CASTELLÓN. Los llaman 'cultubers' porque más que ser influencers, son divulgadores del conocimiento. Feminismo, neurociencia, física, escepticismo...entre sus temas no encontrarás un unboxing de ropa, un vídeo probando patatas del Tesco de Londres o un 'tag' de reggeaton. Ahora bien, tampoco quieren convertirse en un gremio "elitista". De hecho, Rocío Vidal pertenecería a este grupo, aunque ella no se atreve a etiquetarse como tal. Pero lo que sí es cierto es que la periodista castellonense dedica su día a día a divulgar la ciencia a través de su canal de YouTube: La gata de Schrödinger.
Fue después de terminar un Máster en Comunicación Científica que Vidal decidió ocupar YouTube para desmontar teorías conspiratorías o hacernos entender este mundo desde la forma más racional. No había muchos canales así, y mucho menos llevados por mujeres, con lo que el 15 de febrero de 2018 abrió su canal. Hasta la fecha, La gata de Schrödinger reúne más de 180.000 subscriptores y la periodista lo tiene claro; ser youtuber no debe estar mal visto, ni debe estremecer a esos padres a los que sus hijos les dicen que esta es su vocación. Así lo explicó ayer en la UJI, durante una charla titulada como 'Mamá quiero ser youtuber, pero científica'.
-¿Se presupone todavía que una mujer quiere hacer vídeos únicamente de belleza?
-Claro, igual que se piensa que los hombres solo hablan del Fornite. Además, todavía hace falta resaltar los estereotipos que hay en cuanto a lo que significa ser youtuber. Porque, no nos equivoquemos, necesitamos ensalzar la figura de YouTube como la de una plataforma que te permite divulgar contenidos de todo tipo. No tienen porque estar etiquetados. Por eso yo siempre resalto que sí yo soy youtuber y no pasa nada. Hay muchos tipos de perfiles y todos convivimos alegremente.
-¿Ves bien entonces que los niños deseen ser youtubers desde pequeños?
-Claro. Es que la sociedad ha cambiado tanto en tan pocos años que tampoco sabemos hacia dónde va esto de Youtube. Quizá mañana, y más con el artículo 13, reviente la plataforma y haga falta buscar otro canal donde expresarnos. Pero no es malo que los jóvenes tengan afán por comunicar sus cosas. A través de la pantalla también se crea comunidad. Así que si un niño te dice "yo quiero ser youtuber de mayor", tampoco lo veas como "madre mía, ¡qué horror!", sino como una oportunidad para que aprenda a comunicarse.
-Has cumplido tu primer año y tienes bastante repercusión entre la mar abunda de usuarios que habita en el canal. ¿Qué trajo a una periodista de Castellón hasta un lugar como este?
-Buff qué me trajo. Realmente terminé un trabajo en el que estaba, tenía algo de dinero ahorrado y al haber estudiado el Máster en Comunicación Científica pensé que quería ser realmente yo, sin intermediarios ni empresas, la que hablase de lo que me gusta, para comunicar la ciencia como tal. Además, me di cuenta de que había un nicho de mercado en YouTube, porque realmente hay pocos canales de divulgación y menos que los lleve una mujer.
-Romper cánones, estereotipos o techos de cristal. ¿Cuántas mujeres youtubers habrá por cada hombre?
-Para empezar ya somos pocos científicos, pero hasta hace un año no había canales de divulgación científica llevados por mujeres, al menos, destacados. Ahora por suerte ya no solo estoy yo, está Patri Tezanos que se centra en la neurociencia, o Ines Dawson. Cada vez hay más proliferación, porque esto también es una rueda. Si hay chicas que ven a chicas hacer otras cosas, van a pensar que también pueden hacerlo. Si solo tienen referentes masculinos, igual te cohíbe más hacer lo que realmente te gusta. Poco a poco iremos siendo más.
-Entre periodista y periodista, ¿Qué marca la agenda de tu canal?
-En parte la actualidad, evidentemente, pero lo cierto es que llevo 22 vídeos y antes de abrir el canal ya tenía una lista inmensa de cosas de las que quería hablar. Todavía no he llegado a ese punto de pensar en qué hago, ya que arrastró todos esos temas. Aun así, es cierto que hay muchos por petición popular. Al final, lo más importante es hacer lo que a ti te gusta, sino lo vas a pagar a largo plazo.
-¿Por qué cuánto trabajo hay detrás de esos "12 minutos" de vídeo?
-Muchísimas horas; documentarse es un mundo. Es verdad que hay temas que puedo dominar más y puede salir un guión más fluido, pero hay otros temas que me paso días o semanas leyendo libros para hacerlos. Y voy sumando; pienso en el libro que haré dentro de dos meses y ya me estoy documentando. También, cuesta trabajo la guionización, grabación, edición.... Es un trabajo a tiempo completo. Para sacar un vídeo semanal tienes que dedicarte tu jornada laboral completa a ello.
-Uno de tus vídeos con más visitas es sobre feminismo. Ya en la descripción reconocías que tenías nerviosismo por publicarlo. ¿Cuesta hablar y entender, casi a partes iguales, la doctrina feminista?
-Es cierto que hay una distorsión social también propiciada por ciertos grupos feministas que tienen mucha presencia en las redes y que han alterado el que para mí es el sentido del movimiento feminista, que es lograr la igualdad, además, codo con codo con los hombres. Pero hay un rechazo de base de mucha parte de la sociedad a todo lo que huela feminismo. Es como la pescadilla que se muerde la cola. No sé a dónde llegaremos...Yo desde mi humilde punto de no experta feminista, simplemente, de una mujer que se informa y que ha seguido muy de cerca el movimiento todos estos años, creo que tenemos que avanzar todavía mucho para que se entienda mejor nuestra lucha.
-Tu arte pasa por desmontar mitos. ¿Cómo estás segura de que hablas de algo nunca antes comentado?
-Sobre lo que hablo estoy segura de que en español no hay nada y en ingles quizás tampoco. El pensamiento crítico no ha estado muy metido en YouTube, y mucho menos el escepticismo que se basa en validar únicamente las cosas que tienen evidencia científica. No verás vídeos de "vamos a desmontar la homeopatía". Por eso vi un filón importante.
-¿Está lleno de pseudocientíficos?
-Al final cualquiera se puede poner a hablar de todo pero, si no eres riguroso con lo que dices, la comunidad te va a penalizar, porque no es tonta. En general, si haces contenidos que no son de calidad no vas a tener el éxito esperado.
-¿Y cómo ves el periodismo científico?
-En España hay mucha gente muy buena haciendo periodismo científico. Es algo que se está poniendo sobre la mesa, gracias además a Pedro Duque, el nuevo ministro de ciencia, que ha abierto de nuevo el debate de la evidencia o no científica y lo que implica está en la sociedad. Al fin y al cabo, YouTube es otra arma más, sobretodo para los jóvenes para meterles el conocimiento científico aunque sea con un poco de calzador.
-¿Cuál es tu mayor influencer a día de hoy?
-Mi influencer porque creo que es el mejor que hay en la actualidad es Quantum Fracture. No hay nadie de física que haga las cosas de bien como él en España. Es un referente, no sé a cuántas personas habrá animado a estudiar, pero ya solo por eso me parece el mejor.
-¿Qué consejos darías a esos niños que quieren ser profesionales de YouTube?
-Que si quieren hablar de algo que estudien bien sobre ese algo, que no tengan prisa y que cuando crean que de verdad tienen algo que decir lo haga. Siempre va a haber una audiencia por pequeña que sea, dado que YouTube es tan grande que siempre vas a encontrar gente a la que le interese lo que cuentas. También, que les dé igual lo que digan los demás. Siempre te van a criticar y sobretodo si tienes éxito.
-En tu caso, ¿Te ves mucho más tiempo con en canal?
-No lo sé, pero es una buena pregunta porque acabo de empezar y ya estoy un poco quemada. Es una profesión difícil, estás siempre sometida a la presión y a las expectativas de la gente. Preguntádmelo dentro de dos años a ver dónde estoy. Tampoco sabemos qué va a pasar con la plataforma, pero sí me veo haciendo este tipo de cosas, o videos o charlas. Al final YouTube es una forma de comunicar que puede estar en muchos otros lados. Aunque es evidente que la pantalla que te da de momento solo es comparable a la televisión. Eso sí me veo en la farándula, pero falta ver dónde.