VALÈNCIA. El Gobierno valenciano ha decidido reabrir el interior de bares y restaurantes a un 30% de su aforo y volver a recuperar el 100% de las mesas en terraza. Así lo daba a conocer este jueves el president de la Generalitat, Ximo Puig, tras la reunión de la Mesa Interdepartamental contra la covid del Gobierno valenciano donde se ha generado un intercambio de cromos entre partidos con las medidas.
El último anuncio de Puig, sumado a la decisión de la mayoría de Consejos Escolares Municipales así como las universidades de mantener el calendario previsto respecto a los festivos, no invita a la esperanza de seguir con las cifras contenidas de las últimas semanas, en las que se ha logrado bajar la incidencia acumulada a 54,12 casos por cada 100.000 habitantes. Y es que, solo en València capital, unas 250.000 personas entre alumnos, docentes y trabajadores vinculados a centros educativos, tendrán vacaciones la próxima semana a pesar de la cancelación de las fiestas.
Una vez más, el jefe del Consell ha depositado la confianza en los ciudadanos, como ya lo hizo en unas Navidades que generaron una tercera ola que dejó muchos contagios y muertes por el camino. De hecho, a la pregunta sobre si no decretar los días festivos de Fallas como lectivos podría ocasionar un aumento de la incidencia, aseguraba que siempre han intentado buscar durante la pandemia "espacios de corresponsabilidad" y advertía: "No estamos para fiestas".
"Yo confío en la sociedad valenciana y en la comunidad educativa y estoy seguro que estos días se van a aprovechar para descansar y también para vacunarse, lo cual es muy positivo", apuntaba. "Cuando hay un espacio no laborable que cambia el esquema habitual de la rutina pues podría establecerse en el imaginario colectivo que estamos en fiestas, pero no hay Fallas, no hay fiestas y no hay Pascua, por lo que se debe hacer una mirada más introspectiva y en formato reducido todo, y con precaución", se excusaba.
"Si seguimos haciéndolo tan bien como el mes pasado los resultados nos van a acompañar como lo han hecho ahora", insistía. Evidentemente, este último paquete de medidas ha comportado un cierre de los interiores que a partir del lunes no estará vigente -con los riesgos que conlleva-, por lo que la situación no es exactamente la misma a pesar las bajas cifras de contagios. No obstante, sí han mantenido una serie de contenciones como mantener el máximo de cuatro personas por mesa y las mascarillas mientras no se consume, garantizar la ventilación obligatoria en interiores, sin servicio de barra, y hasta las 6 de la tarde como hora de cierre.
Además, estas medidas estarán en vigor hasta el 12 de abril con el fin de abarcar las vacaciones de Pascua, aunque Puig se ha reservado la posibilidad de realizar modificaciones si fuera necesario. "Todavía no estamos para fiestas, ni para incrementar la movilidad, ni para aumentar la sociabilidad en exceso", recalcaba, tras declarar las medidas del Consell como "una desescalada responsable".
En todo caso, el presidente de la Generalitat se escudó en que se trata del paquete de restricciones "más cauteloso de toda España, de las 17 comunidades", con el objetivo de que la recuperación sea más rápida y solvente en los próximos meses de vacunación masiva, donde el jefe del Consell depositó la confianza en una recuperación más rápida. Mientras, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, aseguró que los departamentos habían recuperado la trazabilidad con las cifras de contagios actuales. En la última actualización se registraron 300 nuevos casos.
A partir del lunes, también se permite la reapertura de los gimnasios, pabellones, piscinas e instalaciones deportivas de interior, con un aforo máximo de un tercio, así como la reanudación de las actividades de ocio educativo, ludotecas y centros de ocio juvenil, en grupos de hasta diez personas, y con un aforo máximo de un tercio.
En cuanto a la tercera medida novedosa, se aumenta en un tercio el aforo para ceremonias nupciales, bautizos, velatorios o similares, con un máximo de 20 personas al aire libre y de 15 personas en espacios cerrados. Entre las restricciones que se mantienen se encuentra el toque de queda a las 10 de la noche, la limitación de las reuniones en viviendas a las personas convivientes y la prórroga del perimetraje autonómico.
Durante el acto, Puig tambien justificó sus medidas con datos, como la reducción en el último mes y medio de la incidencia un 96%, al pasar de 1.500 casos a 57 - a fecha del miércoles-, la mayor reducción experimentada en España, por lo que la Comunitat Valenciana registra actualmente la mitad de incidencia que la media española .
Además, señalaba que las personas ingresadas han pasado de 4.700 a 700. De hecho, volvía a su discurso de sacar pecho y recordaba que la Comunitat Valenciana mantuvo al inicio de la pandemia insistido en que, a lo largo de este año, la Comunitat Valenciana ha experimentado una incidencia por debajo de la media española en el 87% de los días transcurridos.