VALÈNCIA. Sacyr (SCYR) encadenó ayer su cuarta caída consecutiva en el parqué bursátil al dejarse un 0,80% y cerrar en los 2,236 euros. La cotizada presidida por Manuel Manrique ha despedido en negativo en ocho de las últimas sesiones, lo que le ha restado un 9% de su valor en bolsa. Aún así se revaloriza en lo que va de año un 35,28%; mientras que su capitalización supera los 1.300 millones de euros.
Sin embargo, los bajistas siguen al acecho en la constructora y son tres los que tienen nombre y apellidos. Citadel Europe, un clásico en la renta variable española, controla el 1,01% desde el pasado 31 de julio; BlueCrest Capital Management hace lo propio con el 0,72% comunicado al supervisor el pasado 6 de septiembre; y CQS (UK) LLP, con el 0,63% de hace 10 días. Pero con la particularidad que los tres han movido la ficha al alza en sus últimos movimientos, tal y como lo ha constatado este diario de la base de datos pública de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Sin embargo, diversas casas de análisis internacionales le ven todavía recorrido -y mucho- a Sacyr como contó Valencia Plaza hace casi cuatro meses tras presentar los nuevos planes de Sacyr en su negocio de concesiones. Ahí están los expertos de Kepler Cheuvreux que la ven en los 3,70 euros; o los de JB Capital Markets en los 3,50 euros; o el consenso de Bloomberg donde más de dos tercios de los analistas que cubren al valor recomiendan 'comprar'.
Todo ello mientras SCYR sigue ganando contratos, tanto dentro como fuera de España. Sin ir más lejos la semana pasada ganó dos más y comunicó al mercado que cuenta en cartera con contratos de mantenimiento de todo tipo de infraestructuras viales, que suman unos 12.000 kilómetros. De ellos, casi 5.000 kilómetros están en España y el resto se reparte por Perú, Chile, Uruguay, México e Italia. Además, también se encarga del mantenimiento de presas, aeropuertos, puertos, canales de regadío y centrales hidroeléctricas.
Y de puertas afuera ayer informó que ha comenzado a operar la desaladora de agua de mar de Sohar, en la costa de Al Batinah de Omán, la que constituye la segunda mayor instalación de este tipo del país y cuya construcción ha supuesto una inversión de 200 millones de euros, según informó el grupo.
Sacyr explotará a partir de ahora la planta durante veinte años, gestión que le reportará ingresos por un importe total de 1.000 millones de euros en el conjunto del periodo. Se trata de una planta de desalinización de tecnología de ósmosis inversa, que cuenta con capacidad para producir 250.000 metros cúbicos de agua al día, con la que se cubre la demanda de unas 220.000 personas.
Sacyr se hizo con el proyecto de construcción y posterior explotación de la desaladora, promovida por la empresa pública Oman Power and Water Procurement Company, a través de un consorcio que lidera al 51%. Sus socios en el contrato son Oman Brunei Investment Company, con una participación del 25% y Sogex Omán, con el 24% restante.
La planta, diseñada por Sacyr, cuenta con un "elevado grado" de automatización que, según la empresa, permite ajustar la producción de agua potable a los requerimientos de la empresa distribuidora Public Authority of Water (PAW). Además, su diseño optimiza el consumo energético y se ha dotado con sistemas de recuperación de energía.