"El talento no sólo está en el qué, sino también en el cómo"

Marca personal vs marca comercial. ¿Por qué interesa la confluencia de ambas?

16/04/2018 - 

VALÈNCIA. "Estamos en una era donde lo que cuenta es la personalidad que uno transmite. Somos muchos contando y vendiendo lo mismo, pero no todos convencen igual. Por ejemplo, somos miles quienes hablamos de desarrollo personal, pero solo destacan unos pocos como Javier Iriondo, Isra García o Víctor Martín. Todos son buenos, pero en realidad hablan de lo mismo que contaba Tom Perkins hace años. Sin embargo, la gente les sigue y quieren aprender concretamente con ellos, no con otros. ¿Por qué?, porque ellos consiguen conectar emocionalmente con el público. Esto, que puede sonar cursi, es una realidad y para conseguirlo hay que trabajar la marca personal", declara Oscar Feito, responsable de la Academia de Marketing Online para emprendedores.

También Sergi Grimau sostiene que no siempre el talento hay que buscarlo en el ‘qué’, sino en el ‘como’ que es lo que realmente marca la diferencia. Exjugador de baloncesto, cuenta que tras abandonar las canchas empezó a vender para distintas compañías. Pateó bien la calle, porque las ventas eran a puerta fría, pero también tuvo oportunidad de darse cuenta de la facilidad que tenía para comunicar y transmitir empáticamente mensajes de terceros sin esforzarse. “Hasta que un día decidí poner esa predisposición innata para comunicar y los conocimientos adquiridos a mi propio servicio, en lugar de ponerla a disposición de terceros”. 

La importancia de dejar huella

Y eso es a lo que se dedica ahora Sergi Grimau bajo el paraguas de ‘Dejar huella’, un nombre en el que confluyen la marca personal con la comercial donde dice limitarse a ser él mismo. Con esa marca el ex baloncestista trabaja como speaker motivacional pronunciando conferencias, imparte talleres de formación para empresas y grupos de personas interesadas en aprender a comunicar y ejerce como ‘brand embassador’. El truco, asegura, es “comunicar de manera más afectiva para ser más efectivos”. Todo ello adaptado a su filosofía de “dejar huella en todo aquello que hago y en todos con los que interactúo”. La fórmula de la que se vale dice que es milenaria y consta de tres ingredientes fundamentales: ser tú mismo; ponerte al servicio de los demás y sonreír y ser amable.

Elías Casado

También Elías Casado es deportista, aunque todavía en activo. Su carrera deportiva le ha llevado a representar a España en mundiales y olimpiadas en el mundo de la esgrima, en la modalidad de espada, y ahora forma parte del equipo de Nova en España, una plataforma online que se encarga de reclutar talento nacional y conectarlo con las empresas. Coincide con Grimau en la necesidad de trabajar la marca personal y hacerlo no solo en beneficio propio, sino también como estrategia empresarial. Desde su punto de vista, la frase tan socorrida de que las empresas son personas no es gratuita ni baladí. “Yo creo que no se trata de tener o no marca personal, sino de trabajarla siendo consciente de que todo lo que haces va a tener un impacto. Da igual una persona cualquiera o un cliente, lo importante es que cuando, por casualidad, esa persona o esa empresa surjan en una conversación alguien que la conoce transmita una experiencia personal favorable. No hay mejor publicidad que esa”, dice. El otro factor determinante para impactar sería conocer muy bien a la audiencia a la que quieres hacer llegar ese mensaje. “No vas a comunicar igual si, por ejemplo, eres una fintech que quieres llegar a los millennials que cuando tu público objetivo es mayor. Las estrategias de comunicación cambian”.

Cómo cultivarla

En la agencia creativa digital Zoopa aseguran que su trabajo consiste en convertir empresas en marcas. En este propósito advierten un cambio muy significativo que es la tendencia a que la marca personal confluya con la marca corporativa. “A muchos esto les crea un conflicto. Si yo fomento mi marca personal, ¿dónde queda entonces la marca de la empresa a la que represento?, se preguntan. Parece que les quedan dudas de que las personas son el activo más importante de la compañía y que cuando trabajas la marca personal estás también reforzando la de la empresa. La mayoría confiamos más en lo que nos cuentan las personas que en los mensajes de las marcas”, argumenta Carles Ortet, general manager de la agencia. 

Carlos Ortet

El riesgo del que advierte por desatender dicha tendencia es tal que lo equipara a una cuestión de supervivencia, especialmente en el entorno digital. “Si no tenéis una marca personal online, podéis quedar excluidos digitalmente. Igual que antes había gente que estaba en su pueblo y no se beneficiaba de los cambios del mundo ahora puede haber gente ignorada digitalmente, que es como no existir”, aseguraba en un encuentro de networking.

Matiza, no obstante, que eso de cultivar la marca personal no va de ser el héroe de la película. “Lo ideal para una marca es ejercer el papel de guía y que sea el héroe quien te escucha”. Su definición del concepto es sencilla: “la marca personal es aquello que la gente piensa de ti, el puente que extiendes hacia el exterior”, y la habilidad para descubrirla y trabajarla radica en descubrir “qué es lo que tenemos ya de serie que nos hace diferentes y que podemos aportar a los demás”. Conscientes ya de esas cualidades, existen también tácticas que pueden aplicarse para su desarrollo entre las que Ortet cita, entre otras, ser sincero consigo mismo para transmitir una imagen honesta y generar confianza, definir la propuesta de valor o definir un mapa de relaciones.

Miguel Ángel Pérez

También afecta a los mandos

Otra visión, esta vez trasladada a los directivos y mandos intermedios de las compañías es la que ofrece Miguel Ángel Pérez Laguna. Relacionado durante más de 15 años con la atracción de talento y departamentos de Recursos Humanos (RR.HH) entiende que en su obligación está no solo preocuparse por el propio liderazgo como jefes, sino también en potenciar las habilidades de cada empleado y permitirles brillar en sus carreras. “Todo el mundo puede ser líder en un momento determinado”, concluye.

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