VALÈNCIA. Los tiempos en los que se desarrolla el proceso congresual del PPCV condicionan una importante figura para el partido: la del portavoz en Les Corts Valencianes. Su hasta ahora síndica, Isabel Bonig, se despidió el pasado jueves del Parlamento autonómico tras anunciar que se apartaba de la primera línea política después de que Génova señalara a Carlos Mazón como favorito para presidir la formación.
Ese mismo día se celebró la Junta Directiva Regional que fijó el cónclave para el día 3 de julio. Fecha acompañada de una serie de plazos como en cualquier convocatoria de este tipo: presentación de precandidaturas, recogida de avales, votación en primera vuelta, en segunda, proclamación, etc. El debate en el PPCV es, por tanto, si esperar a la celebración del congreso o no para designar a su portavoz en Les Corts, según admiten fuentes del partido.
Por el momento, figuran tres aspirantes. Mazón (el oficialista); el alcalde de Ayora, José Vicente Anaya; y el exdirigente de Nuevas Generaciones en la Comunitat José Luis Bayo. Todos ellos tienen hasta el próximo viernes 14 de mayo para presentar las precandidaturas con un mínimo de 90 avales. Este último tiene pocas opciones de aglutinar apoyos, por lo que el interrogante se encuentra, sobre todo, en qué hará Anaya. Si finalmente se integrara en la lista de Mazón a lo largo de esta semana, el presidente de la Diputación de Alicante pasaría a ser candidato único en la práctica, lo que podría acelerar que se escogiera síndic en el Parlamento autonómico.
La otra opción sería esperar a que el nuevo líder fuera proclamado. Los estatutos del PP recogen que el nombramiento del portavoz en Les Corts tiene que pasar por la dirección del partido, por lo que será potestad de Mazón y su equipo. Esta espera, sin embargo, conlleva el problema de la interinidad, algo que puede afectar al trabajo de oposición de los populares en el Parlamento autonómico, espacio en el que más visibilidad tienen. Dado que el mes de julio es en el que finaliza el periodo de sesiones ordinario hasta septiembre, posponer la decisión a ese momento supondría plantarse casi en el siguiente. Y, por tanto, que el nuevo síndic se estrenara prácticamente en el Debate de Política General.
El mayor inconveniente, por tanto, que tendría esta opción sería el número de plenos y sesiones de control a los que se tiene todavía que enfrentar el PPCV hasta que el periodo de sesiones actual finalice: un total de cinco plenos distribuidos a lo largo de los meses de mayo, junio y la primera semana de julio al que se sumaría con toda probabilidad el habitual pleno escoba que suele tratar los asuntos que han quedado pendientes y sus señorías agilizan para introducirlos en un orden del día de manera que los temas parlamentarios más avanzados no decaigan y tengan que iniciar su tramitación desde cero. En total, seis sesiones plenarias.
La puesta en escena hasta en seis ocasiones de un Partido Popular sin portavoz y en la que los adjuntos tuvieran que asumir transitoriamente este papel genera no pocos recelos en el grupo parlamentario, dado que es un contexto que trasladaría una imagen de cierta inestabilidad interna. Algo que conviene evitar, pues estando en la oposición el escenario donde pueden contar con mayor visibilidad a nivel autonómico es en Les Corts Valencianes.
Aún así, fuentes consultadas por este diario admiten que no sería una situación que pudiera generar controversias a la hora de tramitarse por la Mesa del Parlamento de cara a una sesión de control, puesto que ya se ha aceptado en anteriores ocasiones que un adjunto asuma la pregunta al jefe del Consell. Sin ir más lejos, se permitió que la entonces portavoz adjunta de Cs Ruth Merino lo hiciera cuando Toni Cantó abandonó las siglas naranjas.
Por el momento, los plazos están en el aire. Pero parece claro que de la próxima sesión de control al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se encargarán los portavoces adjuntos (Eva Ortiz, Elena Bastidas y Miguel Barrachina). "No hay excesiva prisa porque ellos lo pueden hacer perfectamente", señalan fuentes del partido. A partir de ahí, comprobado el funcionamiento y si afecta o no a la visibilidad de la labor de fiscalización al Consell el hecho de no tener síndic, parece que se tomaría la decisión.
Otra de las dudas que genera el escenario actual es a quién le correspondería en el partido proponer candidato a portavoz en el Parlamento. Si bien es cierto que los estatutos establecen que es una tarea que compete a la dirección, también lo es que actualmente la presidenta actual sigue siendo Isabel Bonig y el Comité Organizador del Congreso no tendría ningún tipo de poder de decisión en este sentido. De ahí que actualmente uno de los escenarios que se barajan sea el de esperar a que Mazón saliera proclamado el próximo 3 de julio.
Como alternativa, se plantean que si el candidato 'oficialista' fuese el único aspirante a dirigir el PP una vez concluido el plazo de recogida de avales -bien por una retirada o integración de los otros candidatos en su candidatura-, fuese el propio Mazón el que elevase un candidato a síndic. Pero la traba principal es que éste todavía no sería oficialmente el líder de la formación y por tanto habría que buscar un encaje a los estatutos actuales.
En cuanto a los nombres, siguen estando los de los adjuntos encima de la mesa. Pero si durante las últimas semanas se escuchaba más el de Miguel Barrachina –quien mantiene buena relación con Mazón–, durante estos días adquiere más fuerza el de María José Catalá, que además pasará a ser 'número dos' (secretaria general) del PPCV. Ella misma no se descarta para el puesto, aunque desde su entorno remarcan que "no hay nada decidido".