Ferran Martínez y Àngela Ballester. Foto: VPVALÈNCIA. Desde que estallara el caso de la presunta financiación irregular de PSPV y Bloc en la campaña electoral de 2007, Podemos ha tenido una posición oscilante en su papel de socio crítico del Botànic. Aunque siempre -desde el principio- ha mantenido la presión sobre socialistas y el partido mayoritario de la UTE electoral Compromís para que los máximos representantes de ambas formaciones sean ejemplares con sus decisiones de probarse tales irregularidades, la magnitud de esta presión ha ido variando en las últimas semanas.
Una muestra de ello fue que apenas unas horas después de conocerse las primeras informaciones, estimaron desde personarse en el juzgado hasta convocar la comisión de seguimiento del Pacto del Botánico para repensar aquel acuerdo que permitió el primer gobierno de izquierdas después de 20 años de hegemonía del PP en la Generalitat. Dos semanas después, sin embargo, aflojaron al otorgar una tregua de 20 días -justo antes del pleno de Les Corts en el que se aprobará la comisión de investigación sobre el asunto- para que ambos partidos prosiguieran con sus comisiones internas y así pudieran ofrecer explicaciones detalladas sobre estas cuestiones con la máxima documentación posible. Un margen que permitía a PSPV y Bloc ganar un tiempo valioso para profundizar en su investigación interna.
No obstante, una semana después de aquel 'armisticio', los morados han vuelto a la carga. Tras la reunión de la ejecutiva de Podemos de este lunes, el secretario de Análisis Político, Ferran Martínez, instó a que PSPV y Bloc aparten a sus cargos de confianza que aparecen en el auto judicial sobre la presunta financiación irregular en las campañas de 2007. "Hay personas que ocupan puestos de responsabilidad muy importantes y lo que pedimos es que los partidos del Consell resuelvan esta contradicción para que no quede margen de duda de que las instituciones valencianas están manchadas de corrupción", subrayó el senador y también miembro del Consejo Ciudadano Valenciano (CCV) de Podemos.
Como si mencionar los nombres de ambos asesores fuera cuestión tabú, Martínez no llegó a citar a José Manuel Orengo -actual asesor del jefe del Consell, Ximo Puig-, ni a Lluis Miquel Campos -jefe de gabinete del president de Les Corts, Enric Morera- pese a la insistencia de los periodistas con sus preguntas. Eso sí, a pesar de los eufemismos, no quedó lugar a dudas de a quiénes se refería: eran dos de los hombres de confianza de las máximas autoridades de las instituciones valencianas.
Ahora bien, los morados dejaron la ejemplaridad de los partidos que integran el Gobierno valenciano, en primer lugar, en manos de los asesores que aparecen en el auto del Juzgado 21 de Valencia. Y, en segundo lugar, de las propias formaciones a las que asesoran o de las que forman parte. "Sería bueno que las personas que están afectadas por este auto dieran un paso al lado y dejaran los cargos de responsabilidad que ocupan actualmente", explicó Martínez para después añadir que son el Bloc y el PSPV los que deben tomar las decisiones correspondientes. "Nosotros lo que hemos hecho en todo momento es mostrarnos muy exigentes y vamos a seguir haciéndolo", aseveró.
En la rueda de prensa conjunta con la diputada nacional y secretaria de Acción Institucional, Àngela Ballester, Martínez resaltó además que en el partido morado están "enormemente preocupados" y no entienden ni comparten las declaraciones de algunos cargos de responsabilidad que "minimizan la importancia política de estas graves informaciones, refugiándose en que los hechos ya han prescrito y en que no hay trama". Una flecha dirigida al president de Les Corts, Enric Morera, que la semana pasada consideró una "buena noticia" el archivo de las actuaciones contra el Bloc al estar prescritos los delitos que se investigan. "Que los delitos hayan prescrito no significa que no haya una responsabilidad política", le espetó Martínez este lunes. Podemos vuelve a apretar a sus socios del Botànic.
