La cartelería más cinematográfica llega a la televisión por medio de canales de pago o servicios a la carta
VALENCIA. Gracias a los catálogos que ofrecen plataformas como Netflix o HBO nos familiarizamos a diario con todas estas portadas o carteles de series, que los menús de estas aplicaciones utilizan como botones. Un detalle que explica este mimo por cuidar las gráficas de los productos televisivos como no se hacía antes (salvando excepciones), ya que en la navegación por los canales tradicionales, e incluso en la mayoría de las interfaces de las televisiones de pago españolas, no aparecía más que texto a través de la navegación por unos tediosos menús con demasiada información. Pero del diseño de interfaces ya hablaremos.
Esta conversión del menú de texto y de la navegación incómoda con un mando de varias decenas de botones hasta los nuevos controles de dispositivos y aplicaciones de televisión a la carta con apenas botones y navegaciones sencillas es similar a la revolución que supusieron las primeras interfaces gráficas con los ordenadores personales, la llegada del primer Macintosh de Apple o los videojuegos, que el público acogió de brazos abiertos.
Y así es como llegamos a toda la nueva tendencia de cartelería más cinematográfica, series cuyos pósters han de conquistarnos de un golpe de vista, en una industria de carteles de películas saturada por el marketing, las series las vemos ahora en catálogo y compiten como en una cartelera, con unas campañas de publicidad brutales, y con nuevos formatos en España como Netflix o HBO entrando al terreno de juego.
Y como muestra de series cinematográficas podemos destacar una decena de casos de series en antena (o en satélite, cable u online) con carteles y gráficas que bien merecen la pena, donde encontramos en primer lugar la historia fantástica medieval Juego de Tronos, creada por el canal de pago norteamericano HBO y basada en las novelas de George R. R. Martin que llegó este año a su sexta temporada. Una de las series de mayor factura de producción de la historia y la más premiada en la historia de los Emmy. Sus posters ya son iconografía popular de las nuevas series de este milenio, son pósters que a menudo revelan pistas de sus temporadas y con legiones de fans que publican sin parar cartelería no-oficial de la serie inspirada en personajes o los sellos de las casas como tributos gráficos.
El servicio de streaming de pago Netflix lanzaba de golpe de forma experimental en febrero de 2013 toda la primera temporada de la serie House of Cards, un movimiento que aunque ahora es más habitual en esta plataforma, por aquél entonces pilló a contrapié tanto a industria como a público, aunque su éxito fue inminente. La serie también está basada en una novela, de Michael Dobbs, y en una primera adaptación a miniserie que realizó la británica BBC en 1990, y trata de la carrera política del demócrata Frank Underwood en la Casa Blanca y su plan a medio plazo para ganar poder de la mano de su mujer Claire.
Este año se lanzó la cuarta temporada, y ya fue anunciada hace meses la renovación para la quinta para estrenar en 2017. House of Cards fue la primera serie emitida online en recibir nominaciones en categorías importantes aen los Premios Emmy, y sus protagonistas Kevin Spacey y Robin Wright han ganado sendos Globos de Oro a mejores actores de serie de televisión.
Su cartel recuerda tanto en elementos, colores y composición a Juego de Tronos, a un metafórico poder representado por un trono y el personaje principal, y ambas series coinciden, por su éxito, en una gran cantidad de cartelería alternativa e incluso no oficial como experimentos gráficos de diseñadores e ilustradores a nivel internacional.
Otra serie actual ubicada en los despachos de la Casa Blanca es Designated Survivor, emitida por ABC desde el pasado mes de septiembre y esta vez con Kiefer Sutherland en el papel del Presidente (accidental) de los Estados Unidos. Imposible escapar de los patrones que rodean también a House of Cards, la iconografía de toda su gráfica está bastante estereotipada si bien han intentado inspirarse en Mad Men con algunos elementos que recuerdan al cine clásico de los 60.
Otro de los éxitos más recientes de Netflix es Narcos, la serie sobre Pablo Escobar, líder del Cartel de Medellín, estrenada en 2015 y que este año emitió su segunda temporada. Su cuidado de producción alcanza todo el marketing de la serie, que en España tuvo un desembarco sin precedentes por parte de Netflix, con vallas publicitarias e incluso algún episodio conflictivo como el anuncio navideño en la Puerta del Sol o las campañas desde Twitter sobre los spoilers de la serie. Este cuidado por la producción y publicidad se nota también en un despliegue de carteles con varias series y adaptaciones. La tercera temporada ya ha sido anunciada para 2017.
Este año la cadena de televisión por suscripción AMC emitía la tercera temporada de Halt and Catch Fire, una serie ambientada en los años 80 y en la industria pionera de la informática, cuya gráfica se hace también eco de la temática principal, con una genial adaptación no sólo a los carteles sino también a los títulos de crédito de la serie.
Por su cuarta temporada va The Americans, una serie emitida por la cadena norteamericana Fox y ambientada en la Guerra Fría, una historia de espionaje y drama familiar cuya gráfica recupera todos los elementos de los carteles soviéticos en todo un diseño de homenaje.
La revolución de 2016 muy posiblemente ha sido Stranger Things, también creada por Netflix y todo un homenaje a la ciencia ficción de los que crecimos en los 80. Sin ir más lejos, su cartel diseñado por Kyle Lambert rememora a su vez las ilustraciones de Drew Struzan para los pósters de Indiana Jones, los Goonies, Regreso al Futuro o Star Wars. Una serie revival que explota la nostalgia por los carteles de antes.
The Crown es uno de los más recientes estrenos de Netflix, una serie biográfica co-producida entre Reino Unido y Estados Unidos sobre la Reina Isabel II. Una recreación elegante, clásica, como su cartel, que ya ha renovado para una segunda temporada.
Han pasado más de dos décadas para que se estrene la serie sobre el juicio de O.J. Simpson, el ex-jugador de fútbol americano acusado de matar a su ex-mujer. American Crime Story: The People vs. O.J. Simpson es otro caso en el que al tratar hechos ya históricos conoces el final, pero no por ello pierde emoción en su trama, otra marca de la casa de Netflix para conseguir que olvides los hechos reales y todo parezca, sencillamente, ficción, con actores que van desde Cuba Gooding Jr a David Schwimmer pasando por Sarah Paulson o John Travolta.
Otra de las series más veteranas de este listado, coincidiendo en año de estreno de Juego de Tronos (2011) es American Horror Story, horror y drama a partes iguales con la particularidad de que no hay continuidad entre temporadas, un formato más parecido al de las miniseries y que este año fue renovada para una séptima temporada por la rama de la cadena de la Fox, FX.