VALÈNCIA. Sacyr (SCYR) cerraba el pasado 28 de octubre en los 1,421 euros, es decir, mínimos de primeros de abril de 2020. Sin embargo, la cotizada presidida por Manuel Manrique ha recuperado un 43% desde entonces, tal y como se refleja en el gráfico de Investing. Pese a todo, el que es uno de los principales grupos mundiales de infraestructuras se deja este año en el parqué un 18,6%, lo que ha reducido su capitalización hasta los 1.230 millones de ello.
Todo ello mientras sigue teniendo en su capital a dos bajistas con nombre y apellidos: Citadel Europe y Atom Investors. El primero, un hedge fund o fondo de alto riesgo de Chicago bien conocido en la bolsa española, controla el 1,20% desde el pasado 3 de noviembre; mientras que el segundo, un fondo de cobertura de Texas mantiene el 0,65% desde el 18 de marzo del año en curso. Ese día cotizaba en la zona de mínimos de los 1,19 euros.
Mientras tanto, Sacyr se acaba de adjudicar un contrato en Perú para la rehabilitación y mejora de 77 kilómetros de una carretera localizada a más de 3.000 metros por encima del nivel del mar en la región de La Libertad, por un valor cercano a los 95 millones de euros. El proyecto contempla la rehabilitación y el ensanche de la vía en algunos tramos, incluyendo la pavimentación con asfalto en caliente, construcción de siete puentes, cunetas o alcantarillas, entre otras actuaciones, según informa la compañía.
La vía en la que SCYR acometerá los trabajos se encuentra a una altura de entre 2.600 metros y 3.400 metros. El proyecto comenzará a ejecutarse el próximo mes de enero y prevé una duración de hasta dos años. Con este contrato, Sacyr Perú suma más de 741 kilómetros en construcción de carreteras en Perú, con proyectos como los de la carretera 5R de Áncash y el mantenimiento periódico inicial (MPI) de la carretera longitudinal de la Sierra.
Recientemente el grupo madrileño de infraestructuras también se adjudicó la construcción de la segunda pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Lima. Se trata de una obra con la que, junto con la pista existente, duplicará la capacidad de operación del aeropuerto más importante del país.
Pese a los contratos que viene ganando SCYR, a lo largo de los nueve primeros del año redujo un 61% su beneficio por las provisiones realizadas por el litigio del Canal de Panamá. Así informó al mercado el pasado 5 de noviembre, presentando un beneficio neto de 47 millones de euros. Sin tener en cuenta esta provisión, la compañía destacó que el beneficio hubiese crecido hasta un 8%, con todas sus principales magnitudes de su cuenta de resultados en terreno positivo, descartando así cualquier efecto negativo derivado de la crisis del coronavirus.
Una semana antes de la presentación de sus últimas cuentas, Sacyr anunció que había firmado un contrato con el grupo angoleño Griner para la venta de sus tres filiales africanas: Sacyr Somague Angola, Sacyr Somague Mozambique y CVC Sacyr Somague en Cabo Verde, por importe de 33 millones de euros sin incluir la deuda. Una operación enmarcada en la estrategia de reducir el riesgo de construcción en mercados no estratégicos y poner el foco de actividad en el negocio concesional de sus mercados de referencia, que aporta ya cerca del 80 % del Ebitda del grupo.
Conviene recordar que Sacyr entró en la actividad de construcción del mercado africano a través de su filial portuguesa Sacyr Somague, que ha ejecutado importantes proyectos en los tres países tanto de obra pública -puertos, autopistas y hospitales- como de edificación residencial e instalaciones deportivas.