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sergio garcía, GERENTE DEL HOSPITAL IMED BURJASSOT

"Profesionalizar la gestión en la sanidad pública mejoraría mucho los servicios"

16/01/2017 - 

VALENCIA. Imed ultima la apertura de su nuevo hospital en Burjassot, un centro de atención general en el que se atenderán la "práctica totalidad" de especialidades médicas y que contará con 185 habitaciones individuales, más de 100 despachos destinados a consultas externas y 15 quirófanos y que empleará a 200 profesionales de entrada, con previsión de llegar a los 400 a plenos rendimiento.

Sergio García es su nuevo gerente y conoce bien tanto la sanidad pública como la privada. Dimitió como gerente el hospital de Xàtiva con el actual Consell tras ser el único superviviente de los gerentes de la etapa anterior. Lo hizo por unas dimisiones y nombramientos impuestos con los que no estaba de acuerdo. 

García vuelve al grupo Imed, con el que ya trabajó hace algunos años. Usuario confeso de la sanidad pública, aboga por su profesionalización y por contribuir a mejorar la privada. El hospital de IMED -con 12 años de trayectoria- llega tras más de 20 años sin que se abra en la ciudad ningún centro privado. Su primer centro fue en Benidorm el Hospital de Levante en 2004. Actualmente, cuenta con cuatro centros; dos hospitales en Benidorm y Elche y dos centros policlínicos en Teulada y Torrevieja.

- ¿Necesita Valencia más hospitales?

- La competencia es sana. Es un proyecto que está pendiente desde hace siete años y ahora va a hacer seis de la puesta de la primera piedra. Pero entendemos que sí hacía falta. Ha habido una hegemonía histórica de 40 años, probado, contrastado, pero nosotros queremos ofrecer un nuevo modelo de atención con profesionales -especialmente los médicos- integrados en el hospital, que trabajen en exclusiva y evitar ese modelo de puertas abiertas y arrendamiento de consultas. Queremos funcionar como un hospital jerarquizado, siguiendo la estructura de un hospital público.

 Con esta apertura incluso está haciendo que la competencia actualice sus instalaciones para, como mínimo, ofrecer el mismo nivel hostelero y por eso pienso que somos beneficiosos. Al final el que no tiene que pagar esto es el paciente y en este caso, es justo al contrario, le beneficia.

-Hacía 20 años que no se abría ningún hospital privado en Valencia. ¿Por qué?

-En este caso, se gestó en octubre del 93 un gran hospital, en tamaño como el 9 d'Octubre. Después es verdad que se han hecho otros nuevos públicos, con La Fe como referencia, pero hospital privado no. Ese proyecto se estaba gestando desde hace años, se desbloqueó en 2015 y ahora estamos más o menos a un mes de la apertura. 

-¿Qué aportan de valor añadido?

- Nos basamos en tres aspectos: insistir en el modelo de IMED de profesionales en exclusiva, en el ámbito arquitectónico hemos intentado favorecer el fluir de los pacientes y también mantener una tecnología y unas instalaciones hosteleras de vanguardia con actualizaciones constantes.

-¿Qué perfil de usuario tiene el hospital privado?

-Son estadísticas oficiales de Economía pero el sector del aseguramiento privado ha crecido, y lo ha hecho con unos número interesantes. Yo entiendo que es un producto que tiene un precio relativamente asequible para una gran parte de la ciudadanía de este país y además contamos con el modelo de Muface, Isfas y Mugeju, que coge una parte importante de la ciudadanía. Ahora también nos estamos poniendo en contacto con las compañías aseguradoras como con las mutuas profesionales para apoyarlas.

-¿Por qué ha aumentado el aseguramiento privado?

-Las empresas son una de las razones. Uno de nuestros objetivos es volcarnos mucho en el mundo empresarial para apoyar a las empresas y que nos consideren como hospital de referencia para la prevención. Sobre todo para aquellas empresas del área metropolitana de Valencia además de aprovechar todas las sinergías que tenemos con toda la provincia de Alicante.

"Uno de nuestros objetivos es volcarnos mucho en el mundo empresarial"

Las empresas están apostando por favorecer ese ambiente profesional lo más cálido y acogedor posible. Las aseguradoras también ponen de su parte buscando instalaciones y profesionales que ofrezcan sus mejores servicios, y una parte ciudadana también apuesta por tener una menor lista de espera. Para determinados servicios, como puede ser una pediatría o determinadas especialidades o si se requiere una intervención quirúrgica, los tiempos son mucho menores que en la sanidad pública. 

- Montar un hospital hace 20 años y ahora es muy diferente. ¿Qué demanda el paciente actual, además de buenos servicios?

- Mi criterio es que, como personas, somos cada vez más egoístas y reclamamos más y mejor. Y cuando pagas, ya sea por unos impuestos o con un seguro privado, reclamas una calidad mínima de servicios que se hace más visible con las redes sociales. Tampoco es la misma la figura de un médico como la entendíamos hace 20 años. Antes había más médicos estrella y ahora su perfil es más humilde, no solamente por el trato de que te miren a los ojos y te cojan de la mano sino porque te sepan explicar mejor las cosas.

Hay una toma compartida de decisión con cada persona que acude a que se le ofrezca una solución para su problema de salud, y eso hay que saber gestionarlo lo mejor posible y no creerse semidioses como clásicamente teníamos considerada esa figura de médico. Hay que tener un respeto bilateral. 

-¿Es la tecnología clave en la relación entre paciente y médico?

- Pensamos que tiene que haber una continuidad. No solo por el mero hecho de que te encuentres mal, acudas a un hospital, sino que tiene que haber una prevención, cuidados y promoción de la salud. No pensemos en pacientes sino en personas. Yo no creo en la cronicidad porque todos somos crónicos, todos tenemos algo, somos complejos en mayor o menor medida. Esa complejidad es la que hay que saber autogestionar y apoyarte en un centro de salud para poder llevarla el resto de tu etapa vital lo mejor posible.

-¿ Tiene IMED planes de expansión?

- En este caso apostamos por nuestro arco mediterráneo. Cuando se finalice el de Valencia iniciaremos uno nuevo en Alicante, con construcción propia en la zona que mejor conocemos. Será en la ciudad. Si pudiéramos sería 2018 pero todavía no hay plazos. 

- Fue gerente en el departamento de Xàtiva, del que se fue hace unos meses, ya con el nuevo Consell. ¿Está más cómodo trabajar en la sanidad pública o en la privada?

-A mí mi trabajo me apasiona, aunque es poco gratificante, pero me encanta. Lo vivo con pasión. Pero todo tiene sus pros y sus contras. Yo lo que achaco a la sanidad pública es que es excesivamente lenta para cualquier decisión, acto o implantación de cambios. 

"En la sanidad pública hay mucha resistencia para implantar cambios"

Hay muchas resistencias, porque la gente está conformada en su puesto de trabajo, y cuesta cambiar. Es difícil implantar cosas. Cuando llegué a Xàtiva lo hacía con planteamientos temporales que luego me di cuenta de que algunas cosas las podía hacer, pero otras se alargan, mientras que la gestión en la sanidad privada es más ágil. 

- Se fue de su puesto por unos nombramientos impuestos desde Conselleria de Sanidad. ¿Cree que deberían gestionarse de otra forma?

- Estoy convencido de la necesidad de profesionalización. A mí se me buscó por un sector político en determinado momento por esa cualidad, con su convocatoria pública. Tengo a bien decir que fui el único gerente al que se me mantuvo en toda la Comunitat Valenciana, pero cuando no estás de acuerdo con determinadas decisiones ya sea de la sanidad pública o la privada tienes que saber salir. Si no estás de acuerdo sal de la mejor forma posible y cambia.

- ¿Cómo ha visto la sanidad desde la entrada del nuevo Consell?

- Es verdad que tiene un planteamiento político diferente, con sus pros y sus contras, pero entiendo que tiene que haber un núcleo, que es el que defiende el profesional en el día a día, que tiene que ser común. Que cada uno implante su política pero tiene que haber un núcleo común. Lo que no se puede hacer es todo de golpe, de una día para otro, y hablo para todos los colores políticos.

-¿Y cómo afecta el romper todo de golpe?

- En esto insisto mucho, tanto en sanidad pública como privada: el que no tiene que pagarlo es el paciente y esto hay determinados sectores que no lo tienen tan claro.

- ¿Qué opina sobre la política de nombramientos de la consellera Carmen Montón?

- En estos momentos sigue habiendo un in pass de espera cuando ya estamos casi dos años, a mitad de una legislatura. Hay que tomar acciones. Y como todo, pues nunca son perfectas, y hay que saber ser humilde y saber responsabilizarse de esas acciones. La mayoría serán acertadas pero otras serán erróneas, y esto hay que tenerlo claro. Hay que decidir. En estos momentos sí hay unas líneas politícas marcadas de forma clara pero respecto a las líneas de decisión en el día, ni lo está viviendo demasiado bien el profesional ni mucho menos la ciudadanía ni los pacientes, que al final somos quienes acudimos a los centros de salud.

-Nombraron a un periodista sin experiencia sanitaria como director de Gestión Sanitaria. ¿Qué le parece?

-Yo abogaría por la profesionalización para todos los puestos exceptuando los más altos que son, claramente, unos cargos políticos. Si existiera esa profesionalización, esta persona puede venir con su formación y su experiencia y apostar por ocupar un cargo. Pero la línea no es esa profesionalización y mejoraría mucho en este caso la prestación de los servicios. 


-¿Es adecuada la guerra iniciada de la conselleria contra la entrada de la sanidad privada en la pública?

- Yo hay algunas líneas que marco y es que la sanidad pública es la sanidad pública y la sanidad privada es la sanidad privada. Y un usuario de sanidad privada va a la sanidad privada y un usuario de sanidad pública va a la pública. 

"La sanidad pública es la sanidad pública y la sanidad privada es la sanidad privada"

Lo que sí que diría en este sentido es que al final todos, legalmente, somos parte del sistema de salud. La mayoría de la gente es posible que no lo sepa, pero hemos vivido etapas como la gripe A o el virus del ébola, en las que las urgencias de los hospitales privados están disponibles para la sanidad pública. 

Es la sanidad pública quien gestiona esas UCI. En mi caso me tocó coordinar toda la sanidad privada en su momento y tienes que disponer de la capacidad entera. Cuando se nos requiere se nos requiere, y estamos a disposición. Además, hay un colectivo muy importante que, aunque no lo diga de cara a la galería, forma parte de la sanidad privada porque están dentro del modelo Muface, Isfas y Mugeju.

- ¿Es hipócrita este modelo que da a elegir a los funcionarios entre sanidad pública y privada?

-Yo lo veo como egoísmo. Las personas somos personas y de base animales. Cada vez somos más egoístas, y si tú tienes derecho a elegir, pues lo haces. Yo he trabajado muchos años en sanidad privada pero siempre he dicho que soy usuario de sanidad pública, pero tengo que abogar por mejorar la prestación de la sanidad privada. Si no estoy de acuerdo tengo que trabajar para mejorarlo.

- ¿Debería apoyarse más la sanidad privada en la sanidad pública?

- Si la sanidad fuera realmente eficiente y profesional hablando de la gestión no haría falta hablar de planes de choque y habría capacidad suficiente y volvería a lo de antes, sanidad pública para la pública, y privada para la privada. Si a nosotros se nos requiere para apoyar, nosotros valoraremos capacidades y haremos un propuesta, pero siempre a petición de la sanidad pública. 

"Nuestro modelo de negocio no es pensar en la sanidad pública"

Nuestro modelo de negocio no es pensar en la sanidad pública. Sabemos que tenemos de vecinos a un Arnau pero de la misma forma estamos muy próximos al área metropolitana para ayudar a un Manises, a un Peset, a La Fe, al Clínico, pero no es una línea de negocio directa para nosotros. 

- Hablando de los copagos, ¿descarga la parte pública en el contribuyentes errores de gestión?

- Como todo, la medicina avanza, pero no puedes estar innovando en el día día. Primero hay que tener resultados probados y de calidad, y no solo de innovación tecnológica con grandes equipos, sino también de innovación farmacéutica. Y es que intentos fallidos de fármacos en el mercado, comercializados, errores hay unos cuantos. Y al final lo paga el paciente, y esto hay que evitarlo. Cuando esté contrastado de verdad, es cuando hay que incorporarlo, y lo mismo en la sanidad pública porque no se puede pagar todos los días.

-Es habitual oír el comentario de que la sanidad privada es peor que la pública.

-En este caso, nuestro trabajo con el modelo de IMED es cambiar este paradigma, que todo se pueda hacer de forma íntegra en el hospital, con una excepción que es un transplante. En la Comunitat Valenciana ninguna clínica hace transplantes. Somos referentes en la sanidad pública  y debe seguir siendo así, pero para el resto de actividades tenemos que prestar los mismos servicios que los de la sanidad pública.

- ¿Qué le parece la política de unidades de referencia del actual Consell?

- El intento de la sanidad pública de aglomerar casos, mi opinión es que es la adecuada. Un hospital pequeño puede dedicarse a la generalidad, con algunos servicios estrella. Pero hay que ser humilde, generoso y compartir y las conexiones son buenas en la Comunitat como para asumirlo. Para ir de Vinaroz hasta Teruel, de una punta a otra, son tres horas.

- ¿Qué le parece la restricción de los hospitales públicos a las prácticas de universidades privadas? 

- Entiendo que es bueno que las universidades privadas hagan prácticas en la sanidad pública porque al final se está formando profesionales que muchos de ellos trabajarán en la sanidad pública. Solo uno de cada tres profesionales acabará trabajando en la sanidad privada.

 Entiendo que hay que llegar al mejor acuerdo posible para compartir esas prácticas. Nosotros queremos ser un hospital universitario y ofrecer las prácticas a las universidades privadas, pero de la misma forma hemos hecho acercamientos a la universidad pública porque tenemos cerca el campus de Burjassot. También el Parc Científic, que tiene empresas spin off que son de titularidad privada pero también se puede hacer convenios con universidades públicas. 


- Otra de las polémicas de este último año ha sido el bolsín. ¿Cómo vivió la polémica?

-Mi criterio durante mi gerencia en Xàtiva fue cerrar el bolsín. Es duro porque al final, la parte sindical, te reclama abrirlo. Yo lo que sí que he defendido es que hay determinados puestos  especiales que no puedes ir a buscarlos la bolsa general. Hay que mejorar la bolsa con categorías especiales como UCI, quirófanos o diálisis. La gente coge egoístamente los puestos porque quieren trabajar, y lo entiendo porque están en su derecho, pero te dicen que ellos ahí no sirven para nada. Otros muchos también lo rechazan. Pero si no renuncias y no tienes experiencia bloqueas el sistema. 

Además, hay cirujanos que están trabajando fuera, en los mejores puestos a nivel mundial en la sanidad estrella, que es la estadounidense. Unos pueden estar a gusto, pero otros quieren volver y no pueden. ¿Cómo es posible? Noruega, Suecia, posiciones excelentes en todo el norte de europa y EEUU y no pueden volver porque esto no les puntúa para una bolsa general. 

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