VALÈNCIA. Las réplicas del terremoto acontecido en el PSOE tras la contundente victoria de Pedro Sánchez amenazan con resonar en los próximos días en el territorio nacional, pero también con especial intensidad en la Comunitat Valenciana, donde el candidato madrileño consiguió una incontestable victoria sobre la andaluza Susana Díaz pese al respaldo público del presidente de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig.
Así, este miércoles tendrán lugar las asambleas locales para la elección de representantes que este fin de semana participarán en los llamados 'congresillos' provinciales en los que deben designarse a los delegados que acudirán al congreso federal del PSOE que se celebrará en junio.
Tal y como ha venido informando este diario, las citas de esta semana son un nuevo obstáculo para Puig, que vio este domingo cómo Sánchez y los suyos lograban una apabullante victoria en las tres provincias, con un balance autonómico del 63% de los votos, por un 28,2% para Díaz y un 8,7% para Patxi López. Un resultado que deja al líder del PSPV en una posición nada halagüeña de cara a tratar de jugarse de nuevo en votación interna quiénes deben ser los delegados que acudan a Madrid para la cita congresual.
Cabe recordar que el proceso de esta semana se dirime en tres 'congresillos' provinciales para los que se pueden presentar en cada uno distintas listas o una única candidatura. Así, si hay varias opciones, la que obtiene mayor número de votos obtiene la mitad de las plazas más una mientras que el resto logra puestos en función de su resultado siempre que consiga un mínimo del 20% del respaldo. En el pasado congreso federal, en 2012, el propio secretario general del PSPV, Jorge Alarte, encabezó una lista que fue derrotada por la candidatura que lideraba José Manuel Orengo, afín a Ximo Puig, en lo que supuso la primera señal de lo que ocurriría pocos meses después en el congreso nacional de Alicante, donde el ahora líder del PSPV vencería al exalcalde de Alaquàs.
Ante esta situación, la situación es complicada para Puig. Fuentes del sector 'sanchista' que en la Comunitat encabezan dirigentes como José Luis Ábalos y Andrés Perelló, aseguran que están dispuestos a "dialogar". "Los teléfonos están encendidos", comentaba un miembro de este equipo para recalcar que estaban abiertos a la negociación.
Ahora bien, otras fuentes 'sanchistas' señalaron a este diario que abrir conversaciones con el entorno de Puig sobre la elección de delegados para una candidatura única no estaba reñido con respetar los resultados acontecidos en las primarias, una propuesta que según medios nacionales se estaba produciendo en otras federaciones.
Así, la idea consistiría en que los porcentajes logrados en ese proceso se tradujeran de alguna manera en la designación de representantes: según esto, y haciendo una extrapolación, vendría a significar que de cada diez delegados seis serían para los 'sanchistas', tres para los 'susanistas' y uno para los seguidores de Patxi López. En 2012, al PSPV le correspondieron 48 representantes en el congreso federal. Unas cifras que desde este sector están convencidos de mantener en las citadas asambleas locales.
Un punto de salida que, indudablemente, sería duro para Puig y los suyos, que se verían en la dicotomía de asumir su inferioridad y aceptar una baja representación o tratar de buscar alianzas y enfrentarse a una votación. Ahora bien, si el presidente de la Generalitat y líder del PSPV encabezara una lista que fuera derrotada -tal y como le ocurrió a Alarte- sería otro fuerte varapalo orgánico en menos de una semana.
Acerca de si en la negociación se incluiría permitir que Puig encabezara la lista para la delegación en la provincia de Valencia a cambio de que los 'sanchistas' lideraran Alicante y Castellón, las fuentes consultadas no se pronunciaron y emplazaron primero a que se celebren las asambleas locales y que tengan lugar las conversaciones que, a buen seguro, se intensificarán en las próximas horas.
Puig pide "cohesión" para el cónclave
Por su parte, Puig, interrogado sobre si apuesta por una lista única consideró que sería "importante" que hubiera "la mayor cohesión" entre los socialistas valencianos para los procesos que vienen. "Creo que sería muy positivo y que en ese ámbito de confianza y de credibilidad debemos trabajar", afirmó.
Ábalos se desmarca de una "bicefalia"
Por otro lado, el secretario general provincial de Valencia y afín a Sánchez, José Luis Ábalos, desvinculó este lunes el resultado de la situación en la Comunitat Valenciana y aseguró que, a su juicio, "nadie tiene que sufrir ningún tipo de consecuencia por la posición que tome", en referencia al apoyo de Puig a Díaz.
Además, también descartó que pueda existir una bicefalia porque este ha sido un proceso democrático aceptado por todos y todos deben asumir las consecuencias.