El final de temporada de 'Fear The Walking Dead' se despide con dos capítulos consecutivos y mucha adrenalina. La serie ha ido encontrando su camino y toda la trama ha ido cogiendo madurez. Tanto que ya han renovado para una tercera temporada
VALENCIA. Ya tenemos el final de 'Fear The Walking Dead' y quizás alguno ha perdido ya la esperanza en la humanidad. El primer capítulo se titula 'Ira' y se muestra a un nuevo grupo de supervivientes que sorprende a Travis cuando llegan a las puertas del Hotel Rosarito. La ficción de Robert Kirkman aprovechó que tenía que deshacerse de uno de sus protagonistas... y el elegido fue: Chris. Una decisión que lleva a su padre al límite, a un nuevo comienzo y a perder toda la esperanza e inocencia que puede tener una persona. Las reglas han cambiado y no hay vuelta atrás. Solo se lucha por la familia y para sobrevivir.
Chris ha sido siempre el típico personaje bueno que nunca llega a acostumbrarse al Apocalipsis y se acaba convirtiendo en una víctima más. El hijo de Travis fue asesinado por sus propios compañeros de viaje tras sufrir un accidente de coche tras romperse la pierna, razón suficiente para que reciba un disparo en la cabeza, ya que pasa a convertirse en un peso pesado. Aunque en principio se creía que no estaría muerto por el simple hecho de que no se ve la escena... los directores ya han confirmado que es así.
La historia del hotel Rosarito ha estado equilibrada entre la deriva emocional de los protagonistas y la acción frente a los zombis, dando unos momentos de respiro a los personajes. Lo más interesante de esta segunda temporada es Madison rompe con su moralidad y ha quedado totalmente sola y fuera de su imagen de mujer heróica. En el hotel Rosarito parecía oportuno una conversación reconciliadora, aunque fría, de Travis con Alicia tanto después de que él no la creyera cuando vio lo que hizo Chris, o más bien lo que no hizo.
La idea de separar a sus personajes en tres grupos ha sido una buena decisión. No todas las historias han tenido el mismo interés, y no todas las motivaciones han estado bien armadas. El principal de los problemas que ha tenido la serie es la necesidad de que algunos personajes tomaran decisiones estúpidas sólo para justificar ciertos giros de guión.
Ha habido dos grandes focos de acción: el hotel de playa la colonia que acoge a Nick. Las dos han presentado a los personajes con los dilemas de qué hacer con la gente que amenaza la convivencia y la seguridad del grupo. El hotel era el primer intento de los personajes por establecer un refugio seguro, aunque hubiera peleas entre ellos por la manera en la que se "gestionó" el primer momento de la pandemia zombie. Otro problema es la manera que ha tenido Madison de ponerlos a todos en peligro, una actitud que no acaba de casar con el personaje.
El final de esta segunda entrega deja las cosas muy abiertas. Madison, Alicia y Travis se marchan tras la pista de Nick, y Ofelia se marcha sola a Santa Fe en busca de su novio. Es bastante probable que estas tres líneas argumentales confluyan en la tercera temporada, cuando todos los personajes tengan que vérselas con esos paramilitares que "protegen" la frontera. ¿Se atreverá la tercera temporada a adentrarse por ese jardín?