VALÈNCIA. Las cosas de palacio van despacio. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, impulsará este viernes varios cambios e incorporaciones en el segundo escalón del Gobierno valenciano, si bien por el momento no acometerá una reestructuración más profunda en la Conselleria de Sanidad que viene siendo objeto de debate en el núcleo duro del jefe del Ejecutivo.
Así, este jueves se confirmaron dos de las salidas de las que ya había informado Valencia Plaza. El subsecretario de Innovación -José Villar- y el de Sanidad -David Fernández- dejan paso respectivamente a Verónica López y Mónica Almiñana. La primera, exdiputada socialista, ya participó en el Ejecutivo como directora general de Justicia en la pasada legislatura, si bien fue cesada por la consellera Gabriela Bravo. En cuanto a la segunda, fue gerente del Hospital La Fe hasta junio de 2019. Un nombramiento de la titular de Sanidad anterior, Carmen Montón, que causó polémica porque se realizó a través de un concurso que fue impugnado y que en febrero de este año fue anulado por el TSJCV.
No obstante, a última hora de la tarde otros nombramientos se perfilaban en distintos puestos que se encuentran vacantes y varios de ellos podrían plasmarse en el Pleno del Consell de este viernes. De esta manera, 14 meses después de que se iniciara la nueva legislatura, Puig se ha decidido a cubrir algunas plazas en Presidencia: distintas fuentes señalan a la designación de Juan Ángel Poyatos como director general de la Coordinación de la acción de Gobierno. De esta manera, el PSPV recupera a un activo que en la pasada legislatura dio buen rendimiento en el segundo escalón de consellerias como Economía y Hacienda.
Por otro lado, altos cargos del Consell apuntaron a la incorporación de Elvira Ródenas, secretaria de Relaciones Institucionales de UGT-PV, en la Dirección General de Trabajo que recientemente ha abandonado Gustavo Gardey el puesto por motivos de salud. En cuanto a otras designaciones pendientes, distintas fuentes señalaron el probable ascenso del asesor Jaime Peris a jefe de Gabinete de Sanidad mientras también se especulaba con que el también asesor Salvador Broseta pudiera hacer lo propio y ocupar ese cargo en Justicia. En ambos casos las plazas están vacantes.
Por otro lado, según pudo constatar este diario, el ex secretario general del PSPV Jorge Alarte también se reunió con Puig en la tarde de este jueves. Así, una visita al Palau en un momento en el que se están acometiendo cambios en el Consell solo podía indicar que el presidente de la Generalitat podría realizar algún ofrecimiento a su predecesor en el liderazgo del PSPV.
Distintas fuentes señalaron como el ofrecimiento más probable la Dirección General de las Relaciones con las CCAA y Representación Institucional, más conocido popularmente como la 'embajada' del Consell en Madrid. Aunque en la tarde noche de este jueves no existía confirmación oficial de que el exlíder socialista hubiera aceptado la oferta, altos cargos consultados por este diario confiaban en el 'sí quiero' de Alarte.
Por otro lado, distintas fuentes socialistas coincidieron en que también estos días se ha producido un debate que a lo largo del jueves terminó de zanjarse: la posibilidad de dar por amortizada la Secretaría Autonómica de Comunicación que hasta ahora ha ocupado Blanca Marín.
Un puesto en su día creado por el exlíder del PPCV, Francisco Camps, y cuya utilidad han cuestionado muchos altos cargos socialistas. Más aún cuando recientemente se ha incorporado al equipo de Puig el periodista Pere Rostoll como director general de Relaciones Informativas. Con este escenario, distintas fuentes planteaban que las competencias de la citada secretaría autonómica podrían repartirse en otras áreas del Palau y eliminar el puesto, evitando así un rango superior por encima del equipo de prensa del jefe del Consell.
No obstante, la decisión final -según anotaron fuentes socialistas- se dirigía a renombrar el cargo y redefinir sus competencias pasando a denominarse Secretaría Autonómica de Prospección y situando al frente a Beatriz Gallardo, catedrática de Lingüística de la Universitat de València.
Ahora bien, donde no parece que se vayan a producir avances, al menos de momento, es en la reestructuración global en la Conselleria de Sanidad sobre la que se viene debatiendo buena parte de la semana en el Palau de la Generalitat. Puig y sus principales colaboradores llevan varios días estudiando la posibilidad de acometer cambios incluso competenciales para un rediseño de esta cartera que, según distintas fuentes, posea mayor agilidad y eficiencia para afrontar una recta final del año que se presenta complicada por la expansión del coronavirus.
En esta línea, se han barajado distintas ideas -inclusos también más relevos de altos cargos a la búsqueda de otros perfiles- que, al menos en la tarde noche de este jueves, no parecían concretados. Es más, diversos altos cargos del Ejecutivo apuntaron que estos posibles cambios, especialmente si vienen dotados de una complejidad que incluya variaciones estructurales o competenciales, podrían posponerse hasta después del Debate de Política General, previsto para la tercera semana de septiembre. Sobre esto, conviene recordar que si el PSPV de Puig pretende acometer una reforma especialmente profunda en este departamento deberá contar además con la opinión de Compromís, que controla un apartado fundamental del área como es Salud Pública.
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