Ni la cadena ni la productora aducen ningún motivo especial para el retraso más allá de "esperar el mejor momento para estrenarla"
VALÈNCIA. Ha pasado un año desde que Parany, una de las apuestas más claras de de la entonces recién nacida À Punt, estrenase su primer capítulo en la 33º Mostra de València-Cinema del Mediterrani. La miniserie de cuatro capítulos cuenta con todos los ingredientes para ser una de las mejores producciones de la cadena hasta ahora: escrita y creada por Rodolf Sirera, dirigida por José Luis Iborra, y con un presupuesto de 1,4 millones de euros que le han permitido convertir el casco histórico de València en el escenario natural de una historia ambientada en la década de los 30.
La serie cuenta la historia de un periodista norteamericano, cínico y desacreditado, que es destinado a València tras el traslado del Gobierno de la República durante la Guerra Civil. En la ciudad conoce a una mujer muy especial y acaba interviniendo en hechos decisivos para la República. La teleserie histórica grabó algunas de sus escenas en espacios de València tan emblemáticos como la Estació del Nord (donde llega el protagonista, que viene a València a cubrir la Guerra Civil), el Palacio de la Exposición o el Rialto.
La producción recibió la aprobación del Consejo Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) junto a las ya estrenadas La Vall y La Forastera, y Desenterrats, que aún está en fase de preproducción. La miniserie se estuvo rodando a lo largo de 2018 y, según confirman tanto desde la productora como desde la televisión pública, lleva meses acabada y lista para emitir. Está "en el cajón".
No hay una razón aparente. Tanto À Punt como la productora aducen que se está esperando "al mejor momento para estrenarla", aunque los tiempos audiovisuales de la televisión española, salvo notables excepciones, no responden a este caso. De hecho, À Punt puso en marcha, hace más de un año una campaña de promoción de la serie con acciones como el estreno en la Mostra de València, entrevistas a Rodolf Sirera en El Matí À Punt e incluso artículos en medios nacionales como El País. Una promoción que, con el paso del tiempo, ha caído en saco roto.
El último capítulo de una ficción propia emitida por À Punt data de antes del verano. Desde que acabó La Forastera, el pasado mes de mayo, la cadena pública solo ha reemitido algunas series que tuvieron éxito en Canal 9 y algunas teleseries de otras cadenas como Merlí, de TV3. El que podría ser un descanso veraniego, se está alargando hasta, al menos, final de año. Parany sería la que podría cubrir la carencia en la parrilla actual de una ficción inédita, aunque solo podrá hacerlo durante cuatro semanas.
Para más inri para el sector audiovisual, y por ende, para los espectadores de la televisión pública, À Punt vive totalmente desactualizado de ideas. En 2016, hubo una llamada a proyectos de ficción, y el Alt Consell Consultiu (previo a la formalización de la CVMC), aprobó una decena de proyectos. De estos, solo algunos se formalizaron en 2017 a través de varios contratos por valor de 7,9 millones. De los proyectos aprobados y anunciados en julio de 2016, no se sabe nada de Maniseres, de Valencia Imagina Televisió (filial de Mediapro); ni de las miniseries Acció, de Joan Alamar, Jaume I, de Desmesura; El Molí de la plata, de Visual Porducciones; Iturbi, de Somnia; Ramon Llull, de Saó Producciones; La Riuà, de Paloma Mora; Valor, de Nakamura, ni Tormo, de Nadie es perfecto.
Esto responde a una cambio de modelo de la inversión de À Punt en la realidad audiovisual valenciana, consecuente a la falta de recursos económicos del propio ente. La televisión pública deja de producir directamente y llena su parrilla con ficciones foráneas dobladas, reemisiones y, en última instancia, sí sigue co-produciendo documentales, cortometrajes y ficciones a cambio de comprar los derechos de emisión, un desembolso abrumadoramente menor que tomando el riesgo total de una teleserie.
Esto tiene consecuencias directas en el sector audiovisual, que si bien ha visto paralizado en todos los ámbitos la producción directa para la televisión, tiene un calado mucho mayor en las ficciones. Solo las series de animación para La Colla se salvan de esta dinámica. En toda la vida de À Punt, solamente se han formalizado 7,9 millones de euros de inversión en producciones propias para la televisión. Fue en 2017; es decir, que en más dos años, el mercado no ha visto un solo euro nuevo.
A lo largo de su mandato, Costa lo apostó todo por la audiencia, pero sin un respaldo presupuestario ni burocrático, no ha habido modelo que asentar sino situaciones que amortiguar