BRUSELAS. El Parlamento Europeo acaba de anunciar nuevas normas para poder acceder a sus instalaciones con mascarilla. Al parecer, la alta capacidad de contagio de la variante británica de la covid-19 ha hecho que las autoridades europeas se planteen la obligatoriedad del uso de la mascarilla FFP2 con preferencia a la quirúrgica y con prohibición incluso de las mascarillas de tela. En algunos países, como Alemania o Francia también se está imponiendo el uso de esas mascarillas.
En concreto, para acceder al Parlamento Europeo, a partir de ahora se impone la FFP2, con posibilidad de la quirúrgica, en varios colores y modelos. Quedan prohibidas las mascarillas con válvula o las de tela con todo tipo de adornos y decoración. Desde el verano pasado, el uso de la mascarilla obligatoria ha ido al compás de la pandemia, con más o menos restricciones en espacios públicos, en interiores y, más tarde, en exteriores o incluso para hacer deporte. Su obligatoriedad se ha ido extendiendo por países y por territorios.
A finales de julio, el Consell de la Comunitat Valenciana decretó su uso obligado en la vía pública, en espacios abiertos y en espacios cerrados de uso público, aunque se pudiera guardar la distancia social. Hace un mes, Galicia y la Comunidad de Madrid pidieron al gobierno que revisara la recomendaciones ante el debate abierto por la obligatoriedad de las mascarillas FFP2.
El doctor Fernando Simón dividió las mascarillas en egoístas y altruistas, calificando precisamente las FFP2 en egoístas, porque protegen al que la lleva de contagiarse pero no evita que puedan contagiar. Mientas que las más comunes, las quirúrgicas, son las altruistas, porque evitan contagiar a los demás.
En Alemania se ha hecho obligatorio que en el transporte público y en los comercios se exija las más seguras, las FFP2. Y en algunos “lands” como Baviera ya está generalizada su obligatoriedad. También Austria la ha adoptado por su seguridad y ni siquiera se permite el uso de las quirúrgicas más finas, las más utilizadas.
El anuncio llegó el pasado viernes a través de todos los servicios del Parlamento, incluido el de prensa. “Las mascarillas médicas, o comúnmente llamadas quirúrgicas, son las únicas permitidas, a partir de este lunes, para poder acceder al Parlamento Europeo, básicamente, las quirúrgicas y las FFP2”, advertían mediante un correo electrónico. Las mascarillas de tela o con válvula no servirán, ni tampoco las pantallas si no se lleva además una de las mascarillas válidas.
“Los modelos aceptados son los de los sub-tipos I, IR, II y IIR, información que aparece debidamente indicada en las cajas o en el envoltorio plástico”, añade la advertencia, para que no se pueda entrar con mascarillas que no estén homologadas. Incluso se establecen los colores estandarizados, que van del blanco al negro, pasando por el gris, en varios tonos. Además, también son aceptadas las clásicas azules y, las más nuevas, en color rosa.
Las FFP2 son mascarillas con mayor nivel de filtración, lo que supone mayor seguridad ante el repunte de casos y la llegada de las nuevas cepas de variante británica, sudafricana y brasileña, cuya transmisión se ha demostrado que es mucho mayor. Sin embargo, desde el Ministerio de Sanidad español se sigue insistiendo en que lo importante es el uso generalizado de la mascarilla, no que sea la FFP2, usada entre los profesionales sanitarios más expuestos al virus.