VALÈNCIA. Los miembros del Consejo Rector afrontaron este jueves una de las tareas más difíciles y sustanciales para reabrir la nueva radiotelevisión valenciana desde que tomaran posesión: elegir al director general de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC). Una decisión nada baladí para la que se buscaba al mejor candidato. Un profesional de consenso, con un gran proyecto, numerosos méritos y currículum de largo recorrido. Costó -el sistema de elección se prestaba al espectáculo-, pero al final hubo acuerdo: seis de los nueve integrantes del órgano directivo, el mínimo exigido, elegían a la periodista y filóloga Empar Marco como directora del futuro ente.
Después de realizar las tres entrevistas por la mañana, la tarde quedó para deliberar. Un cónclave, cuya duración superó las nueve horas, en el que se realizaron hasta media tarde siete votaciones sin que de ellas surgiera un nombre por mayoría de tres quintos, como exige la ley. Las continuas fumatas negras obligaban a los consejeros a tomarse un respiro a las 18.00 horas con el fin de retomar la encalladas votaciones tres horas después.
Un receso tras el que los planes que tiene Empar Marco para la futura Corporació inclinaron finalmente la balanza. Crear un canal de televisión, dos de radio y una web, además de obligar a que la industria audiovisual que la CVMC contrate se comprometa a no emitir telebasura y cualquier tipo de manipulación o trato denigrante a las personas, son algunas de las líneas estratégicas que fija en su proyecto y que el pasado domingo le hicieron remontar hasta el primer puesto de la lista.
Aunque por lo que respecta a la estructura, Marco no detalla una dimensión de plantilla concreta, sí apunta a que ésta se adaptará a las condiciones presupuestarias. De esta manera, apuesta por una redacción única ubicada en Burjassot y con distintas sedes -Alicante y Castellón- en las que los periodistas deberán buscar las sinergias necesarias para hacer compatible el lenguaje específico de cada medio.
Por otra parte, el proyecto también apuesta por la creación de un club infantil y la elaboración de programas audiovisuales con la complicidad del mundo educativo para estimular el sentimiento de pertinencia e identificación "de los más pequeños" con sus medios de comunicación públicos.
¿Y cuánto habrá que esperar para que arranque? La periodista estima que, si se cumple el cronograma que propone, la situación no se demore más de seis meses para iniciar una programación básica. Esto sería septiembre de 2017.
La jornada comenzó a las 10:30 de la mañana. El Consejo Rector había convocado a los tres finalistas para dirigir el ente con intervalos de una hora para realizar las entrevistas personales. La primera en enfrentarse al jurado era Marco, a la que siguió posteriormente Josep Ramón Lluch y luego Salvador Enguix. Aunque las previsiones marcaban las 17.00 como hora límite para conocer al elegido o elegida, la falta de acuerdo entre los nueve consejeros retrasó la elección.
Hasta nueve votaciones se produjeron finalmente, las siete primeras antes de las 18.00 de la tarde. En las tres primeras rondas, el Consejo se dividió de forma ecuánime: cada candidato conseguía el apoyo de tres consejeros y el empate obligaba a repetir una y otra vez la votación.
Los resultados, sin embargo, viraron en la cuarta tanda y Marco conseguía adelantarse a sus compañeros reuniendo cuatro respaldos. Mientras, Lluch obtenía tres apoyos y Enguix se quedaba con dos, momento tras el que se decidió centrar la pugna entre los dos primeros para alcanzar un acuerdo que parecía no llegar y que se esperaba con expectación desde fuera.
Desde que Enguix salía de la terna, las votaciones se enrocaron. Hasta en cuatro ocasiones los otros dos aspirantes se repartían cuatro apoyos; el noveno consejero se abstuvo hasta el final. Incluso después de tres horas de descanso, la primera votación se hacía en el mismo sentido. El 4-4-1 amenazaba, pasadas las 21.00 horas, con dejar los comicios en empate y que fuese el presidente del Consejo Rector, Enrique Soriano, quien asumiera las funciones de director general hasta que se retomase el proceso.
Pero no fue necesario. A la novena fue la vencida y Marco, quien había obtenido el primer lugar en la suma de las distintas valoraciones, se hacía con el respaldo de seis de los nueve consejeros: Los propuestos por UGT (1), Podemos (1), Compromís (2) y PSPV (2), según informaron fuentes del Consejo a Valencia Plaza. Lluch tan sólo conseguía retener un apoyo de uno de los consejeros propuestos por Ciudadanos y los otros dos miembros del órgano directivo -uno propuesto por C's y otro por el PP- decidían abstenerse.
Tal y como marca la ley, ahora Marco ocupará el puesto de directora general, al menos, por un período de tres años contados desde su toma de posesión ante el Consejo Rector. "Agotado el mandato, continuará en sus funciones hasta el nombramiento de la nueva Dirección General", señala el artículo 22.3 de la norma.
En su equipo de trabajo, tal y como los candidatos debían definir en sus candidaturas, la corresponsal de TV3 en la Comunitat Valenciana contará con Esperança Camps, periodista que trabajó en la antigua Canal 9 y exconsellera de Transparencia, Participación y Cultura en el Gobierno balear.
Entre las funciones de Marco estará la de proponer el nombramiento y cese del personal directivo de las sociedades dependientes de la CVMC; decidir sobre los contenidos, ordenar la programación de las emisiones de la televisión, radio y servicios en línea; asistir con voz, pero sin voto, a las reuniones del Consejo Rector cuando sea requerido o ejecutar las decisiones de contratación acordadas por los nueve consejeros.