ALICANTE. Impulsar proyectos que guarden compromiso y responsabilidad con la sociedad, que integren determinados colectivos en el grupo común y que la propia ciudadanía tenga la oportunidad de apoyar puede sonar utópico. Sin embargo, las personas soñadoras se pronuncian cada día y, por suerte, también se encuentran en el mundo de la ciencia, esa sabelotodo todavía por descubrir y con mucho que ofrecer que ayuda al avance de la sociedad. Pero aunque las buenas intenciones no faltan, sí escasea el dinero para trasladarlas a la práctica. En esta línea de búsqueda de financiación, la Universidad de Alicante (UA) ha diseñado una plataforma para recaudar dinero a través de aquellas personas que libremente quieran hacer una donación para el desarrollo de proyectos propuestos por la comunidad universitaria -estudiantes, Personal Docente e Investigador (PDI) y Personal de Administración y Servicios (PAS)-.
La UA representa la segunda universidad española en promover una herramienta de microfinanciación -la pionera fue La Laguna, en Tenerife-, la cual "surge dentro de la candidatura para el segundo mandato de Manuel Palomar, rector de la Universidad, en el cual se reflexionaba sobre la necesidad de buscar otras vías de financiación distintas a la pública", informa María José Rodríguez, vicerrectora de Responsabilidad Social, Inclusión e Igualdad. El resultado es UACrowd, una herramienta que no supone "una alternativa, sino un elemento añadido, ya que no elimina las convocatorias o el sistema actual", matiza. Y añade que la iniciativa "permite que determinados grupos de investigación con unas sensibilidades u otro modo de entender la ciencia tengan un hueco".
Y es que tras dos años de desarrollo, la plataforma se ha estrenado recientemente impulsando su primera acción responsable: Flow, música para todxs, promovida por Artefactos, el colectivo liderado por el profesor Javier Esclapés, quien forma parte del grupo de investigación Diseño en Ingeniería y Desarrollo Tecnológico (DIDET), donde trabajan con realidad aumentada y producción con impresión 3D. Se trata de una propuesta pensada para una minoría: una flauta escolar que se pueda tocar con solo una mano para facilitar la enseñanza musical a las niñas y niños con diversidad funcional.
"Parece que a las empresas no les interesa desarrollar flautas adaptadas, cuando por su bajo coste es el instrumento que más se utiliza en los niveles educativos donde se introduce a los infantes en el arte y la música", traslada la vicerrectora. Además de una necesidad didáctica, el hecho de tocar la flauta influye en las relaciones sociales del alumnado: "Cuando la utilizan -o cualquier otro instrumento- están participando y desarrollando estrategias de inclusión. Los niños y niñas que, en este caso, no tienen uno de los brazos o presentan una discapacidad motora quedan apartados y ahí comienzan los procesos de discriminación y exclusión", denuncia. Un problema que puede tener solución con esta flauta, con la cual "no se irrumpe en su desarrollo de inclusión y, además, se consigue sensibilizar a todo el colectivo", garantiza.
La petición de financiar el proyecto a través de UACrowd permanecerá activa hasta el 8 de diciembre y busca recaudar entre 9.950 y 12.300 euros para que la flauta se pueda transformar en una realidad. Una materialización que permite la plataforma de mecenazgo, la cual supone una vía para las investigaciones socialmente responsables y para aquellas que buscan adaptarse a las necesidades de las minorías. Además, como la UA está financiada con fondos públicos, esta iniciativa subraya su carácter de universidad pública, "permitiendo que sea la ciudadanía quien decida en cuáles de nuestros proyectos quiere participar, ya que puede contribuir con cualquier cuantía", apunta.
Ligada a la contribución económica aportada se generará una recompensa para quien haya colaborado, "desde una carta de agradecimiento hasta la propia flauta, ya que hay madres y padres que tienen hijos con diversidad funcional que están contribuyendo directamente, por lo que se les enviará la flauta a finales del año que viene", informa Rodríguez. Si la recaudación supone un apartado fundamental, también lo es la difusión de los proyectos lanzados mediante la plataforma, ya que resulta un intento de sensibilizar a la población y de transmitir valores: "Queremos que la sociedad entienda a través de este tipo de iniciativas que la diversidad suma", reivindica.
Las propuestas que van a buscar financiación a través de UACrowd serán escogidas mediante convocatorias que lanzará periódicamente la Universidad, como ha sido el caso de Flow y de otro proyecto que se promocionará en enero, "el cual tiene un enfoque más científico, vinculado a las ciencias naturales", menciona la vicerrectora. Pese a que esta primera selección estaba abierta a tres iniciativas, solo dos fueron seleccionadas debido a "su calidad y singularidad", apunta. La próxima apertura para solicitar la entrada en la herramienta de microfinanciación será en marzo.
"No estamos acostumbrados a esto", enuncia Rodríguez. "En la Universidad pedimos la convocatoria pública y nos conceden el dinero, pero aquí tú eres promotor. Esto en otros países anglosajones es muy habitual, no las plataformas de crowfunding, sino el presentar un proyecto y buscar financiación para el mismo para que una universidad te contrate. Se trata de romper las lógicas, de convertirte en una persona proactiva y de invitar a que más gente participe en tu proyecto", resume.