VALÈNCIA. Las aguas bajan agitadas en el PP valenciano. Pese al indiscutible liderazgo de Isabel Bonig, la batalla en la provincia de Valencia entre Vicente Betoret y Mari Carmen Contelles ha enrarecido el partido. Una marejada que ha alcanzado más oleaje con los movimientos del presidente de la Diputación de Castellón y del PP provincial, Javier Moliner, quien anunciaba este lunes que no optará a su reelección.
La versión oficial, ofrecida por el propio Moliner en rueda de prensa y en su perfil de Facebook, apelaba a la "coherencia" con la que ha "actuado" el presidente provincial durante su mandato. Así, indicaba que quien "pide regeneración debe ser el primero en aplicársela a sí mismo". Por ello decidía "ceder el paso a nuevas personas", ya que a su juicio la política es un "compromiso y no una profesión".
Según fuentes cercanas al dirigente castellonense de 42 años, su idea es acabar el mandato en la Diputación en 2019 y dejar la política activa para regresar al sector privado.
No obstante, otras teorías se sucedían durante la mañana entre los diputados populares en los pasillos de Les Corts. De hecho, fuentes del partido deslizaron que Moliner vivió un punto de inflexión con la formación cuando quedó fuera de la junta directiva nacional tras el XVIII Congreso del PP. "Era el único presidente provincial que se quedaba fuera de ella y creyó que la dirección regional no había peleado lo suficiente por que entrara", subrayaban.
Con este paso al lado, se instaló en el PPCV la incertidumbre sobre quién podría postularse como su sucesor o sucesora al frente del PP de Castellón y, a medio plazo, como candidato a presidente de la Diputación de Castellón.
Algunas de las primeras quinielas apuntaban a Rubén Ibáñez como el diputado con mayor predicamento para ganarse el puesto en la provincia Castellón, pues cuenta con el respaldo requerido de la dirección regional -acaba de ser nombrado por Bonig vicesecretario de organización y ambos puestos son compatibles-. Sin embargo, el propio portavoz de Economía del PPCV en Les Corts se apresuraba a descartarse de la terna.
Con este escenario, quienes cobran fuerza para convertirse en sustitutos de Moliner son el actual secretario general del PP de Castellón y diputado en el Congreso, Miguel Barrachina, y el vicepresidente en la diputación, Vicent Sales. Si bien desde el grupo parlamentario de la Cámara valenciana también barruntaban el nombre de dos mujeres: Elena Vicente-Ruiz, concejala de la Vall d'Uixó (municipio de donde proviene Bonig) y coordinadora de Acción Política y Comunicación, y Begoña Carrasco, secretaria ejecutiva de Cultura y Deportes.
Vicent Sales, el mejor situado
Pese al hermetismo que se guardaba hasta última hora del día en las filas populares, lo que sí es cierto es que el perfil de Barrachina no termina de cuajar con el mensaje de "regeneración" al que apela el presidente provincial. Su trayectoria política se remonta a la etapa de Eduardo Zaplana al frente del Ministerio de Trabajo, donde fue director general de Economía Social. Y anteriormente ocupó un escaño durante dos legislaturas en Les Corts y fue concejal en el Ayuntamiento de Segorbe.
Fuentes populares consultadas por este diario, aducen también al tiempo que Barrachina pasa en Madrid como diputado por Castellón y a la "escasa" simpatía que existe con la dirección regional para diluir su candidatura.
Por ello y por la buena sintonía de Moliner con su actual número dos, el nombre de Vicente Sales cobraría peso para relevar al hasta ahora indiscutido presidente provincial del PP de Castellón.
El día 3 de junio está convocado el congreso provincial de Castellón. Unos días antes -el 27 de mayo- se celebrará el de Alicante, que de momento es el único cónclave del que no se esperan sorpresas. Con varios meses por delante, la guerra interna del PP puede sumar un nuevo escenario: Castellón.