VALÈNCIA. El coronavirus ha traído un escenario diferente y aunque anticipar qué negocios tienen posibilidades de triunfo y cuáles no en los nuevos mercados es arriesgado, existen algunas señales que indican por dónde podrían ir los tiros.
Un orientador válido es, por ejemplo, la tendencia de la inversión en emprendimiento teniendo en cuenta que las decisiones que se toman con dinero por medio se suponen más meditadas que aquellas en las que no hay nada en juego. En este sentido acaba de publicar el Observatorio de Startups en España de la Fundación Bankinter el informe ‘Tendencias de inversión’ correspondiente al segundo trimestre del año.
Entre las conclusiones del informe se apunta a una reactivación de la inversión, más en lo que atañe al número de operaciones que al volumen de las mismas, con más de 220 millones de euros captados por el conjunto de las startups nacionales. Ya por sectores, y teniendo en cuenta que el análisis deja fuera compañías de middle market y a las empresas biotech, el más atractivo para los inversores durante el tiempo analizado ha sido el relacionado con Empresa y Productividad, que lidera el volumen invertido con 13 operaciones con un volumen agregado de 55,8 millones de euros.
También es destacable el incremento de la inversión en dos sectores positivamente afectados por la situación del covid-19, el eCommerce y la Salud & Bienestar, “siendo éste último uno de los que más crece en el trimestre, más de un 120%, tanto en volumen como en operaciones respecto al mismo periodo del año”.
El estudio llama también la atención de la pérdida de peso relativo de Madrid y Barcelona como destinos clave de inversión, en beneficio del resto de hubs de España. Valencia, con un total de 12,35 millones de euros en 5 operaciones, ocupa el tercer puesto en el ranking nacional.
Cuideo, plataforma digital líder de cuidados a domicilio, es una de las startups valencianas que ha conseguido cerrar una nueva ronda de financiación de 1,6 millones euros en plena crisis (mes de julio). La plataforma, que confía en cerrar el año con 30 millones de euros facturados, ha experimentado un notable incremento de la demanda durante la pandemia, 1.000 clientes nuevos al mes, cifra que les ha animado a acometer el proceso de internacionalización.
Quibim, compañía de tecnología médica, es otra de las empresas valencianas que ha podido anunciar en el mes de julio una nueva ronda, en este caso de 8 millones de euros.
Más allá del dinero, también las consultoras de negocios hacen sus propias conjeturas. Opinno es una consultora de innovación con sede en Silicon Valley que trabaja con una red global de más de 50.000 expertos. Tommaso Canonici, socio fundador y director general de Opinno Europa, destacaba en un evento digital para emprendedores que “las empresas que tengan éxito a largo plazo no serán las que mejor gestionen esta crisis, sino las que se adapten y sepan aprovechar las oportunidades”.
Canonici citaba lo que, a su entender, se vislumbran como tres grandes tendencias: una desconfianza masiva por parte de los consumidores, el patriotismo industrial y una economía impulsada por el propósito.
La primera de las citadas obliga a las empresas y a las marcas a reinventar la forma de comunicarse y trabajar la reputación, haciendo alarde de honestidad y transparencia, incluso cuando se hacen las cosas mal. Una iniciativa que va en esta línea es la que acaban de lanzar en iFlares que ha sacado al mercado una aplicación de ‘Transparencia Sanitaria’ en un esfuerzo por controlar la pandemia en un entorno de alto riesgo de contagio: los restaurantes. La aplicación de iFlares permite a los comensales ver los controles de higiene llevados a cabo por los restaurantes para que puedan comer seguros y comentarlo con otros comensales.
En lo que atañe al patriotismo industrial, es de esperar un apoyo intensificado a la reindustrialización local una vez que la crisis sanitaria ha puesto de manifiesto los problemas que acarrea la dependencia excesiva de terceras economías. En este sentido, tanto el Gobierno de la nación como otros autonómicos, han anunciado ya medidas de apoyo a proyectos orientados al fortalecimiento de la competitividad industrial.
Por último, la sostenibilidad, el impacto social positivo o cualquier idea que mejore el mundo y lime desequilibrios, aplican al emprendimiento con propósito, la tercera gran tendencia que apunta Canonici. Para ello, habrá que definir una misión y unos valores reales y ceñirse a ellos.
Otra de las cosas que ha quedado clara estos meses es que ninguna empresa puede ya volver la espalda a la digitalización. Si el descalabro ya ha sido grande, imaginemos las consecuencias que habría acarreado el confinamiento sin teletrabajo o sin poder hacer gestiones ni transacciones por vía telemática. Puede que cuando todo se normalice volvamos a asaltar las calles, pero la dualidad entre el off y el on habrá terminado para los negocios porque el consumo digital se ha normalizado y por el viejo dicho de que quien paga, manda.