MADRID. (EP) Las Fuerzas de Seguridad españolas desplegadas en las inmediaciones de los espigones marítimos del Tarajal y Benzú han constatado a primera hora de la tarde de este martes un sensible decrecimiento del número de ciudadanos marroquíes que intenta acceder irregularmente a Ceuta siguiendo el procedimiento con el que durante las últimas 36 horas lo han conseguido "entre 6.500 y 7.000 personas", de acuerdo con las estimaciones de la Delegación del Gobierno.
Al rechazo inmediato en la valla de miles de jóvenes súbditos del reino alauita se han sumado los "intensos" controles que, según testigos presenciales, han comenzado a desplegar las Fuerzas Auxiliares y la Gendarmería marroquí esta tarde en las carreteras de acceso a las ciudades de Fnideq y Beliones, con las que limitan los extremos sur y norte del perímetro fronterizo de Ceuta, para evitar la llegada de no residentes.
El doble vallado que separa la ciudad española del país vecino ha registrado también este martes acercamientos de grupos de indocumentados de origen subsahariano procedentes sobre todo de Tánger, alguno de los cuales ha logrado llegar a nado a Ceuta por la misma vía que los marroquíes a través de la playa del Tarajal, en la que la Comandancia General mantiene un amplio dispositivo de unidades militares colaborando en la contención de los migrantes.
El Gobierno de Ceuta que preside Juan Vivas (PP) ya ha alojado a casi 200 menores en el albergue provisional de Piniers y a otros 500 en las naves comerciales de los polígonos anexos a la frontera, vacías en su mayoría desde el cierre del paso hace 14 meses. Se calcula que otro millar de personas permanece en esa misma zona.
El resto de los recién llegados siguen deambulando por cientos en grupos más o menos numerosos por el centro de la ciudad y, sobre todo, por las barriadas de la periferia y el puerto.
La Confederación de Empresarios y la Cámara de Comercio han pedido este martes en un comunicado conjunto "una respuesta rápida y contundente a nivel nacional e internacional de apoyo sin fisuras a la ciudad, su españolidad, la seguridad de sus fronteras y por supuesto de sus ciudadanos y empresas".