Hoy es 24 de diciembre

entrevista al secretario general de CCOO-PV

Paco Molina: "El Consell se retrasa en cuestiones que puede resolver sin coste económico"

El dirigente celebra que la relación con el Govern ha mejorado tras la "patada en la espinilla" que le dio su organización, pero critica que todavía no se hayan puesto en marcha políticas a coste cero como las cláusulas sociales en la contratación pública

19/03/2017 - 

VALÈNCIA. Al secretario general de CCOO-PV, Paco Molina, no se le termina de pasar el enfado con el Consell de Ximo Puig y Mónica Oltra. El dirigente, que eligió el día de la presentación de su candidatura a la reelección para estallar contra las carencias que detecta en el Gobierno valenciano, celebra un cambio de actitud en el Ejecutivo tras su "patada en la espinilla", si bien lamenta que tras año y medio en el poder todavía no se hayan puesto en marcha medidas a coste cero como cláusulas sociales en la contratación pública que velen por los derechos de los trabajadores. El líder sindical también tiene críticas para la escasa ejecución presupuestaria del Ivace, las carencias en materia de diálogo social o, en el campo de la empresa privada, el ERE temporal que prepara Ford Almussafes con apoyo de la UGT.

-¿Qué le parece que el IVACE haya ejecutado apenas el 40 de su presupuesto en ayudas a Industria, emprendedores e internacionalización en 2016?

-Que se lo pregunten a las empresas que necesitan eso y que se podrían haber salvado de algún apuro. Nos parece muy mal. Reiteradamente participamos en las mesas y algún día todas las líneas de incentivos públicos a la economía se deberán evaluar. Es un asunto estratégico para la Comunitat. Concebimos la Agencia de la Innovación como el instrumento para acabar con la amalgama y dispersión que existe para decir quién puede hacer qué de forma más eficiente. Por eso pedimos que no se demore; su visión estratégica nos merece una buena consideración.

-El paro ha bajado del 20% en la Comunitat pero parece que el Servef no acaba de dar con la tecla y va renovar su gran apuesta, el plan Avalem, ¿cuál es su diagnóstico?

-Le pueden llamar como quieran. Si en las empresas no hay demanda, no habrá empleo. Ni de jóvenes, ni de parados de larga duración ni de personas en riesgo de exclusión. El incremento salarial va más allá de recuperar el poder adquisitivo de las personas, sino que contribuye a la recuperación del consumo. Hay cantidad de informes acreditan que alrededor de un tercio de la población está en el umbral de la pobreza aunque tienen empleo.

Nos enfrentamos a una enorme transformación; la que nos viene es gorda. Hay que pedir responsabilidad a las empresas porque se han acostumbrado a estar muy bien. No es normal y un país no va bien cuando la contribución al crecimiento viene del beneficio empresarial mientras las rentas del trabajo bajan. Se está empobreciendo a la población. El Gobierno presume del mayor crecimiento del PIB justo cuando los datos de desprotección social y paro son más clamorosos. Es una bomba de relojería y un conflicto que tenemos ya encima de la mesa porque la macroeconomía funciona pero la mejora no se distribuye de forma equitativa entre el conjunto de las personas. Por eso hemos planteado una ILP de ingresos mínimos, porque no podemos abandonar a estas personas. Claro que vale dinero, hasta 12.000 millones, pero es que en paralelo hemos propuesto una reforma fiscal para hacerlo sostenible. Es una impostura que con una inflación del 3%, la patronal esté hablando de un incremento salarial del 1,5% o del 0,25% en las pensiones.

-El Consell presume de haber recuperado el diálogo social, ¿están satisfechos de su evolución un año después de la constitución de la mesa del diálogo social?

-Queréis que rompa el Consell (risas) Nos sentimos cercanos a la orientación de las políticas de este Consell. A la vez que somos críticos y exigimos, nos gustaría que algunas cosas funcionasen mejor. La última vez que manifesté una crítica un poco más ácida sobre esto, hubo revuelo impresionante. Debemos esforzarnos en hacer posible lo que compartimos. Es lo único que digo.

-Supongo que se refiere al terremoto por lo que dijo el día que formalizó su candidatura a la secretaría general del sindicato. ¿Reaccionó el Consell? ¿Le sonó el teléfono?

-Esa misma tarde. Pero insisto, es una crítica constructiva. La crítica viene por la necesidad de ser autoexigentes, tanto el gobierno como nosotros, en que las propuestas deben estar más elaboradas. Recuerdo perfectamente lo que dije, que se confunde participación con diálogo. Nosotros ya sabemos que podemos participar porque somos quienes somos, pero el diálogo social es otra cosa: compartir horizontes y participar en la construcción de los instrumentos que nos permitirán llegar a ellos. Acordamos con el Consell que, a diferencia de procesos previos, el diálogo social sería permanente y flexible.

"El Consell no puede ser precarizador de las condiciones laborales. Lo puede evitar publicando órdenes lo imposibiliten"

-¿Cambió algo tras esa crítica?

-Tenemos una relación franca con el Consell, pero es cierto que a nadie le gusta que le den una patada en la espinilla. A nosotros tampoco. Pero a veces uno tiene que alzar la voz, porque el Consell no puede alargar en el tiempo cuestiones que se pueden resolver sin coste económico, y eso está sucediendo con aspectos como las cláusulas sociales en la contratación pública. Sí nos consta que han hecho esfuerzos para ponerse al día en asuntos que afectan a las personas, donde se han movido recursos y se ha aumentado el presupuesto en sanidad y educación. Pero en cuestiones en las que el Gobierno es referente y que no tienen coste económico, ahí sí somos mucho más exigentes. El Gobierno hace mucha concesión administrativa de prestación de servicios y no puede ser precarizador de las condiciones de la relación laboral. Eso se puede evitar publicando órdenes que imposibiliten esa circunstancia, cláusulas sociales que marquen la prevalencia el convenio colectivo en la contratación de los trabajadores de las subcontratas. Si han sido acordadas estas órdenes ¿por qué no salen? A la patronal tampoco le interesa que haya empresas incumplidoras o que las adjudicaciones de servicios se conviertan en pujas a la baja de carácter temerario, porque ya sabemos quién paga esto al final: los trabajadores, cuya situación laboral se precariza.

-Si el Consell opta por convertir las entidades públicas empresariales en organismos autónomos. Eso obligará a adaptar las plazas que ahora mismo no son ocupadas por funcionarios, ¿qué va a pasar con sus plantillas?

-Nosotros aplicaremos el sentido común. Estos empleados entraron en su momento con lo que estuviera estipulado. Puede ser una prueba más o menos exigente, pero ya está superada. Pero en los puestos de dirección o relevancia los procesos han sido otros, mucho más discutibles que todos los demás, a quienes habrá que mantenerles las condiciones sin funcionarizarlos. Porque aunque no han superado un concurso oposición con los derechos y garantías del acceso a la función pública el hecho es que ya están trabajando. ¿Qué hacemos, quitarlos? ¿Los echamos a todos a la calle? ¿Y eso quién lo paga? Si vamos a discutir, hay que discutirlo todo. Echarlos cuesta mucho dinero. Creo que hay que objetivar los perfiles y los contenidos de las plantillas para establecer criterios unificados para todo el mundo. Esta postura sería muy razonable.

No se puede hacer funcionario a una persona que no ha pasado por esas pruebas. Pero actualmente existen figuras de relación laboral que permiten que para esas circunstancias, cuando no ha habido oferta pública de empleo para cubrir esa necesidad a la cual estaban obligados, ahora qué hacemos, ¿que lo pague el trabajador? Habrá que establecer mecanismos de consenso porque si esto se ha de resolver a base de demandas...

-¿Cree que hay que aprovechar para limpiar jefes enchufados?

-Es que se a de objetivar porque hay trabajadores cuyo pecado ha sido trabajar y entrar con una prueba que era la que se hacia entonces. Vale que no era una prueba de habilitación pero, si ahora vamos a un proceso reglado de acceso a la función pública, habría que echarlos a todos. Pero eso no tiene nada que ver con determinados puestos de responsabilidad a los que se accedía más por criterio político. En determinados puestos de responsabilidad esto va implícito. 

-En sanidad se está renovando a multitud de cargos de confianza, ¿cree que se abusa de los nombramientos por libre designación?

Creo que es una figura necesaria, pero no sé dónde están los límites. Es preferible que se se haga público y sea claro el número de personas que se tramiten a través de cualquier historia. Creo que ha de haber cargos de confianza a disposición de la gestión pública, pero sin abusar porque en otros puestos hay necesidades tan elevadas o más. Los gobiernos se tienen que dotar de personas de su confianza para trabajar, pero sin abusar ni convertirlo en un coladero. Hay que establecer unos límites y, a ser posible, un consenso político para fijar el número de puestos de cada departamento. Y que se le trasladase con claridad y transparencia a la población.

-¿Qué opina de cómo se ha resuelto el problema del requisito lingüístico en la Ley de Función Pública?

-Tal y como se ha resuelto ya hemos dicho que estamos a favor. Se hace demasiada política con la lengua. Creo que debería hacerse más cultura y más aprecio, más que política. Pero desgraciadamente, a pesar de los instrumentos que hemos conquistado, no hemos propiciado la inserción necesaria del valenciano. Entiendo a las entidades que trabajan por la lengua de las carencias con las que se ha llevado, pero llevar eso al ámbito de la disputa, es lo que hace que no avance. La solución nos vale y trabajamos desde el primer día en el reglamento. Creo que se hace demasiada política con la lengua y la perdedora es la lengua.

"No nos enorgullece aplicar un ERTE, pero lo abordamos con cierta satisfacción"

-Marcha Fernández Toxo y se perfila Unai Sordo ¿Cómo ve el relevo en CCOO a nivel nacional?

-Nuestra valoración es positiva, por lo que representa Unai y por que demuestra que CCOO es una organización con banquillo. La propuesta de Unai cuenta con un gran consenso, como también lo tiene la decisión tomada por el hasta ahora secretario general.

-¿Será la suya la única candidatura para liderar CCOO-PV?

-En estas cosas el afectado es siempre el último que se entera, y nuestro modelo permite que hasta el último momento se presente quien quiera. Estamos en la fase de configuración de equipos y de negociar con el conjunto de las organizaciones.

-¿Tiene ya configurado a su equipo?

-En lo sustancial creo que sí.

-¿Puede adelantar algún nombre?

-Primero debo trasladárselo al conjunto de las organizaciones. Y aún no lo he hecho.

-¿Qué tal va la negociación del nuevo ERTE que prepara el sindicato?

-No es algo de lo que enorgullecerse, pero abordamos este proceso con cierta satisfacción por haber podido adecuar un sindicato que estaba configurado para una realidad bien diferente a la que provocó la crisis. Los ingresos se redujeron significativamente y hubo que ajustarlo todo, lo que comportó tomar medidas -como el ERTE- que nunca habríamos querido tomar. El grueso ya está hecho, pero todavía queda una pequeña parte y la abordamos con mucha responsabilidad, con el objetivo de que genere el menor impacto posible en la organización y pensando siempre en las personas.

-¿Le ha sorprendido el final de Cierval?

-No me ha sorprendido, pero no por ello deja de resultarme desagradable. La situación de la representación empresarial es un drama para el País Valencià que puede traducirse en un serio problema para los trabajadores y trabajadoras. La patronal y nosotros cubrimos la situación laboral y social de alrededor del 70% de los trabajadores en la negociación de los convenios -nosotros y UGT-, y eso es lo que está en riesgo, que no es ninguna broma. No sé si la patronal es consciente de esta circunstancia.

-En cualquier caso, la CEV va a tomar el relevo como interlocutor autonómico ¿Cómo son las relaciones de CCOO con esta confederación empresarial?

-Nosotros nunca hemos tenido mala relación con ninguna patronal, ni de carácter territorial ni sectorial. Son nuestros interlocutores naturales. Conforme corresponde en una sociedad avanzada y madura los conflictos se resuelven en las mesas de negociación.

-¿Cómo interpreta el movimiento de las patronales industriales del mueble, el metal o el textil para constituirse en una confederación paralela a la CEV?

"Si la industria se une para ser más fuerte, me parece una idea muy acertada. su modelo es al que nosotros aspiramos"

-Cualquier vertebración de la sociedad, y también de las patronales, puede ser buena. Habrá que ver cuál es el trasfondo, pero que se configure una agrupación de sectores maduros en el ámbito del País Valencià que han dado de comer a muchas generaciones y que además han estado olvidadas y arrinconadas en la etapa más reciente, me parece muy bien. Los procesos industriales, en cuanto a ocupación, son un sector maduro de mucho valor añadido y con un empleo muy estable. La industria consolida economía y riqueza allí donde se instala. Tiene una transversalidad mucho más positiva que otros productos de la economía que son mucho más volátiles. Si se unen para ser más fuertes me parece una idea muy acertada y oportuna, de recorrido estratégico, porque ese es el modelo, el de la industria, al que nosotros aspiramos: el modelo de la innovación y el desarrollo, el del empleo de calidad. 

-Ford Almussafes prepara un ERTE para cerca de 300 empleados con el apoyo de UGT ¿Qué le parece?

"No estoy de acuerdo con que la administración tenga que aportar recursos para que Ford haga un ERTE"

-Me parece una mala noticia, qué voy a decir. No voy a ser hipócrita. Ford es una industria vertebradora, un puntal económico del País Valencià. Ahora bien: eso de que 'las cosas funcionan así en el mundo de la gran empresa', que parece ser la justificación del ERTE, en absoluto tiene por qué ser así. Se tienen que distribuir los esfuerzos. Yo no estoy de acuerdo con que tenga que ser la administración, con todas las carencias que existen por cubrir, la que tenga que aportar recursos para que Ford haga un ERTE. ¿Y los beneficios empresariales de la firma, que son de miles de millones de euros? Claro que queremos lo mejor para Ford, claro que queremos una ocupación de las características del empleo de Ford. Pero que sea un sindicato quien proponga esta cuestión me parece cuanto menos un poco anacrónico. Me parece de un desequilibrio brutal. No pone en ningún sitio que no haya alternativas al ERTE. 

-¿Qué opinión tiene CCOO de las bajadas de la producción no comunicadas de los estibadores en los puertos?

-En primer lugar hay que subrayar que los estibadores tienen las condiciones que tienen porque se las han ganado en la mesa de la negociación colectiva, poniendo sobre la mesa la plusvalía del trabajo. Por otro lado me pregunto por qué ha esperado el Gobierno hasta el último momento para resolver un conflicto que estaba latente desde hace tanto tiempo. Podría haberse hecho sin tanta premura y con una mayor predisposición para negociar, pero se ha hecho tarde y mal. Respecto a que estén trabajando al 60%... El trabajador y la trabajadora, cuando ve que sus condiciones peligran, también se rebela. La acción sindical y la política reivindicativa se utiliza en los márgenes y límites que se puede.

-¿Cómo ve CCOO en acuerdo de libre comercio con Canadá y sus posibles efectos en la Comunitat?

-La liberalización sin ningún control siempre acaba beneficiando a los mismos. Nosotros hemos sido muy beligerantes contra este tipo de acuerdos.

Noticias relacionadas

next
x