desde la óptica valenciana, se resolvió sin apenas menciones a las reivindicaciones y preocupaciones del Consell que lidera Ximo Puig, secretario general del PSPV.
Así, ni financiación autonómica ni Corredor Mediterráneo ni deuda histórica, algunas de las cuestiones que suelen reiterarse desde el Gobierno valenciano, aparecieron en el debate, que se centró en el duelo de críticas cruzadas entre Díaz y Sánchez con López, el candidato que menos avales recogió, y que ejerció un papel de sosegado árbitro.
Es cierto que en un debate de estas características, resulta complejo que alguno de los candidatos saque banderas sobre este tipo de cuestiones precisamente porque las reivindicaciones autonómicas suelen tener sus contrapeticiones desde otras regiones, por lo que los aspirantes prefieren centrarse solo en problemas de corte exclusivamente estatal y no asumir riesgos.
Curiosamente, las pocas menciones realizadas al socialismo valenciano terminaron, al igual que ocurrió con otras autonomías, actuando de arma arrojadiza entre Susana Díaz y Pedro Sánchez. Así, la andaluza criticó a los 'populistas' y exigió recuperar la "identidad" de los socialistas: "Yo sé lo que quiero hacer con Podemos. Ganarle a Podemos y también al Partido Popular. Lo que no sé es tú lo que quieres hacer con Podemos". Un dardo al que Sánchez contestó: "Javier Lambán, Ximo Puig, Emiliano García-Page, Guillermo Fernández Vara no creo que se hayan 'podemizado' por haber pactado en sus gobiernos autonómicos. Tampoco creo que tú te hayas 'derechizado' por haber pactado con Ciudadanos".
De nuevo apareció la Comunitat Valenciana más adelante en el debate, esta vez citada por Susana Díaz, quien insistió en el concepto de "izquierda útil" que ha venido manejando en las últimas semanas. En esta ocasión, no esgrimió la construcción "izquierda inútil" para referirse a otras fuerzas como Podemos y Compromís cuando surgió la polémica sobre el Corredor Central y el Mediterráneo, unas infraestructuras que ni se mencionaron en cerca de dos horas de debate.
Así, Díaz enumeró actuaciones hechas por gobiernos socialistas -presidentes autonómicos que en su mayoría la apoyan- y citó al Consell: "Cuando en Valencia se protege a los pensionistas y 900.000 de ellos dejan de pagar esos copagos infames que impuso la derecha, hacemos política de izquierdas", aseguró, para mencionar además otras iniciativas adoptadas en Asturias, Aragón, Extremadura, Castilla-La Mancha, Baleares y, cómo no, Andalucía.
En esta ocasión, Sánchez respondió criticando la abstención socialista para que gobernara Rajoy -un mantra a lo largo de todo el debate-, pero también contraatacó con cierta ironía: "Baleares, Castilla, Aragón, Valencia... comunidades donde hemos sido segundos, no primeros. Pero en estos gobiernos no renunciamos a vertebrar el cambio con otras fuerzas políticas", señaló, dando entender que Díaz alababa a dirigentes que, como el propio Sánchez, no habían conseguido vencer en las elecciones pero sí habían accedido al poder pactando con fuerzas como Podemos.
Un enunciado que el madrileño pareció utilizar para justificar su interrumpido intento de alianza con la formación morada en la recta final de su mandato, justo antes de dimitir tras ser derrotado en la votación del Comité Federal del PSOE de octubre del año pasado. De esta manera, terminaban las menciones a cualquier asunto que tuviera que ver con el socialismo valenciano o las reivindicaciones del Consell, que solo aparecieron de manera colateral para usarse por los candidatos en forma de reproche.
En cuanto a los términos generales del debate, las frases más duras procedieron por parte de la candidata andaluza, que criticó los "bandazos" de Sánchez y se cebó con su resultado de 85 diputados, recordando al madrileño que hay un PSOE que "gana al PP" y otro que no. Además, también le afeó sus cambios de postura: "No eres pro Ciudadanos o pro Podemos, eres pro Pedro Sánchez", señaló, para subrayar que históricos como Felipe González y Rodríguez Zapatero le habían apoyado pero ahora no se fiaban de él.
Sánchez, por su parte, se mostró menos agresivo de lo esperado y esgrimió constantemente su argumento sobre la abstención del PP, además de lamentar la actitud de Díaz durante su periodo de líder. "No se puede estar cuestionando todos los días al secretario general", subrayó, tras citar diversos titulares de prensa.
Por su parte, López se mostró más propositivo y autocrítico, además de repartir algunos dardos a sus compañeros, si bien en líneas generales taló más a Sánchez. No obstante, su tono general fue el de insistir en no llevar el debate al pasado sino a buscar "soluciones". "Estamos donde estamos porque seguimos peleando entre nosotros", comentó el exlehendakari, quien alertó de la importancia de cerrar este proceso con "unidad". "Si no es así, corremos el peligro de desaparecer", sentenció.