VALÈNCIA. Los congresos socialistas se han retrasado. Al menos eso es lo que se desprende de la dirección federal del partido después de las distintas vicisitudes que debe afrontar Pedro Sánchez en las próximas fechas: aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y elecciones catalanas, vascas y gallegas, entre otras cuestiones.
Una circunstancia ante la que los socialistas valencianos liderados por Ximo Puig sienten alivio, dado que les permite tratar de recomponer un partido que, en los últimos tiempos, parece sentir una desafección cada vez más intensa por su jefe de filas. Como muestra un botón, el actual presidente de la Generalitat ya tuvo oposición interna en las primarias para reeditar su candidatura por parte del alcalde de Burjassot, Rafa García, afín al ministro José Luis Ábalos, en 2017.
Pero el 'abalismo' no está aislado en este descontento hacia Puig. Varios sectores disconformes con la manera de conducir el partido por parte del entorno del secretario general han comenzado a articular una tercera vía que tiene, como objetivo final, un cambio en el liderazgo del PSPV.
Una corriente que tiene su principal asentamiento en la provincia de Valencia. Comarcas como l'Horta Sud, Ribera Baixa, Ribera Alta, La Costera-Canal de Navarrés, Valle de Ayora o Los Serranos, son algunas de las demarcaciones donde existe una contestación al presidente, impulsada en algunos casos por la Plataforma 3.0 del exdiputado provincial Bartolomé Nofuentes pero también por otros alcaldes o portavoces que no forman parte de este grupo.
En muchos casos, son dirigentes que en su día se alineaban con el defenestrado expresidente de la Diputación Jorge Rodríguez y que ahora se sienten marginados al considerarse protagonistas de una "caza de brujas" por parte de la cúpula del PSPV.
¿Los motivos? El propio desentendimiento de Puig y sus acólitos hacia estos territorios en los nombramientos para el Gobierno valenciano o la falta de guiños en determinadas cuestiones importantes para estas áreas. Unas razones que han terminado por desarrollar un movimiento de disconformidad que ha empezado a tomar forma de candidatura alternativa. Unos hechos a los que hay que sumar también la "nula" -así la califican- de inclusión de asesores que sean referentes comarcales o al menos locales de la formación socialista.
Unas premisas que evidencian la falta de conexión entre Puig y unos sectores del partido que han comenzado desde hace unas semanas a articular un grupo alternativo también al margen de Ábalos. Ahora bien, resulta indudable que, a día de hoy, podrían encontrarse más próximos al ministro que al presidente de la Generalitat. "Al fin y al cabo, él todavía no nos ha traicionado", aseguran fuentes consultadas por este diario que se muestran dispuestas a dar batalla si no existe ninguna alternativa al líder socialista.
Palabras gruesas que evidencian el malestar existente con Puig y su equipo en lo que se refiere a los equilibrios orgánicos. Bien es cierto que este grupo que empieza ahora a conectarse en la provincia de Valencia y tiene poca fuerza en Alicante, por lo que tendría difícil lograr un respaldo autonómico que superara el 25%, si bien ello podría ser suficiente para convertirse en decisivo en una hipotética lucha a cara de perro entre el 'abalismo' y el 'ximismo'.
Sobre esto, conviene recordar que en su día Puig se impuso a Rafa García con un 42% de contestación. Unas cifras que indican la fragilidad del líder del PSPV en ese momento, si bien venía enotnces de apoyar a la andaluza Susana Díaz frente a Pedro Sánchez, algo que le penalizó notablemente. Sin embargo, tal y como informó este diario, no parece que los números para el presidente de la Generalitat sean ahora mucho mejores y, cabe puntualizar, que muchos de los que ahora piensan en impulsar una tercera vía estuvieron de su lado en aquél cónclave.