MURCIA. Miguel Ángel García, director de Inversiones de Diaphanum, es optimista. Rara avis en el sector económico, piensa que la evolución de la economía este 2020 será positiva y que la desaceleración puede no llegar a producirse. Hay varios factores que apuntan a ello, defiende, entre ellas que "el consumo está fuerte y el sector exterior funciona muy bien".
Destaca que la sociedad de valores Diaphanum, que significa transparencia en latín, no corren riesgos extremos. "Nuestras carteras tienen unos costes muy bajos. Tenemos una herramienta de selección de fondos muy potente y siempre elegimos los mejores". Gestionan en el área de Murcia y Alicante un patrimonio de 200 millones de euros, con 90 clientes de sectores del transporte, agricultura, química, textil, turismo o construcción. Y creciendo. "Si vas a pedir un plazo fijo y no solo no te lo dan sino que te cuesta, empiezas a pensar en otras alternativas para invertir tu dinero".
-¿Cuáles son las claves del próximo año?
-Los bancos centrales tienen una política expansiva que creemos que van a mantener. Es un año electoral en Estados Unidos. Históricamente solo en dos años electorales ha ido mal la economía, porque los presidentes suelen apostar fuerte para ser reelegidos. Eso estimula los mercados.
-¿Cesará la guerra comercial?
-Pensamos que no va a seguir porque a Trump no le va a interesar este año. La guerra comercial implica que los empresarios pierden confianza, al menos en el comercio internacional, y eso afecta al crecimiento. Hasta noviembre al menos estará parado.
- ¿Y qué efecto tendrá el coronavirus?
-El coronavirus tendrá unas consecuencias durante el primer trimestre importantes. Va a quitar ahora unas décimas de crecimiento. Se están tomando bastantes medidas y, si no se complica mucho más, que es lo que está descontando el mercado, porque si no la bolsa llevaría un bofetón importante, en la segunda parte del año la economía china va a ser bastante potente. Esperamos que no se convierta en una pandemia mundial.
-Krugman advertía esta semana de que hay un peligro muy serio de que toda la economía mundial se enfríe por ese motivo.
-Existe ese riesgo, pero es cierto que en todo caso sería un enfriamiento en forma de V no de U, por lo que la recuperación sería más rápida.
-Desde Diaphanum defienden que la economía va a mantener el crecimiento en 2020. Una novedad. Las previsiones generales son más pesimistas.
-Hay una teoría y es que el periodo de expansión se tiene que acabar básicamente porque Estados Unidos lleva 41 trimestres de crecimiento continuado. Históricamente, es algo que no se ha producido jamás. Eso lo que puede indicar es que estamos a final de ciclo. Sin embargo, las variables que están saliendo no nos indican en absoluto que vayamos a un final de ciclo. Si el FMI preveía un crecimiento para 2019 del 2,9%, para 2020 prevé el 3,3%, es decir, que hay un cierto repunte basado básicamente en los países emergentes. China India e Indonesia son los motores del mundo. Luego EEUU está creciendo muy bien, y los farolillos de cola, Europa y Japón. Va a ser un crecimiento razonable. En el caso de Europa se espera un mejor año para Alemania.
-¿Y España?
-España tiene una previsión de crecimiento del 1,6% que esperemos que se cumpla. Por encima de la media europea. Afectarán las medidas que se tomen en temas de impuestos, y que no se paralice la inversión de las empresas ni el consumo. Crecer en base a gasto público no es muy sano. Es mejor que sean las fuerzas del mercado las que lideren el crecimiento. La economía española tiende a acelerarse muy deprisa pero también a enfriarse. Pero hay motivos para pensar que igual no hay una desaceleración. El consumo está fuerte y el sector exterior funciona muy bien.
-¿Y la inflación?
-Pues ni está ni se le espera. Sin inflación los bancos centrales van a poder mantener sus políticas expansivas. El Banco Central Europeo seguirá con los tipos de interés bajos y comprando 20.000 millones de euros todos los meses en bonos. Eso ha distorsionado el mercado. Los bancos centrales, que determinan mucho los mercados, van a seguir en modo estimulativo, que es muy importante.
-Ustedes apuestan por la bolsa de EEUU y las emergentes.
-Nuestra obsesión son los límites de riesgo que planteamos para cada nivel que tenemos: conservadores, moderados, equilibrados, agresivos o renta variable pura. De lo que se trata es que el conjunto de activos no exceda el riesgo. La filosofía es bonos corporativos, emergentes y convertibles. En bolsa también porque están en media histórica. Tenemos más de EEUU y emergentes, sobre todo Asia, y menos Europa. Estamos buscando crecimiento y en Europa, en general, las compañías que más pesan no crecen mucho.
-¿Y los bonos?
-La lógica de nuestras carteras es que los bonos del Estado están muy caros. Nos parecen que están inflados. Por eso falla esa pata a la hora de construir una cartera. Ahí no puedes meter mucho, por eso apostamos también por tesorería. Tenemos también bastante inversión en fondos alternativos, con volatilidad baja.
-Defienden que el reto de la banca priva es la independencia.
-Somos una entidad de valores y nuestro nombre precisamente significa transparencia en latín. Es lo que perseguimos, una relación transparente con nuestros clientes y ser independientes porque los socios somos profesionales son una media de 20 años de experiencia en el sector.
¿Diaphanum es también por distanciarse de ciertas prácticas que se han hecho tristemente famosas en el sector?
-La regulación lo que intenta es salvaguardar al minorista. Al amparo de esa transparencia y ese control exhaustivo de las carteras, cada uno está en el riesgo que quiere. Nosotros no recibimos retrocesiones. Cobramos los servicios sobre el patrimonio y eso te da mucha libertad porque vamos en le mismo barco.
-Entonces, ¿no corren riesgos extremos?
-Nosotros no los corremos. En muchas ocasiones vemos que la competencia mete niveles de riesgo mayores porque son los que más retrocesiones tienen. Nosotros es un conflicto que no tenemos. Vamos a cobrar lo mismo estés en tesorería o en reta variable o en el fondo de mayor riesgo del mundo. Eso te permite mucha agilidad en las distribuciones de activos como en el producto que eliges. Nuestras carteras tienen unos costes muy bajos. Tenemos una herramienta de selección de fodos muy potentes y siempre elegimos los mejores.
-¿Cómo valora la tasa Tobin?
-Es otra piedra en le zapato de las instituciones financieras. Se trata de recaudar. Sentido económico no tiene ninguno, es recaudatorio. Sentido social ya lo veremos. Si te cuesta más dinero el movimiento de valores, se pueden mover menos las carteras. Se verá a largo plazo. Esto no solo afecta a los magnates. Hay 8 millones de personas con fondos a las que afecta y no son todas ricas. Con esto no se van a solucionar las pensiones aunque no creo que vaya a ser muy relevante.
El director de Inversiones de la sociedad de valores, que tiene oficina en Alicante, apuesta por la renta variable estadounidense y las economías emergentes