VALÈNCIA. El Ibex 35 sufrió ayer un duro correctivo de un 2,53%, que llegó a ser del 3,4% durante los primeros compases, en lo que fue su mayor caída desde octubre pasado. De este modo, el barómetro de la renta variable española echó el cierre por debajo de los 9.900 puntos, algo que no sucedía desde marzo de 2017.
La debacle de Wall Street en la víspera, con la mayor bajada de la historia en puntos del Dow Jones de Industriales, metió el miedo en el cuerpo a analistas, operadores, gestores e inversores en particular, que ya no recordaban una situación así desde hacía muchos meses.
Pero, ¿qué hay detrás de este desplome de las bolsas a nivel mundial? A continuación las opiniones de seis analistas de media docena de entidades financieras para tratar de dar respuestas a los lectores de este diario.
Para Nelson Cruz, director de Trading de Orey iTrade, "las caídas se han desatado por el miedo a las presiones inflacionistas en EE UU pero, sin duda, la gestión pasiva y las órdenes robotizadas han contribuido a que estos descensos se pronunciaran. Gran parte de las decisiones de inversión mundiales actualmente están automatizadas por lo que, cuando se dan caídas fuertes, los 'stops loss' fijados por los algoritmos van cayendo como fichas de dominó. Además, también las subidas sin descanso habían llevado a que los índices necesitaran una corrección sana".
A su juicio, "es curioso que, a pesar de estos movimientos tan agresivos, el mercado americano sigue prácticamente plano en el año, por lo que estas caídas podrían tratarse de una simple corrección técnica esperada"; mientras recomienda para quien esté dentro del mercado con una cartera diversificada a largo plazo que no venda.
Sin embargo, "los inversores de más corto plazo deben estar atentos a los movimientos para aclarar si es una corrección técnica saludable o algo más. En cualquier caso, las inversiones deben estar protegidas con 'stop loss" y, a su vez, recomienda vigilar los 9.500 puntos del Ibex 35 porque si los pierde "no tiene soportes relevantes hasta los 8.700 puntos".
Para Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank en España, el escenario sigue siendo favorable para las bolsas a medio plazo. Y para ello esgrime cinco razones:
En resumen, "creemos que todavía hay valor en la renta variable, aunque habrá momentos de volatilidad durante todo el año”.
Por su parte, Raúl Aznar, de Aznar Patrimonios, reduce a tres los motivos que han arrastrado a los mercados:
¿Cómo hay que actuar entonces ante esta situación? "Lo sucedido no tiene nada que ver con la economía real, la cual, sigue en un ciclo expansivo. El escenario de tipos de interés sigue siendo el mismo. No nos creemos los rumores de mayores subidas. Por lo tanto, no parece el momento de cambiar la estrategia; defensivos en renta fija, cortos de duración en renta fija".
Preguntado por si estas caídas son oportunidades de compra responde que "nos atrevemos a decir que, si tenemos renta variable en cartera, es el momento de incrementar posiciones. En cualquier caso, eso lo dejo a una entrevista y ver las circunstancias personales de cada uno".
Para Jorge González, director de Inversiones de Tressis, "puede que las valoraciones sean demasiado exigentes a pesar del fuerte crecimiento de los beneficios empresariales; puede que el miedo a más subidas de tipos en Estados Unidos de las deseadas por los operadores de mercado les haya llevado a reposicionar las carteras; o que los algoritmos que rigen los mercados de futuros tuvieran mayor incidencia de la habitual. Quién sabe si simplemente es una recogida de beneficios o si por el contrario estamos ante el inicio de un mercado bajista, apostamos por lo primero".
Por otro lado advierte que "no se sabe si porque de verdad lo piensan o porque estaban mirando a los mercados, miembros de los principales bancos centrales mandaban antes de ayer un mensaje de tranquilidad a los inversores en bonos".
Finalmente recuerda que "otros activos que están en medio de la montaña rusa son el petróleo y el bitcoin, muestra de la huida de los activos de riesgo. Aunque no se sabe hacia dónde ha ido el dinero, puesto que el oro, con la que está cayendo, no parece tener un rumbo claro. A nivel político, en Europa siguen las negociaciones en Alemania y los roces entre la UE y el Reino Unido. Pero eso, en una semana como esta, no importa".
"No hay necesidad de entrar en pánico por la corrección de los mercados ya que el subyacente de la economía global es fuerte", afirma Lukas Daalder director de Inversiones de Robeco Investment Solutions. “En nuestra perspectiva para 2018, dijimos que nuestro resultado preferido para los mercados era un poco más de volatilidad en las acciones y mayores rendimientos de los bonos",así que vigila tus deseos, que pueden hacerse realidad".
Daalder recuerda que "tuvimos que esperar hasta la primera semana de febrero para cumplir nuestros deseos; es desagradable, pero nuestro mensaje es claro: ¡no se asuste! Una de las principales características de esta venta es que se trata de acciones, normalmente uno esperaría que todos los activos de riesgo, incluidos los bonos de alto rendimiento y la deuda de los mercados emergentes, también se vendieran, pero las pérdidas en estas clases de activos han sido pequeñas".
Asimismo, según añade, "como tal, esto parece indicar que se trata de una corrección mucho más técnica, especialmente en las acciones que continuaron subiendo y subiendo sin ninguna razón. Estaban sobrecomprados, por lo que en algún momento era lógica una corrección".
Gero Jung, economista jefe de Mirabaud Asset Management, apunta que "el desplome de las bolsas se debe, ante todo, al temor ante una rápida subida de la inflación, además de a una subida de los tipos de interés más acusada que la prevista por parte de la Fed, lo que ha generado una subida de los tipos de bonos. No hay realmente ningún indicador económico que justifique una caída de tal calado. El mercado, que anticipaba pocas subidas de los tipos a lo largo de este año, se ha dado cuenta de que, a raíz del comunicado de la FED de la semana pasada y de unas cifras del mercado laboral (incluida una subida de los salarios) mejores de lo esperado, tal vez se había equivocado".
Jung manifiesta que esta caída es pasajera y no hay riesgo de que Estados Unidos entre en recesión. "Todo lo contrario, con un crecimiento esperado del 5 % en el primer trimestre (según la Fed de Atlanta) y unos balances sólidos de los hogares, las cifras resultan alentadoras. No nos encontramos en un escenario similar al presenciado en 2007, cuando la economía estaba al borde de la recesión. Tampoco es el caso de Europa. Debe considerarse la reacción de un mercado que estaba mal posicionado en cuanto a las expectativas de inflación y de la FED, y que ahora se reajusta".
Bien es cierto que reconoce que el mercado estadounidense ha alcanzado un nivel elevado. Sin embargo, "si se tiene en cuenta la bajada de los impuestos de sociedades y el incentivo que podría anunciarse este año, dichas valoraciones de acciones no son injustificadas. Considero todo ello una corrección pasajera, que no está justificada por los fundamentales. Por tanto, no es el momento de vender. Permanecemos neutros, pero es posible que aprovechemos esta bajada, dado el caso, para la recompra de acciones más adelante".
Y para terminar recuerda que "el franco suizo apenas se mueve respecto al dólar y al euro. Determinadas monedas refugio, como el yen japonés, se han apreciado recientemente, aunque sin alcanzar situaciones extremas. El franco suizo debería permanecer estable; mientras en el medio plazo, el euro debería beneficiarse del entorno favorable al crecimiento y de la normalización de los tipos reales”.