el presidente declara el estado de alarma pero sigue sin cerrar el principal epicentro

Sánchez permite que el foco de coronavirus de Madrid se expanda por toda España

14/03/2020 - 

VALÈNCIA. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decretó este viernes el estado de alarma previsto en la Constitución y que llevaba una década sin declararse. Una medida que permite al Gobierno de España mayor capacidad para enfrentarse a la situación de emergencia provocada por la epidemia del coronavirus, que hasta ahora ha contagiado a más de 4.300 personas en nuestro país.

Ahora bien, en su solemne rueda de prensa, en la que pidió "unidad" y "responsabilidad" a la ciudadanía, además de conminar al "acto heroico" de "lavarse las manos" y "quedarse en casa", no concretó el cierre de la Comunidad de Madrid pese a ser el mayor foco del territorio nacional con más de 2.600 contagiados.

Una posibilidad que queda pendiente de lo que ocurra este sábado en el Consejo de Ministros convocado y en la ciberreunión con las Comunidades Autónomas, donde se concretará el alcance de las medidas a aplicar en el mencionado estado de alarma, que tiene una duración de 15 días.

De hecho, el impulso a este instrumento es, para muchos expertos en Derecho Constitucional, paso obligado para el 'cierre' de una comunidad autónoma. No obstante, para otros existen ciertas lagunas que aparecen en la Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública, donde se establece que la autoridad sanitaria podrá adoptar "las medidas oportunas para el control de los enfermos, de las personas que estén o hayan estado en contacto con los mismos y del medio ambiente inmediato, así como las que se consideren necesarias en caso de riesgo de carácter transmisible".Una interpretación legislativa que adoptó este mismo viernes la Generalitat de Cataluña, esgrimiendo que es la administración competente en Sanidad, para el confinamiento de Igualada (Barcelona) y otros municipios con el objetivo de contener el avance de la epidemia. De la misma manera, que el propio Ministerio de Sanidad aconsejó también días atrás el confinamiento en el municipio riojano de Haro y este sábado Extremadura decretó el aislamiento pequeño municipio de Arroyo de la Luz (Cáceres).

Unos ejemplos a menor escala que, en cualquier caso, pueden evidenciar una cierta parálisis que ha mantenido -y todavía mantiene- La Moncloa en los últimos días a la hora de lanzarse -vía estado de alarma o apoyándose en la citada Ley Sanitaria- al cierre de la Comunidad de Madrid o, en su defecto, de algunos de los municipios de gran tamaño que se han convertido de focos importantes de la epidemia, como Torrejón de Ardoz.

La propia presidenta autonómica madrileña, Isabel Díaz Ayuso, recalcó este viernes a última hora de la tarde en comparecencia pública que su gobierno carecía de las competencias para proceder al cierre en lo que, más allá de la realidad o no legal, parecía una invitación para que Sánchez se decida a dar el paso adelante.

Más claro fue, a última hora de la tarde, el presidente de la Generalitat catalana, Quim Torra, poniendo sobre la mesa el confinamiento de Cataluña, que debe ser aprobado por el Gobierno de España, competente en el transporte ferroviario, aéreo y marítimo.

Efecto llamada... a salir de Madrid

El problema, o así lo ven en otras comunidades como la valenciana, es que Madrid adoptó días atrás medidas preventivas, como la suspensión de las clases o la recomendación -ahora obligación- del teletrabajo, que envió a millones de personas a sus hogares pero también a sus comunidades de origen o a donde poseen una segunda residencia, generalmente en la costa.

Una circunstancia que, unida a lo bien comunicada que está la capital de España -conexión con Alta Velocidad con las ciudades más importantes del país- y la poca concienciación de muchos, puede contribuir gravemente a la propagación del coronavirus.

Plaza céntrica de Madrid completamente vacía este viernes. Foto: EFE

De hecho, el temor a una 'invasión' de visitantes de Madrid -especialmente universitarios con 'vacaciones' sobrevenidas- fue un factor de peso a la hora de convencer al Gobierno valenciano, además de la recomendación ministerial, de suspender las Fallas. En 2019, sin vacaciones en esa comunidad, se registraron en València 480.000 visitantes provenientes de Madrid entre el 1 y el 19 de marzo.

Con estos mimbres, no extrañan las reacciones en el Gobierno valenciano dirigidas a pedir una actuación más firme por parte de Moncloa. La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, exigía esta misma semana suspender las líneas de AVE y el propio jefe del Consell, Ximo Puig, con un tono más moderado posiblemente para no herir a su compañero de partido, trataba de disuadir a los visitantes este mismo jueves: "En la Comunitat somos hospitalarios pero se recomienda no viajar".

No obstante, otros fueron más allá este viernes, como el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras (PP), donde se anunciaron siete nuevos casos, varios de los cuales correspondían con universitarios llegados de Madrid. "Es vergonzoso comprobar cómo a lo largo del día de hoy las oficinas de turismo y de las zonas costeras estaban colapsadas de personas que venían de fuera", sentenció. En esta línea, el Gobierno de la Región de Murcia decretó este mismo viernes el cierre de las zonas de costa tras los mencionados positivos.

Playa de Calabardina, en Águilas (Murcia). Foto: EFE/MARCIAL GUILLÉN

También llegaron quejas de otras autonomías. El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Antonio Marín (Cs), manifestó su "sorpresa" por el anuncio de Sánchez de imponer el estado de alarma y "atrasar las medidas 24 horas".

Está por ver si este sábado, tras 'regalar' algunas horas más que pueden facilitar el 'efecto huida' de la Comunidad de Madrid, el presidente del Gobierno decide tomar medidas más drásticas que confiar en su sentida recomendación para que los ciudadanos permanezcan en sus casas durante esta crisis sanitaria.

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