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entrevista al presidente de la generalitat

Ximo Puig: "La negociación de Rajoy con Euskadi y Canarias es una pedagogía nefasta para España"

2/07/2017 - 

VALÈNCIA. Con motivo del segundo aniversario del Consell que lidera Ximo Puig (Morella, 1959), el presidente de la Generalitat recibe a Alicante Plaza en su despacho del Palau para analizar la actualidad y reflexionar sobre los distintos frentes abiertos tanto en la política autonómica como en la nacional.

El dirigente socialista esgrime con pasión su tesis sobre los problemas de España sin sacar del foco en ningún momento la perspectiva valenciana. En esta línea, manifiesta su confianza en que la comisión de expertos diseñada para estudiar el sistema de financiación avalará lo que Puig bautizó tiempo atrás como "el problema valenciano".

Sobre esto, el presidente de la Generalitat no teme opinar respecto a las negociaciones bilaterales que se han producido por parte del Gobierno de Mariano Rajoy con País Vasco y Canarias para sacar adelante los presupuestos: "Es una pedagogía nefasta", sentencia, para preguntarse a renglón seguido: "¿Cómo puede funcionar un estado cuando resulta que en función de las actuaciones parlamentarias se hace política territorial? Este es uno de los problemas graves que tiene España ahora".

-Hemos llegado al ecuador de la legislatura, ¿piensa mantener el Consell sin ningún cambio hasta 2019?
-Ese es el objetivo. Otra cosa es que puedan ocurrir muchas circunstancias de aquí hasta el final de la legislatura, pero la voluntad es mantenerlo porque para mí es fundamental la estabilidad y creo que el equipo está trabajando ahora a una buena velocidad de crucero. Por otro lado, las encuestas que se han publicado indican en general una buena valoración de la acción de gobierno con lo cual creo que debemos seguir avanzando con el mismo equipo.

Puig gesticula durante la entrevista concedida a Valencia Plaza. Foto: EVA MÁÑEZ

-¿Cómo ha vivido los problemas de Mónica Oltra con la crisis de los centros de menores?
-Es una materia altamente sensible y creo que la gestión que se está haciendo es siempre pensando en los menores. Al final, el objetivo es lograr que los menores encuentren su espacio en familias acogedoras y hay que dotarlas para ello del máximo apoyo posible.

-Pero la polémica surge a partir de que Oltra saca el tema cargando contra la gestión anterior del PPCV y ahí es cuando se descubre que las cosas no están funcionando...
-Desde hace un tiempo se estaba actuando y Oltra venía cambiando la política de menores; otra cosa es que haya algún escenario concreto donde se hayan producido circunstancias muy negativas.

-En esta primera parte de la legislatura el Consell y los partidos que lo sostienen han recurrido frecuentemente a acusar del mal funcionamiento de determinadas áreas a la anterior gestión del PP. ¿Se va acabando ese recurso después de dos años de gobierno?
-A mí me gustaría poder hacer más cosas y pensar en más proyectos en positivo, pero desgraciadamente la herencia está ahí. No es una excusa, es la realidad. Muchos plenos del Consell nos desayunamos con que tenemos que inyectar más recursos a grandes agujeros anteriores. Y no hemos desactivado todas las minas todavía. Algunas hemos superado, como la SGR, las ayudas a la vivienda... otras estamos en ello. Pero no es un problema de estar poniendo el escudo de la herencia, es que es una realidad permanente y a nosotros nos gustaría que nos juzgaran por lo que hacemos ahora. Si la segunda conselleria en presupuesto no fuera el servicio de la deuda, se nos podría exigir más en otros ámbitos en los que ahora no podemos actuar.

-Hablando de capacidad económica, ¿habrá nuevo modelo de financiación autonómica este año?
-Ese es el compromiso de Rajoy y así debería aprobarse en el presupuesto de 2018. En este aspecto creo que hemos avanzado para que se haya producido unanimidad en la sociedad valenciana: el problema valenciano de infrafinanciación, infrainversión y deuda, existe, se ha visibilizado en Madrid y es muy difícil que desde allí alguien seriamente lo niegue. Es cierto que en momentos determinados, como por ejemplo con las inversiones, el PP diga algo y luego se desdiga, pero yo quiero salvar lo positivo del acuerdo. Hemos iniciado una relación bilateral con casi todas las CCAA y luego en la Conferencia de Presidentes logramos que se pusiera una fecha, lo cual fue una posición del Gobierno valenciano, que también presionó para que se pusiera en marcha la comisión de expertos. Ha habido multitud de reuniones y en este punto el papel del profesor Francisco Pérez -representante valenciano en el órgano- ha sido básico para buscar complicidad y comprensión sobre este problema. Todo esto es munición para conseguir nuestro propósito, que es una financiación adecuada.

Ximo Puig. Foto: EVA MÁÑEZ

-Este mes de julio se conocerá precisamente este informe. ¿Es optimista sobre lo que puede ocurrir?
-Soy optimista en cuanto al informe sobre todo por el magnífico trabajo del anterior grupo de expertos nuestros y del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), y ahora por la labor como digo del profesor Pérez que creo que ha conseguido que el conjunto de expertos de la comisión avale gran parte de nuestras tesis sobre todo residenciadas en la insuficiencia financiera para los servicios públicos fundamentales en el conjunto de las CCAA y pienso que, precisamente, hablar del conjunto de la tarta es lo esencial. Así que soy bastante optimista de que pueda haber un informe que recoja un diagnóstico adecuado y ayude a desbrozar el futuro en el ámbito político.

-El Consell se queja de falta de financiación, pero lo cierto es que la financiación llega, otra cosa es la injusticia de que llegue vía préstamo FLA lo que debería ser una transferencia. Pero la Generalitat sí tiene cada año los ingresos previstos...
-No exactamente porque nosotros aspiramos a la suficiencia financiera y al cumplimiento de la Lofca, que lo que dice es que se debe dotar a las CCAA para sus competencias. Nosotros aún gastamos menos e incurrimos igualmente en déficit. Esa es la singularidad valenciana. El FLA atiende la tesorería, sí, pero todo esto nos genera más deuda y no salimos de este círculo vicioso. Lo que planteamos en nuestro modelo es que se ponga sobre la mesa la deuda propiciada por la infrafinanciación y ahí el ministro de Hacienda se mostró abierto a estudiarlo.

-El País Vasco y Canarias han arreglado su financiación, además de un paquete de inversiones del Estado, gracias a la negociación bilateral con Rajoy a cambio de apoyar los Presupuestos. ¿Le habría gustado que Compromís hiciera lo mismo?
-En primer lugar, esa negociación me parece una pedagogía nefasta. ¿Cómo puede funcionar un estado cuando resulta que en función de las actuaciones parlamentarias se hace política territorial? Este es uno de los problemas graves que tiene España ahora.

-Pero esto se ha hecho muchas veces, tanto PP como PSOE...
-Sí, pero yo creo que esa es una parte del problema territorial de España. Es evidente que ahora hay una minoría parlamentaria y debe completarse, pero creo que debería hacerse en función de las políticas generales, no solo para los grupos que apoyan al gobierno de turno. Todo esto incide en la crisis territorial de España: a mí lo que me gustaría es que hubiera equidad, igualdad, que se trataran los problemas en función de parámetros de racionalidad. Es obvio por ejemplo que se debe invertir en el Corredor Mediterráneo, también en otras cosas en otras partes de España, pero no se puede en política de infraestructuras no atender a la realidad económica y en cuestiones que tienen que ver con el estado de bienestar no se atienda a la equidad, porque todo eso al final configura una España a varias velocidades por el nivel de asimetrías existente.

-Usted ha sido muy crítico con el cupo vasco, que con este acuerdo se ha mejorado notablemente…
-El problema del concierto, que es cierto que está en la Constitución igual que lo están valores fundamentales como la equidad, no lo es tanto como el cupo. Lo que tiene que ser es un proceso transparente y creo que precisamente gracias a la comisión de expertos se va a aclarar. No podemos seguir haciendo trampas al solitario: lo que vale la sanidad, la educación... esto es en función de cada ciudadano y por tanto puede haber medidas complementarias por la falta de equidad de partida. Creo que el sistema de financiación debe ser solidario pero no falsamente solidario. En estos momentos la Comunitat Valenciana está 11 puntos por debajo de la renta per cápita y aporta como si estuviera por encima de la renta per cápita. Hay que elevar el rigor en esta cuestión.

-¿Qué habría que hacer entonces con el cupo vasco? Todo apunta a que el PSOE apoyará la mejora del cupo precisamente...
-El cupo vasco, históricamente, ha sido aprobado en Euskadi por todas las fuerzas políticas. Esta situación de falta equidad permanente no puede existir. Así que estoy de acuerdo en que exista el concierto y sea un instrumento singular de la gestión vasca. Al final, creo que debemos aportar todos de forma equitativa, eso es lo que veo racional. Ahora bien, tampoco lo quiero plantear como un conflicto victimista contra el País Vasco porque de lo que se trata es de hacer un ejercicio de racionalidad y evidentemente saber que debemos llegar a un momento de equidad entre la fiscalidad, la inversión, el gasto social...

El presidente de la Generalitat explica la gestión del Consell en el segundo aniversario de gobierno. Foto: EVA MÁÑEZ

-¿Ha perdido credibilidad el PSOE con la abstención en el CETA?
-Las circunstancias políticas en momentos determinados pueden generar cierta confusión. La Comunitat Valenciana tiene una mirada profundamente antiproteccionista, de apertura, así que para que nuestras empresas haya una regulación que vaya por el camino de bajar aranceles es positiva. Es verdad que en los acuerdos comerciales hay partes que pueden ser más o menos discutibles y generan problemas de interpretación. De hecho, al parecer la posición del PSOE viene derivada sobre quién interpreta finalmente los conflictos en los acuerdos y en ese aspecto yo podría coincidir. En cualquier caso, el futuro pasa por regular de una manera abierta las relaciones comerciales entre los países y desde luego para la Comunitat Valenciana los acuerdos con Canadá son positivos pero también pienso que hay que establecer las cláusulas que sean necesarias para no perjudicar el interés general.

-Compromís ha rechazado el CETA, ¿ahí su posición es la del presidente o más bien del Consell si es que se ha hablado?
-A ver, la realidad es que el Consell no tiene ningún tipo de intervención sobre el acuerdo o no del CETA. No votamos sobre esto ni tenemos capacidad sobre ello.

-Pero en Les Corts sí votaron a favor...
-Sí, como podemos apoyar una posición en grandes cuestiones pero el Gobierno valenciano no tiene capacidad de votar sobre ello. Sí que digo que nosotros vamos a tratar de mejorar nuestro posicionamiento en Canadá, que es muy importante ahora con la situación que hay en Estados Unidos. Así que las reglas del juego no las podemos marcar nosotros pero yo quiero jugar en ese campo, porque tenemos ahí la cerámica, el calzado, la industria alimentaria... que pueden entrar en ese mercado.

-¿Le sorprendió de cualquier manera el viraje? ¿Estuvo bien coordinado?
-Estas cuestiones tienen su proceso de maduración y la abstención es una posición política que viene relacionada con este aspecto del tratado que puede considerarse no positiva. Abstención es abstención y con ello salió adelante, porque no es un no.

-Otro conflicto abierto en este caso en el Gobierno valenciano es sobre el sistema de envases retornables, el SDDR, donde hay una fuerte oposición de grupos políticos y empresariado en esta cuestión. ¿Va a salir adelante en esta legislatura?
-Hay un problema grave que debemos resolver con los residuos. Este tipo de reciclaje no está funcionando adecuadamente porque estamos por debajo de los resultados en los que que deberíamos estar, por lo que hay que tomar decisiones. Para ello hay una mesa de diálogo que está pilotando la conselleria y en ese marco habrá que buscar soluciones porque debe optimizarse esa gestión. No es cuestión de acometer un cambio radical de hoy para mañana sin este necesario diálogo.

El jefe del Consell, en los sillones donde recibe las visitas institucionales. Foto: EVA MÁÑEZ

-Hablando de otros problemas, uno de los actuales y casi permanente es el que atañe a la Conselleria de Educación y al decreto de plurilingüismo. ¿No está desoyendo este departamento a la justicia cuando ha suspendido el citado decreto sin la previsión de hacer otro sistema para septiembre cuando empiece el curso?
-Es que hay muchas cuestiones que se están realizando que no están suspendidas como tales. Nosotros cumpliremos con las resoluciones judiciales pero esto es compatible con dar respuesta a un problema gravísimo que radica en que los niños y niñas valencianos llegan a su graduación con una competencia lingüística limitada: un 36% en valenciano y un 6% en inglés. Este decreto se saca adelante para dar respuesta a esto. Hay cuestiones que ya se estaban llevando a cabo de alguna manera por lo que para la matriculación no tiene objeto, donde hay un problema es con la certificación que no se va a producir hasta 2023 con lo que realmente...

-No entramos en el fondo de si el decreto es bueno o malo, el problema es que está suspendido y la conselleria tiene intención de aplicarlo en septiembre.
-Lo que ha hecho la conselleria es preguntarle a la Abogacía de la Generalitat cuál es el camino para intentar conseguir el objetivo político de la capacitación lingüística de los alumnos sin alterar lo que es una resolución judicial. Así que la conselleria actuará bajo esos criterios. También quiero decir que este es un decreto que tiene todos los avales jurídicos y que el Gobierno de España no recurrió: no es un invento del conseller Marzà, está basado en lo que dicen expertos de distintas universidades nacionales e internacionales. 

-¿Cómo ha visto los cambios en Podemos, que es su socio externo en el Pacto del Botánico?
-Lo primero que debo mostrar es el máximo respeto a las decisiones que se toman dentro de otros partidos. Tengo que decir que solo tengo palabras de agradecimiento a Antonio Montiel, hemos tenido una relación positiva y leal. Por otro lado, todas las veces que he hablado con Antonio Estañ me ha parecido una persona inteligente y respetuosa. 

-¿Cree que puede haber problema para el mantenimiento del acuerdo?
-Creo que no. Entiendo que Podemos puede tener su propia estrategia y tendremos que intentar combinar para que este proceso de cambio en la Comunitat continúe en estos dos años.

-¿Cómo ve lo que ha ocurrido en Ciudadanos con una escisión de cuatro diputados en Les Corts? ¿Puede afectar de alguna manera en la cámara?
-Bueno, en el día a día parlamentario va a afectar porque al final es un grupo que tiene una actitud común,. En cualquier caso, yo trato de no inmiscuirme en las cuestiones de otros partidos.

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