VALÈNCIA. En las últimas semanas, ha venido creciendo en el seno del Bloc -pata mayoritaria de Compromís- el debate acerca del futuro de la formación nacionalista y también respecto al encaje que debe tener en la coalición, que ha dado muestras de estancamiento electoral e incluso leve retroceso en el presente ejercicio.
Tal y como adelantó Valencia Plaza, en el Bloc se estudia abordar una refundación que no solo afecte al nombre y a la marca, sino también a la hoja de ruta del partido y a cuestiones ideológicas que, de avanzar esta propuesta, deberán discutirse de cara al congreso ordinario de esta fuerza política previsto para el mes de mayo.
Sin duda, uno de los nombres propios que anima un nuevo impulso de la formación nacionalista es el conseller de Educación, Vicent Marzà. Un dirigente que, pese a su juventud, ya posee una experiencia institucional de cuatro años en una cartera difícil de gestionar. De hecho, desde tiempo atrás, no son pocos en el sector que controla la dirección del Bloc los que le ven como el dirigente con mayor proyección para, en el futuro, aspirar incluso a ser candidato a la Presidencia de la Generalitat.
Un asunto que, precisamente, se puso sobre la mesa este martes en el foro Nueva Economía, al que acudió para pronunciar una conferencia centrada en aspectos relacionados con su departamento y en el que anunció que su conselleria impulsará un congreso internacional de educación y cultura contra el odio y la tolerancia.
"No tengo aspiraciones individuales de liderar Compromís", señaló Marzà, si bien admitió que si sus compañeros quieren que lo haga se lo pensará y estará donde haga falta si así se decide "colectivamente".
Más allá de estas palabras, que dejan cualquier puerta abierta, el sentimiento en una parte importante del Bloc dirige la mirada a un futuro en el que la formación nacionalista tenga un peso acorde con su músculo dentro de la organización. El último candidato a la Generalitat del partido fue Enric Morera en 2011, mientras que Mónica Oltra -de Iniciativa- ha capitaneado la lista en 2015 y 2019, eso sí, con resultados muy superiores a los de hace ocho años. No obstante, sí hay voces en el Bloc que ya empiezan a apuntar a un cambio de cara a 2023, especialmente después de que en estos cuatro años Compromís no haya avanzado ni hacia convertirse en una formación única ni tampoco bajo otro tipo de paraguas como una federación de partidos.
¿Significa esto que Marzà será el sucesor de Oltra? No necesariamente. "Lo que tengo claro es que necesitamos una fuerza transformadora, de izquierdas, que ayude a mejorar la vida de la gente, y para hacer eso hace falta fortalecerla", defendió el conseller, quien pidió que Compromís "avance" y refuerce su papel de "instrumento al servicio del pueblo valenciano desde la izquierda transformadora, el ecologismo y el valencianismo".
Por lo pronto, en un momento en el que el Bloc se replantea una fundación, Marzà sí que ha dado un paso adelante para alzar la bandera de su partido y no descartarse para lo que venga en el futuro, lo cual no es poco y, a día de hoy, sí incide en la recuperación del orgullo de una fuerza política que posee el triple de militantes que Iniciativa y VerdsEquo juntos.