VALÈNCIA. La tensión sigue latente en Ciudadanos aunque parece haberse congelado en el grupo parlamentario. Las maniobras para mover la silla al síndic de Les Corts, Alexis Marí, por su enfrentamiento con la dirección del partido y su alineación con los críticos se han ralentizado. La operación para derrocar al portavoz que previamente al cónclave estatal corría por los pasillos del parlamento valenciano se ha detenido por sus posibles efectos. Aunque parece que a los temores por perder cuatro o cinco diputados del grupo y escenificar una fractura evidente se suman otros.
Así, la suerte de Marí al frente de la portavocía no depende del grupo parlamentario. Según el reglamento interno, es el grupo quien debe decidir si echar al síndic o no -sumando los apoyos suficientes, ya que al menos deberían secundarlo 7 de los 13 diputados-. Una decisión sobre la que, no obstante, el grupo no tendría la última palabra ya que debería ser ratificada por Barcelona. Es decir, que si Albert Rivera, o en su defecto el secretario general, José Manuel Villegas, no aprueba tal operación, la corriente encabezada por Emilio Argüeso y Juan Córdoba tiene las manos atadas.
Una condición en la que se cobija el portavoz de Ciudadanos en Les Corts para mantener el cargo de portavoz de los naranjas en la Cámara, pues si esta decisión hubiese sido elevada a la dirección y la hubieran ratificado, "habría trascendido tras la reunión del Comité Ejecutivo de este lunes", indican fuentes del partido consultadas por Valencia Plaza. Y tampoco parece que Marí tenga intención -al menos de momento- de seguir los pasos andados por el exportavoz de Ciudadanos en la Diputación de València, José Enrique Aguar, que la semana pasada abandonó el partido después de los resultados del cónclave nacional.
A la certeza que guarda el núcleo de Marí de que no se producirán cambios inmediatos en la portavocía del grupo se suma el calendario parlamentario -la próxima semana hay pleno en Les Corts y sesión de control, en la que el síndic deberá interpelar al president de la Generalitat, Ximo Puig, como cada jueves- y la falta, a su juicio, de una alternativa clara para tomar la batuta y voz cantante del grupo parlamentario. Son las bazas de Marí para resistir como voz de Ciudadanos en el parlamento valenciano.