FOTO: GVAVALÈNCIA. (EP). El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha abogado este martes por conseguir "desde el diálogo" una "suma de soluciones, porque no hay una solución única" sobre el agua "sin demagogias, sin frentismos, pero buscando una solución lo más rápida posible porque la situación es muy complicada".
Así se ha pronunciado Puig en declaraciones a los medios sobre su reunión con miembros de comunidades de regantes de la Vega Baja y del Tajo-Segura, en la que les explicará la posición del Consell respecto a los recursos hídricos y les mostrará la "solidaridad en un momento tan complicado".
El presidente ha recordado que la semana pasada explicó a la ministra de Agricultura, Medio Ambiente, Pesca y Alimentación, Isabel García Tejerina, el estado de la situación. Puig ha indicado que "no se puede confrontar a los regantes con los ciudadanos respecto al uso del agua, porque es evidente que el primer uso es el de boca", pero ha subrayado que para la comarca de la Vega Baja es "fundamental que se garantice un riego sostenido".
Por ello, ha defendido "activar al máximo la desalación" y la ministra "se comprometió a que antes de junio ya se podrá gestionar el doble de hectómetros, 80". Al mismo tiempo, considera que hay que avanzar en la modernización de riegos, la depuración y el tratamiento de las aguas, así como el trasvase.
Ha admitido que la situación en el Tajo es "muy complicada" pero si no cambia la situación se debe producir un trasvase, ha recordado que no ha habido ninguno desde mayo, y ha indicado que el "problema añadido" es que "si además de no haber agua trasvasada se tiene que pagar, aún la economía de los agricultores se pone en mayor dificultad", por lo que defiende la moratoria de pago.
