VALENCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, mantendrá este lunes un encuentro con los tres máximos responsables de las diputaciones provinciales: Jorge Rodríguez (Valencia), César Sánchez (Alicante) y Javier Moliner (Castellón). Este será la segunda reunión en el Palau del jefe del Consell con los presidentes de estas instituciones tras la que tuvo lugar en julio de 2015.
Así, y aunque fuentes conocedoras de la cita aseguraron que no hay un orden fijado sobre los puntos a tratar, se presume que el asunto central a tratar será el fondo de cooperación local que se quiere impulsar desde el Gobierno autonómico. Una vieja reivindicación del municipalismo que, aunque contemplada por ley desde 2010, nunca ha sido dotada de presupuesto.
Ahora, el Consell de Puig ha anunciado que pondrá sobre la mesa 40 millones de euros destinados al citado fondo y espera que las diputaciones aporten la misma cantidad repartidos por criterios poblacionales en una aportación de 20,6 millones de euros por parte de la corporación provincial de Valencia, 13,6 millones de euros por parte de Alicante y 5,7 millones de euros por Castellón.
Dirigentes del Gobierno valenciano, como el director general de Administración Local, Toni Such, llevan varios meses manteniendo contactos con los responsables de las diputaciones con la intención de conseguir la colaboración de estas instituciones para este fondo que tiene un carácter "incondicionado": es decir, son recursos que los propios ayuntamientos se encargarán de decir en qué son empleados.
Cabe recordar que dos de las diputaciones, la de Alicante y Castellón, se encuentran gobernadas por el Partido Popular. Una circunstancia que endurece el debate para esta colaboración entre el Consell y las instituciones. Por el contrario, el proyecto tiene luz verde por parte del socialista Jorge Rodríguez, al frente de la Diputación de Valencia.
Otro de los puntos que probablemente se aborde durante el encuentro serán los decretos de Coordinación de Turismo y Deporte impulsados por el Gobierno valenciano y que fueron recurridos por las diputaciones controladas por el PP. Estos decretos, a juicio de los populares, se han presentado para adelgazar la capacidad de maniobra y presupuesto de las instituciones provinciales porque se encuentran gobernadas por un partido desde distinto signo político.
En cambio, desde el Consell, con un presidente como Puig favorable a la desaparición de las diputaciones, se subraya que las competencias de los decretos son de ámbito autonómico por lo que las corporaciones provinciales no deberían ejercerlas, con lo que han creado un instrumento de coordinación de las mismas.