MADRID. La entidad financiera presidida por Ana Botín sigue en su paso firme de continuar digitalizando la compañía con el fin, sobre todo, de mejorar la experiencia del cliente más si cabe y continuar con su expansión digital. Esta es una de sus principales premisas dentro de su plan estratégico de cara a los próximos 4 años; y es que la tecnología es una de las primeras patas que sustentan a día de hoy la sociedad actual y la entidad quiere posicionarse a la cabeza dentro del sector.
Para ello tiene previsto realizar una considerable inversión de cara a ir mejorando toda su red y de ese modo mejorar la experiencia -no solo del cliente ya existente- sino enfocada a la captación de nuevos usuarios dentro de los países en los que ya se encuentra.
No obstante, a los clientes e inversores lo que de verdad les importa y afecta es la solvencia y la rentabilidad de la entidad, cuyos datos ofrecidos recientemente han sido penalizados por el mercado en las últimas sesiones. Cierto es que no de manera muy exhaustiva, ya que estas últimas correcciones se hacen sobre la reciente ruptura de una resistencia de largo plazo (ahora soporte), y un posible movimiento throw-back sobre éste para continuar con la sucesión de mínimos crecientes que viene realizando desde comienzos de año.
En principio, la ponderación se mantiene alcista al menos para el corto-medio plazo aunque se antoja relevante que en sucesivas sesiones sepa mantener los niveles actuales de cotización ya que, en caso contrario, puede verse un retroceso hasta los 4,30 euros por acción.
Borja Matilla es analista de Naga Brokers