VALÈNCIA. A Tesla Motors, la firma de coches eléctricos fundada y dirigida por Elon Musk, le están sacudiendo con fuerza en la bolsa estadounidense. Solo en el último mes, tal y como se aprecia en el gráfico adjunto, los títulos de la cotizada de Silicon Valley se han dejado en el camino un 30,65%, al hundirse desde los 379,57 dólares del 7 de agosto -muy cerca de sus máximos históricos marcados hace casi un año- hasta los 263,24 dólares del cierre de la sesión del viernes 7 de septiembre, que vivió la mayor caída en los dos últimos ejercicios.
Tamaño desplome le ha hecho perder 19.845 millones de dólares, al cambio 17.110 millones de euros, dado que los 64.752 millones de 'billetes verdes' de hace un mes se han reducido hasta los 44.907 millones. Todo en cuestión de cuatro semanas tras un espectacular -y explosivo- rally alcista que le llevó a valer hace apenas 30 días más en bolsa, por poner un ejemplo, que Repsol y CaixaBank juntos.
Pero, ¿qué ha pasado para justificar tamaño desplome? "La dimisión de su director de contabilidad en pleno proceso de investigación de la SEC estadounidense -la CNMV española- está investigando a la compañía se suma a la salida de la empresa de varios altos directivos, lo que ha puesto la mosca tras la oreja de los bolsistas, que temen que haya algo más que el mercado todavía desconoce", reconoce un gestor de fondos de inversión consultado por este diario. "La investigación viene derivada por el plan, que posteriormente abortó Elon Musk, de estudiar sacar de bolsa a Tesla cuando llegara a los 420 dólares por acción, lo que 'calentó' -y mucho- la cotización del valor".
"Estoy considerando sacar a Tesla de la Bolsa a 420 dólares. La financiación está asegurada", así tuiteó Musk el pasado 7 de agosto. Y la reacción no se hizo esperar: los ítulos se dispararon en cuestión de minutos hasta rozar sus máximos históricos situados en los 385 'billetes verdes' del 18 de septiembre de 2017. Todo ello pese a que en el primer trimestre de este año duplicó las pérdidas respecto al mismo periodo del pasado ejercicio, al presentar 'números rojos' de 1.527 millones de dólares.
Para más inri Musk aparecía en un programa en directo por internet fumando marihuana, lo que también impactó sobre las acciones de una Tesla que no deja indiferente a nadie en los últimos tiempos. Y es que en poco más de dos semanas su CEO pasó de anunciar la posible exclusión de bolsa a reconocer que seguirá cotizando en Wall Street. Dieciocho días después de su famoso tuit reconsideró su intención de la posible exclusión de bolsa porque sus inversores son "extremadamente" importantes para él porque "casi todos nos han acompañado desde que hicimos la empresa pública en 2010, cuando no teníamos coches en producción y solo teníamos una visión de lo que queríamos ser", apuntó el pasado 25 de agosto.
"Tesla es un valor que nos tiene acostumbrado a los fuertes bandazos y basta echar un vistazo a su gráfico. Como también a sus multimillonarias pérdidas, pero que se le haya abierto una investigación es como para andar con cautela con este tipo de compañías poco aptas para inversores con corazones débiles", añade el mismo experto consultado por Valencia Plaza. Y no le falta razón porque solo hay que ver el gráfico adjunto.
¿Es Tesla una buena opción de compra? "Mi recomendación es la de máxima precaución. La inversión en este tipo de empresas sólo es recomendable para inversores ávidos de riesgo y que estén continuamente encima del mercado". Así se pronunciaba Raúl Aznar, socio-director de la EAFI independiente del mismo nombre y fundador de Aznar Patrimonio y Finline, hace un mes en un panel de expertos que realizó este diario para conocer las luces y sombras de la marca de coches eléctricos.
En dicho panel Alejandro Martínez, cofundador de EFE & ENE Multifamily Office, aseveraba que Tesla es "una compañía de alto crecimiento y sus inversores son los mismos que entran en compañías muy escalables y de base tecnológica. Por esta razón a Tesla se le permite quemar dinero de forma desmesurada, mientras sus competidores no paran de ganarlo".
Para Javier Gómez, directorde Andbank en València, "Tesla trabaja en acumulación de energía y en movilidad, mediante la construcción de automóviles. Su plan es muy ambicioso pero ser quien fija las reglas en el nuevo entorno que se vislumbra es un gran premio para el que le acompañe. Sus resultados y ratios financieros no son buenos, y a tenor de los mismo es difícil justificar su precio actual".
Por su parte, Marc Garrigasait, gestor de los fondos de inversión Panda Agriculture & Water, Japan Deep Value y la sicav Koala Capital, reconocía abiertamente que "es una genialidad lo que ha conseguido Musk, pero yo de ninguna manera me atreveria a comprar acciones a los niveles de Tesla actuales. Está convenciendo a pequeños y grandes inversores que cambiará el mundo y acabara generando beneficios, aunque en el corto plaza pierda mucho dinero y se endeude".
Para entonces, hace un mes, Araceli de Frutos, fundadora de la EAFI unipersonal del mismo nombre, ya recomendaba al inversor particular "realizar plusvalías, ya que la situación financiera respecto a la generación de caja y el endeudamiento de la compañía no son muy propicios, a lo que se sumaría la próxima pérdida de subvenciones de los coches eléctricos".