VALENCIA (VP/EP). La reforma del sistema de financiación autonómica que perjudica a la Comunitat Valenciana desde al menos el año 2002 vuelve a estar entre las prioridades de Mariano Rajoy. El pasado 31 de agosto, en el debate de investidura tras el que obtuvo el voto en contra de la mayoría del Congreso, Rajoy respondió al portavoz de Compromís, Joan Baldoví, que el sistema no se había reformado en la anterior legislatura "porque había otras prioridades" y no adquirió un compromiso firme de reformarlo en la legislatura entrante: "Ojalá se pueda en esta legislatura llegar a un modelo de financiación autonómica que satisfaga a todos... que ya le adelanto que no es un tema fácil", manifestó.
Aquellas palabras le valieron muchas críticas al todavía presidente en funciones, quien dos meses después ha decidido proponer medidas "de inmediato" para empezar a resolver un asunto que para los valencianos sí es acuciante.
El candidato propuesto por el Rey para renovar como presidente del Gobierno expuso este miércoles en el Congreso de los Diputados, en su discurso de investidura, un conjunto de medidas de interés nacional que, en su opinión, deberían ser pactadas por los grandes partidos en una legislatura sin mayorías absolutas y tener el mayor consenso, para que perduren en el tiempo.
Entre ellas citó el envejecimiento de la población -y anunció que convocaría el Pacto de Toledo antes de fin de año para hablar del futuro de las pensiones-; los jóvenes y sus problemas de empleo -propuso un impulso del diálogo social y un pacto nacional por la educación que debería cerrarse antes de seis meses-; la inmigración; el cambio climático, y la incorporación a la sociedad de los grandes avances tecnológicos y científicos.
Fue al desarrollar estos grandes asuntos cuando Rajoy introdujo la necesidad de alcanzar un acuerdo sobre financiación autonómica. Se dirigió especialmente al PSOE, que gobierna en varias comunidades autónomas, al que sugirió abrir una negociación para reformar el modelo, ya que las comunidades son las que prestan los servicios de Educación, Sanidad, Dependencia y Servicios Sociales. "Esta reflexión no se puede hacer al margen o a espaldas de las administraciones directamente implicadas", afirmó.
Por ello, anunció que iniciará "de inmediato" los "trabajos preparatorios para la convocatoria de una Conferencia de Presidentes en el Senado" para tener un "diagnóstico compartido sobre el modelo y la suficiencia financiera, la puesta al día de los principios de solidaridad y cooperación que han marcado su desarrollo".
La propuesta de Rajoy plantea un sistema de financiación que asegure la "puesta al día de los principios de solidaridad y cooperación", así como la igualdad entre los españoles, y preserve la prestación de los servicios públicos de contingencias como los ciclos electorales o las crisis económicas.
En resumen, Rajoy ofreció a los grupos del Congreso pactar sobre cinco grandes asuntos de Estado que trascienden una legislatura: el sistema de pensiones, el impulso del diálogo social para apuntalar la economía y la creación de empleo, el modelo educativo, el sistema de financiación autonómica y la corrupción.
En el capítulo de la lucha contra la corrupción, el candidato del PP defendió las medidas aprobadas por su gobierno durante la pasada legislatura, porque, aseguró, "están haciendo ya más eficaz la prevención de los delitos y la tarea de los jueces".
Recordó también que en el acuerdo de investidura alcanzado por el PP con Ciudadanos se incluyen una serie de medidas que se ha comprometido a cumplir, y abrió este pacto al resto de grupos para que hagan sus aportaciones. "Realizo esta invitación desde la humildad y el reconocimiento de los casos que han protagonizado personas de mi partido, pero también desde la certeza de que en este campo, como en ninguno en la vida, nadie puede presumir de infalibilidad", manifestó.
El compromiso del presidente en funciones sobre la financiación autonómica no fue suficiente para el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, quien calificó el discurso de Rajoy de una "faena de aliño" y una intervención "sin alma y sin entusiasmo" y "sin querer ganar nada".
"Rajoy gana por agotamiento, no ha intentado seducir a nadie, en el caso de Rajoy ya sé que es complicado, pero es que ni lo ha intentado", manifestó. Baldoví manifestó que Rajoy ofreció sólo las cifras "favorables" que le interesan o que le han venido bien por la coyuntura económica del precio del petróleo o del aumento del turismo.
El portavoz de Compromís restó importancia a la apelación de Rajoy al diálogo, e insistió en que "nada" ha cambiado desde la investidura fallida de Rajoy del pasado mes de agosto. "Como nada ha cambiado, mañana nuestro voto será un no rotundo y el sábado igual", anunció, en referencia a las votaciones de este jueves y el sábado.