VALÈNCIA. (EFE). El empresario Salvador Vila, socio de Banco de Valencia en las macrooperaciones inmobiliarias que causaron un daño de 160,5 millones, ha explicado hoy en la Audiencia Nacional que "no era necesario" tasar las fincas que cedieron para subrogar su deuda con la entidad porque conocían el precio del producto.
Ante la sección Primera de la Sala de lo Penal, Vila ha destacado la exigencia del banco a la hora de conceder financiación a las empresas, unas condiciones "draconianas" que también se aplicaron a Nou Litoral y que "a punto" estuvieron de hacerle rechazar la línea de crédito de 60 millones de euros renovable año a año de la que finalmente disfrutó la sociedad.
"Nosotros no sabíamos que íbamos a salir de la reunión con socio", ha relatado a preguntas del fiscal Conrado Sáiz, al que ha detallado que fue el propio Banco de Valencia el que exigió "entrar y participar de los posibles beneficios" dado el interés que le suscitaba formar parte de un negocio formado por personas con "experiencia y conocimiento".
Constituida por la entidad en 2003 junto a los promotores Vila y Juan Soler, entre otros, para la compra de terrenos en Chiva (Valencia), Anticorrupción señala a Nou Litoral por generar una deuda de 109,6 millones que tuvo que ser refinanciada "con dinero público" y ocasionó, presuntamente, un perjuicio superior a los 83 millones.
También bajo sospecha y vinculada a ella la operación en la que la participada Valenciana de Viviendas adquirió en 2008 unos terrenos de Urbanas de Levante en Vergel y Patraix (Valencia), subrogándose la deuda que tenía la vendedora con el banco y con la que se generó un daño de 47,4 millones de euros.
Irregularidades por las que la Fiscalía solicita para Vila y Soler tres años y medio de cárcel por presunta administración desleal, delito para que el que plantea la alternativa de apropiación indebida, en cuyo caso aumenta la petición de condena hasta los cinco años de prisión.
Al respecto, el empresario ha apelado a la legalidad de las operaciones, y ha explicado que "no era necesaria" la tasación de las ocho fincas del Vergel (Alicante) ya que estaban "encima del producto" y conocían su valor "mejor que el tasador"; no obstante, a cuestiones de su defensa ha matizado que aquellas que aportó personalmente sí que habían seguido este proceso de estudio.
Tras él ha llegado el turno de Soler, que ha insistido en que Banco de Valencia ha sido de las entidades que más le "ha apretado en cuanto a garantías" para la concesión de créditos, y ha aseverado que creía en un proyecto que le acabó costando "un dineral".
El que fuera presidente del Valencia C.F ha dicho que dada su posición y el "nivel que manejaba" solía despachar con las "más altas instancias" de la entidad, incluido su consejero delegado, Domingo Parra, para quien el Ministerio Público pide entre cuatro y seis años de prisión, idéntica pena que para el exdirectivo Alfonso Monferrer.
No obstante, Soler ha negado que se reunieran para decidir directamente qué operaciones proponer, sino que primero planteaba su idea y después era Parra quien le remitía "a las personas del entorno que pudieran dedicarse a este tema".
La sala que preside la juez Concepción Espejel retomará mañana la vista, jornada en la que están previstas las declaraciones del empresario Fernando Polanco y el notario Carlos Pascual, que se enfrentan a entre seis años y medio y ocho años y medio de cárcel, acusados también de un posible blanqueo junto a la esposa del primero, Teresa Villalba (entre seis meses y un año de prisión).