VALÈNCIA. La dirección del PSPV y la cúpula estatal de los socialistas situada en la madrileña calle de Ferraz atraviesan un duro enfrentamiento a cuenta de los censos de militancia de cara a las primarias comarcales que deben celebrarse este domingo 4 de febrero.
Así, el conflicto ha estallado por 169 nuevas afiliaciones en la Comunitat Valenciana admitidas desde Madrid en los últimos meses. El malestar del entorno del líder del PSPV, Ximo Puig, por la maniobra se sustenta en que no se pueden dar altas antes de unas primarias dado que el censo en teoría debe permanecer cerrado. Es más, el enfado de la dirección valenciana va más allá, dado que señalan que estas incorporaciones se reparten en demarcaciones donde candidatos próximos al secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, tiene candidatos en liza, como es el caso de València capital.
En esta plaza, las fuentes socialistas consultadas por este diario situaron en 55 altas las que se han producido en el Cap i Casal. Un número que podría resultar clave dada la igualdad entre la candidata próxima a Puig, Sandra Gómez, y su competidora, Maite Girau, la concejal cercana a Ábalos.
En general, las afiliaciones que se ponen en duda desde el PSPV se reparten en 112 en la provincia de Valencia, 50 en Alicante y 7 en Castellón. En este sentido, estas altas se han producido por afiliación directa, una posibilidad que en su día abrió Pedro Sánchez. Desde Blanquerías, insisten en que los estatutos no permiten que estos militantes puedan tener voto en estos procesos mientras que desde Ferraz defienden la participación de estas incorporaciones.
A tres días de las primarias, las distintas fuentes consultadas por este diario señalan que han existido contactos en las últimas horas pero han resultado infructuosos y no se descartan recursos.