VALÈNCIA. Stadler Rail (SRAIL) llegó a tocar este miércoles los 38,12 francos suizos (CHF) por acción-34,86 euros al cambio- durante la sesión en la bolsa helvética. O lo que es lo mismo: rozar los 38 CHF a los que echó a andar el 12 de abril de 2019. Finalmente el fabricante ferroviario despidió la sesión en los 38,86 CHF, es decir, 35,54 euros. Un precio que representa una dura caída del 13,7% desde los 45,01 CHF a los que despidió la jornada del pasado 26 de abril, tal y como se aprecia en el gráfico de Investing.
Pero la cosa no queda ahí porque, pese a que el pasado año ganó un 7,7% más, la cotizada fundada por Ernst Stadler en 1942 se acerca cada vez más a sus mínimos históricos fijados en los 36,36 CHF (33,25 euros) el 7 de agosto de 2020. Por lo pronto se deja este año en el parqué suizo un 3,9% -en 2020 cayó un 16,4%-, que contrasta con la subida del 12,9% en lo que va de 2021 del principal índice bursátil del país centroeuropeo como es el Swiss Market Index (SMI).
Una SRAIL que solo ha subido en bolsa en una de las últimas siete sesiones, concretamente en la del 5 de julio al remontar un 0,40%; además en las jornadas de ayer y de antes de ayer disparó su volumen de contratación por encima de las 600.000 acciones. Una cifra muy superior a los poco más de 273.000 títulos de su media diaria trimestral. Cuanto menos ofrece una más que atractiva rentabilidad por dividendo del 2,10%, según datos de Investing.
El actual tono bajista de Stadler, que la última vez que perdió el precio de salida a bolsa fue el 4 de abril de 2020, la ha llevado a reducir su capitalización bursátil hasta los 3.554 millones de euros al cambio. Un valor a caballo entre Banco Sabadell (3.153 millones) y Bankinter (3.750 millones) en el Ibex 35.
Pese a ello, su filial española, con sede en la localidad valenciana de Albuixech, está a pleno rendimiento tras el récord de pedidos con el que cerró su cartera en 2020 y que superaron los 1.600 millones de euros. Y, este ejercicio de 2021, no pudo comenzar mejor que logrando parte del 'macrocontrato' de Renfe para Cercanías, un contrato valorado en 2.726 millones de euros para la adquisición de 211 nuevos trenes. En concreto, Stadler Valencia suministrará 59 trenes por 998 millones de euros.
Un adjudicación que permite a Stadler Valencia incorporar en su portfolio este tipo de convoyes ya que, hasta ahora, su negocio se centraba en las locomotoras y los trenes de transporte urbano e interurbano, como metros y tranvías. Una carga de trabajo que, según las previsiones de la compañía, supondrá la creación de más de 500 puestos de trabajo directos, así como hasta 4.000 indirectos en la Comunitat durante los próximos años para poder asumir el nuevo pedido y los siguientes que llegarán.
Pero, además, la filial española sigue incrementando su presencia en el mercado internacional. Hace unos meses ganó por sentencia un contrato de 240 millones de euros para el suministro de 40 trenes eléctricos al gestor del transporte público local de la región de Campania, en Italia. También, arrancó 2021 con un pedido de la británica Rail Operations UK Limited para la fabricación de treinta locomotoras de Clase 93, un modelo avanzado que reduce significativamente las emisiones de CO2.