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entrevista a la nueva secretaria general de més compromís

Micó: "Las consellerias donde peor funciona el mestizaje son las que dirige el PSPV"

Foto: KIKE TABERNER
5/07/2021 - 

VALÈNCIA. Àgueda Micó (L'Olleria, 1978) se convirtió el pasado domingo en la secretaria general de Més Compromís, nueva denominación del antiguo Bloc. Un puesto que ya ejercía de facto y que ha compatibilizado los últimos años con el de coportavoz de Compromís.

Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas, se forjó en la política municipal siendo concejal de su municipio durante 12 años, si bien pronto dirigió su mirada a la vida interna del Bloc, participando en 2003 de la candidatura alternativa a Enric Morera liderada por Maria Josep Amigó, que perdió por tan solo dos votos en la primera vuelta del proceso.

Posteriormente, en 2012, se convirtió en responsable de Organización de la formación nacionalista, asentándose definitivamente como referente orgánico de la nueva hornada del Bloc que ha compartido con otras caras visibles del partido como el conseller Vicent Marzà o el síndic Fran Ferri, entre otros.

Micó se reúne con Valencia Plaza tras su reciente triunfo en el congreso y también con motivo del ecuador de la legislatura para hablar de las relaciones en el Botànic y de cuestiones de actualidad como la financiación autonómica.

-El Bloc ha pasado a denominarse Més Compromís tras el congreso celebrado la semana pasada. Al margen del nombre, ¿cómo le explica a la gente de la calle en qué ha cambiado el Bloc?
-Más que un cambio es una actualización. Consiste en coger el ideario clásico de nuestro proyecto político, que es la vertebración nacional y popular del pueblo valenciano, y dotarlo de un contenido que es lo que estamos llevando a término en las instituciones desde 2011 y, sobre todo, desde 2015 cuando entramos en la Generalitat. Lo que pretendemos es que esa concepción de la creación de un sujeto político, los cinco millones de valencianos y valencianas, que tenga la capacidad de autogobernarnos, de desarrollar una vida con dignidad, con nuestra cultura propia, nuestra idiosincrasia, nuestra lengua, nuestras instituciones con una financiación justa... pero a todo eso le hemos querido dar un carácter más relacionado con la emergencia que encontramos en estos tiempos. La emergencia climática, la feminista, la social  y también la emergencia democrática por la llegada de la extrema derecha. Por eso hemos incluido también en nuestra definición la concepción de antisfacista del partido.

-Entonces, ¿lo considera un giro a la izquierda o piensa que han puesto por escrito donde ya se encontraba el partido?
-Lo segundo.

-¿Y no teme que pueda haber fugas de electorado y militancia que se siente más conservadora? Porque hubo quien apostó por retirar la definición "de izquierdas"...
-No creo porque, al final, ya llevamos desarrollando esta manera de entender el valencianismo más abierta y transversal desde las instituciones y está funcionando muy bien. Pienso que nuestra militancia se siente muy cómoda con esto y con la marca Compromís en general.

Foto: KIKE TABERNER

-¿Cómo ve las relaciones con el PSPV, especialmente durante esta etapa de pandemia?
-Las relaciones son todo lo buenas que pueden ser las relaciones de un gobierno de coalición. En general, mejor que las del resto de gobiernos de coalición del Estado, Murcia es un ejemplo de ello. Hay discrepancias porque somos proyectos políticos distintos, pero por encima de todo tenemos claro que el Botànic es la alternativa de izquierda,s socialista, ecologista y feminista de este país. Lo que intentamos, y a veces presionamos, de que el PSPV-PSOE no se salga de la senda marcada de la transformación social, de fortalecer los servicios públicos, de mejorar la vida de la gente y de defender nuestro medio natural. De hecho, siempre que ponemos sobre la mesa una crítica o una discrepancia es por salvaguardar lo que tenemos escrito en el Pacte del Botànic. Somos garantes de ello y si el PSPV se escapa alguna vez de esa filosofía intentamos devolverlos a ese lugar.

-Entonces, ¿diría que son mejores, peores o iguales las relaciones que la legislatura anterior?
-Diría que son iguales porque nos conocemos más y sabemos cómo somos cada uno. Además, en esta legislatura se ha evidenciado la llegada de la extrema derecha a Les Corts, unido al hecho de que Ciudadanos esté en una situación tan complicado, han aclarado más todavía los bloques izquierda-derecha.  Entonces, el PSPV no tiene alternativa: nosotros nunca la hemos tenido ni querido, pero si ellos en algún momento quisieron jugar un papel mirando hacia Ciudadanos, ha dejado de ser una estrategia electoral para ellos. Así que estamos abocados, en el buen sentido de la palabra, a continuar con el proyecto del Botànic. Además, si miramos las encuestas, el electorado de izquierdas valora muy bien el gobierno fruto de esta alianza.

-¿Dónde ve más débil el mestizaje?
-En general, más o menos está funcionando. Hay algunas donde está más consolidado, como la conselleria de Educación. En la de Economía las relaciones son muy buenas también. Posiblemente, puede funcionar un poco peor allí donde las consellerias están dirigidas por el PSPV, no tanto en las que dirige Compromís. Supongo que también es por su propia concepción de gobernar, quizá un poco más autoritaria o menos colaborativa, una visión de gobernar menos colaborativa o cooperativa que la nuestra y ahí podemos tener algo más de problemas.

-¿Qué opina de que el portavoz socialista, Manolo Mata, haya anunciado que va a participar en la defensa del presunto cabecilla del caso Azud, donde hay implicados varios compañeros de su partido?
-A mí me ha sorprendido. Yo no lo haría. No le veo demasiado sentido a que el portavoz socialista en el poder legislativo sea al mismo tiempo la voz de una de las personas encausadas en un proceso como ese me parece extraño. Tanto éticamente como estéticamente.

-Como socios de gobierno, ¿se sienten cómodos con esto?
-Ya digo, nosotros no lo habríamos hecho, pero a ver quién le dice a Manolo Mata lo que tiene que hacer o dejar de hacer.

Foto: KIKE TABERNER


-Estuvo presente en la reunión de la plataforma Per un Finançament Just en la que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, echó tierra sobre la reforma del modelo. Tras ese encuentro, ¿qué porcentaje de posibilidades le daría a que va abordarse esta cuestión durante la legislatura?
-Pues, diría un 15% por no decirte menos. Salí muy decepcionada de esa reunión. Me parecieron bastante indignos los argumentos que puso la ministra sobre la mesa, pese a que reconoció que somos los peor financiados. Vino a decir que teníamos que comprender el momento de crispación política y que ella no quería presentar un modelo para que se lo rechazaran. Pero a ver, ¿cuándo no se ha estado en un momento de crispación política en el Estado español? Especialmente desde que las mayorías absolutas, 2015, ya no son tan claras. No sé si algún momento entonces será bueno, pero sí que lo ha sido para sacar adelante los indultos, que nos parece de sentido común y de democracia, pero también lo es que las autonomías tengan una financiación justa. Y además que esto es un compromiso del gobierno, no solo con nosotros, sino con el Congreso así que esperemos que recapaciten porque nosotros iremos hasta el final con esto.

-¿Y qué le pareció la respuesta de Pedro Sánchez a Joan Baldoví el otro día en el Congreso?
-Pues bastante indigna también y más aún después de todo lo ocurrido antes, incluidos los acuerdos alcanzamos previamente. Además, las inversiones pactadas en los Presupuestos tampoco se están ejecutando: están haciendo lo mismo que el PP cuando gobernaba. 

-Los socialistas defienden que el reparto de los fondos covid no se está haciendo según el modelo de financiación, sino lo que nos toca por población.
-Sí, pero eso no soluciona la infrafinanciación. Se hace un reparto de los fondos un poco más justo, bien,  pero eso no tiene nada que ver con la reforma del sistema y con la economía ordinaria del día a día. Es como si tu sueldo es muy bajo y un mes tu jefe de dice que te da una extra para compensarte: vale, pero ¿qué pasa con todos los meses que has cobrado un sueldo bajo? ¿y qué pasará los siguientes meses cuando ya no te dé esa paga extra? Tienen que ser valientes y afrontar la problemática.

-Baldoví dijo que no les temblaría el pulso... ¿quiere decir que le retirarán el apoyo a Sánchez si no se aborda esta cuestión?
-Habrá que ver cómo evolucionan las cosas. Pero uno de los asuntos principales del acuerdo de investidura fue ese y si hay un incumplimiento flagrante nos tendremos que replantear la relación con el Gobierno. Y por cierto, no debería ser una cuestión que defendiera solo Compromís, porque hay 32 diputados valencianos en el Congreso. Al menos los partidos que dan soporte al Botànic, PSPV y Unides Podem, deberían tener una posición muy firme respecto a la actitud de la ministra.


-Ahora, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, está organizando encuentros con homólogos de otras autonomías y el conseller de Hacienda, Vicent Soler, habla de realizar otro informe por parte del comité de expertos... ¿ve esto efectivo?
-Bueno, veo una reacción a la presión que nosotros hacemos, porque Compromís es el que pone en la agenda este problema cada semana. Y el resto de fuerzas del Botànic saben que la actitud del Gobierno debe cambiar. Creo que el PSPV se está moviendo de esa manera porque para ellos es importante buscar alianzas con otros territorios y tratar de convertirlo así en un problema colectivo, no solo valenciano.

-¿Qué papel cree que juega en la reforma de la financiación la relación del Gobierno con Cataluña? ¿Piensa que contribuye decisivamente al atasco?
-Creo que la cuestión de Cataluña va mucho más allá. La solución al modelo de financiación pasa porque las CCAA, que son las que desarrollan las competencias, tengan un tramo más grande del IRPF, del IVA... que es lo que pasa en los gobiernos federales, pero eso implicaría menos recursos para el Estado. Y esto es lo que no quieren porque tienen una concepción muy centralista. Todo esto al margen de Cataluña o de que no les convenga políticamente abrir el melón porque hay regiones en que gobiernan que no les conviene.

-El presidente de Les Corts, Enric Morera, está dando pasos para formar parte de la candidatura municipal al Ayuntamiento de València. ¿Le parece bien?
-Es muy pronto aún para unas elecciones que serán en 2023. En Compromís tenemos liderazgos y eso es positivo. Enric es uno de ellos, tiene una gran trayectoria y puede jugar un gran papel.


-Recientemente, en Valencia Plaza publicamos que Compromís había tanteado al magistrado Ximo Bosch para la Alcaldía de València. ¿Eso significa que Joan Ribó prefiere volver a presentarse?
-Eso es meterse en camisa de once varas. No sé lo que pasa ahora por la cabeza de Joan Ribó, solo puedo decir que es un magnífico alcalde y me gustaría que se volviera a presentar.

-Estamos a mitad de legislatura, ¿qué balance hace del papel de Unides Podem en el Botànic?
-Creo que dentro de su margen de maniobra, que al estar sólo en dos consellerias es menor que el del resto, están trabajando bien y de forma leal. Nos hubiera gustado de hecho que entraran en el gobierno en 2015 pero en ese momento no quisieron porque estaban asaltando los cielos de Madrid. Posiblemente eso les pasó factura electoralmente, porque cuando la gente nos vota es para que gobernemos y demostremos que lo podemos hacer mejor que los otros.

-¿Cuándo cree que deberían ser las elecciones autonómicas? ¿Un mes antes que las locales como en 2019, hacerlas coincidir con las locales o separarlas todavía más?
-Siempre he opinado que necesitamos una agenda y calendario propio de País Valencià a través de una convocatoria electoral única y nuestra para que se evalúe nuestra acción política. Porque si no, ocurre lo que pasó en 2019, que la gente votó no solo en clave valenciana sino en clave estatal. Así que abogo por unas elecciones valencianas y solo valencianas, sin España y sin las municipales.

-¿Están preparados para un adelanto?
-Siempre. Para lo que venga.

Foto: KIKE TABERNER

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