ORIHUELA. Emilio Bascuñana, del Partido Popular cumple, como todos los alcaldes, 18 meses al frente del Gobierno municipal de Orihuela. Repasa las grandes cuestiones de su gestión, en la que los populares han recuperado el ayuntamiento de uno de sus principales graneros electorales, la Vega Baja. El PP volvió a ser el más votado sin mayoría absoluta, y la izquierda y Ciudadanos no lograron ponerse de acuerdo para gobernar. Es más, el partido de Albert Rivera mantiene y da estabilidad al gabinete de Bascuñana, como precedente de lo que ahora pasará con la moción de censura de Almoradí. Ese acuerdo puede, incluso, posibilitar que los tres regidores de Ciudadanos asuman competencias en el equipo de gobierno oriolano tras el cambio de postura de los naranjas, que ahora sí permiten a sus ediles asumir tareas de gobierno.
-¿Qué balance hace de este año 2016?
-Estoy muy contento y orgulloso de todo lo que hemos conseguido, sobre todo, teniendo en cuenta la situación de la que partíamos.
-De todo lo conseguido, ¿qué destacaría?
-Dos cosas. La primera, estar posicionando a Orihuela por cosas positivas. En los últimos años, la ciudad estaba en candelero por cosas negativas y por discrepancias, enfrentamientos. Ahora Orihuela está en el mapa por cosas positivas, bien hechas. Estamos participando en la red de ciudades inteligentes; en la red de ciudades transparentes, hemos organizado el simposio agroalimentario nacional e internacional y hemos posicionado la ciudad en este campo, y hemos acogido o acogeremos actividades deportivas de primer nivel, como la Vuelta Ciclista. La segunda es que hay que recordar que nos encontramos con un ayuntamiento muy desastroso, que ahora lo estamos sacando con un presupuesto aprobado tras muchas prórrogas y que permitirán llevar a cabo las inversiones y mejora de los servicios, que hasta ahora no se podía. Ha habido un cambio de puertas hacia fuera, Orihuela ya no es sinónimo de corrupción, ni de vaivenes políticos, y hemos sabido sanear y poner la máquina en movimiento.
Ha habido un cambio de puertas hacia fuera y hacia dentro y hemos sabido sanear y poner la máquina en movimiento
-El reto más importante para este nuevo año...
-Empezar a poner en marcha todo lo que hemos sembrado en 2016, entre ellos, poder ejecutar la inversión que recibirá con el proyecto EDUSI, que ha sido reclamado por la propia Generalitat como modelo y ejemplo; la reforma de los andenes del tren y la obra del AVE, la nueva plaza de toros, muchas más obras en la zona de la cosa y en las pedanías...Y no debemos olvidar el 75 Aniversario de la muerte de Miguel Hernández, acto en el que confluirán muchas administraciones y asociaciones de Orihuela y que supondrá una espaldarazo para dar a conocer la ciudad y el legado del poeta.
-Con la aprobación del nuevo presupuesto se despeja la sombra de una posible intervención del ayuntamiento por parte del Ministerio de Hacienda...
-No hay ninguna sombra de sospecha. Sólo se lo he oído decir al interventor municipal, Fernando Urruticoechea, en unas desafortunadas declaraciones en algunas de sus charlas y por las que le pedimos explicaciones. La oposición, por su parte, sólo está criticando cómo se convocó el último pleno, en el que se aprobaron las cuentas, y lo ha está haciendo de forma partidista y perjudicial para la ciudad. Pero nada más.
-¿Cómo está el acuerdo con Adif para asumir el coste del soterramiento de la vías del AVE a su paso por Orihuela?
-Con Adif hemos resuelto, de momento, el tema de las aperturas de los viales afectados por las obras del AVE, como la de Marqués de Molins y la carretera de Hurchillo y Arneva. El convenio está pendiente de un par de detalles para ver las compensaciones y ver si lo podemos cerrar ya.
-El Ayuntamiento de Orihuela se está planteando privatizar, de nuevo, el servicio de recogida de basuras y limpieza viaria (se municipalizó en el anterior mandato -por Los Verdes y PSPV- tras el escándalo Brugal)?
-No sé de dónde se han sacado eso. Mi postura es siempre la misma: no descarto ninguna de las posibilidades. Tomaré la decisión que más le interesa a Orihuela: si es gestión directa, seguirá siendo gestión directa, y si es externalizarla, pues será externalizarla. No tengo una conclusión al respecto. Lo que está claro es que el servicio no está bien, no funciona bien y que estamos intentando regularizar la situación y le daremos la mejor solución posible. No obstante, hay que tener en cuenta los antecedentes: es un servicio que se externaliza hace dos mandatos y por el que Urbaser nos desmanda y nos pide una indemnización de 7,5millones. Hay una sentencia favorable para que le paguemos, pero no está cuantificado la cantidad que hay que abonarles. Después se le adjudica a una UTE (en la que está el empresario Ángel Fenoll), presta el servicio y después se le rescata en 2012. A partir de ahí, la UTE nos pide otra indemnización de 12,5 millones de euros. Cuando el PP accedió al gobierno en 2015, nos encontramos con un servicio que no se ha fiscalizado ni liquidado. No podemos mejorar el servicio de ninguna de las maneras. Con el nuevo presupuesto, ya podemos intervenir y analizar cuál es la mejor solución. De ahí que ni descarta ni una cosa ni la otra.
El futuro de la gestión de las basuras en la ciudad: "lo que está claro es que el servicio no está bien, no funciona bien"
-Han pasado ya varias semanas desde las inundaciones en la Vega Baja y del Segura a su paso por Orihuela. ¿Qué reflexión hace de lo que pasó? ¿Falló algo?
-Siempre hay cosas de mejorar, en el río Segura, indudablemente. Tengo varias cuestiones que le he planteado a la Confederación Hidrográfica del Segura para intentar mejorar algunos aspectos y corregirlos. ¿Qué eso afecte a la seguridad del río y al riego de inundaciones? Yo ahí no me atrevo a todavía a emitir un juicio. Atendimos la emergencia del momento y ahora estamos centrados en la valoración de los daños y poniéndonos a disposición de los afectados. En breve, haremos la evaluación de lo que ha pasado y nos reuniremos con todas las administraciones implicadas en esto.
-¿Cómo es la relación con la Generalitat Valenciana y el presidente Ximo Puig?
-La relación depende del momento y del motivo. Con respecto al tema de los juzgados y otras instalaciones que hemos recuperado, pues es satisfactorio. Ha sido una negociación compleja, dura y difícil, en algún momento pensábamos que era insalvable, pero al final se ha impuesto la cordura. En otras líneas, decepcionante, como por ejemplo, los presupuestos de la Generalitat de 2017, que no ha incluido la carretera CV-95, que comunica el interior con la costa. Ni esa ni otras alternativas. No es dinero y demuestra su voluntad sobre este tema. Hay otra inversiones que están pendientes, si no como grandes inversiones millonarias, al menos con alguna alternativa.
-La polémica del uso del valenciano, ¿cómo ha quedado? ¿Le ha trasladado el asunto al presidente Puig?
-Es un tema sensible, pues somos una zona castellanohablante, y que nos estamos sintiendo desprotegidos en nuestro derecho a utilizar la lengua castellana. Sentimos una presión totalmente injustificada, absurda y ridícula. Nos obligan a reclamar a que se cumplan nuestros derechos a nuestros representantes.
Nos sentimos desprotegidos en nuestro derecho a utilizar la lengua castellana
-Ha existido algún tipo de predisposición al diálogo para acercar posturas...
-En la última visita de Puig a Orihuela, le planteé que igual que habíamos resuelto el tema de los juzgados con un resultado favorable para los intereses y ciudadanos de la ciudad, le dije que tuviera la misma actitud y mediara con el conseller Vicent Marzà para que el uso de la lengua sea un puente, un instrumento de comunicación, y no un instrumento de distanciamiento y radicalismo. Espero que encontremos una solución buena para el uso de castellano y la promoción del valenciano.