Oltra liquida Fundar, el último centro neurálgico impulsado por Blasco

VALENCIA. Tras casi tres años de proceso, el Gobierno valenciano ha culminado la liquidación de la Fundación de la Solidaridad y el Voluntariado de la Comunitat Valenciana (Fundar), uno de los entes investigados en una de las piezas del caso Cooperación por el que el exconseller Rafael Blasco se encuentra en prisión. 

Así, la conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas que lidera Mónica Oltra ha logrado poner fin a la citada fundación cerrando los gastos pendientes y consiguiendo al término del proceso con un saldo positivo de 319.000 euros que, según fuentes del departamento, serán destinados a programas de Intervención Comunitaria contra la pobreza.

Fundar fue creada el 26 de marzo de 2001 con una dotación inicial de nueve millones de las antiguas pesetas (unos 54.000 euros) y con una participación repartida entre la Generalitat (cuatro millones) y Bancaja (cinco millones). El ente fue impulsado por el entonces conseller de Bienestar Social, Rafael Blasco, quien posteriormente pasó por las carteras de Ordenación del Territorio, Sanidad y, finalmente, Solidaridad y Ciudadanía, departamento donde se focalizaron las tramas por las que se encuentra condenado mientras que otras se siguen investigando. 

En esta última etapa, al director general de Inmigración, Josep María Felip, se le atribuyó el nombramiento de Laura Chorro, exconcejal del PP de Alicante y pareja de Ricardo Costa, como gerente de Fundar. El alto cargo también fue condenado en la primera pieza del caso Cooperación aunque en este caso su pena fue de siete años de inhabilitación.

Así, el ente llegó a tener un presupuesto de cinco millones de euros para destinarlo, a priori, a subvenciones para entidades locales y ONG, enfocadas a la promoción y favorecimiento del voluntariado y solidaridad con las personas necesitadas, según consta en sus principios fundacionales.

Según una auditoría revelada por el diario Levante-EMV, Fundar llegó a tener 44 trabajadores en 2011 -tenía 26 en 2008-, y algunos miembros de la cúpula directiva tenían salarios de 50.000 euros anuales. En el año 2013, con el popular Alberto Fabra al frente del Consell, se anunció la extinción de la fundación y el traslado de sus competencias a Bienestar Social, toda vez que Bancaja había dejado de existir y la Generalitat quedaba como principal fuentes de financiación. Un proceso en el que no se avanzó en el resto de la legislatura y que, ahora, se ha culminado con la liquidación de un ente. "Es un cierre simbólico que termina con el concepto clientelar del voluntariado", subrayan fuentes de la conselleria que lidera Mónica Oltra.