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análisis

Los microchips siguen siendo una oportunidad atractiva

11/04/2019 - 

MADRID. Tras varios años de sólido crecimiento de los ingresos y de fuerte demanda de chips, el sector de los semiconductores refleja actualmente su naturaleza cíclica. La ralentización del crecimiento de la economía mundial, las tensiones comerciales y la madurez del mercado de los smartphones están contribuyendo a las débiles perspectivas a corto plazo que presentan los diseñadores y fabricantes de chips.
 
La desaceleración del sector, que se hizo evidente en la segunda mitad de 2018, era algo totalmente predecible. Se produjo tras dos años de rápido crecimiento, impulsado por la creciente demanda de chips por parte de gigantes tecnológicos como Amazon, Google, Facebook y Microsoft. Sin embargo, y en mi opinión, esta desaceleración no debe constituir motivo de alarma.
 
Los semiconductores constituyen la base de la innovación tecnológica, lo que me lleva a ser muy optimista en lo que respecta a las perspectivas a largo plazo del sector. En mi opinión, la ralentización actual será menos grave de lo que predicen muchos de los observadores del sector, y lo más probable es que en los próximos años vuelvan a registrarse unos niveles moderados de crecimiento, en torno al 5%.


Ya empezamos a ver ciertos signos de cambio de tendencia, ya que las compañías de semiconductores han subido después de haber registrado un cuarto trimestre bastante difícil. La semana pasada, Micron Technology anunció un posible incremento de los precios de los chips de memoria debido al aumento de la demanda procedente de los centros de datos, que presentan una fuerte tendencia hacia la computación en la nube. 

A continuación ofrecemos cuatro razones por las que pensamos que el sector de los semiconductores continúa ofreciendo atractivas oportunidades de inversión, a pesar de la volatilidad registrada en los últimos meses:

  • El internet de las cosas sigue adelante. Si bien es cierto que la demanda procedente de los fabricantes de smartphones como Apple y Samsung parece estar desacelerándose, otras compañías del sector continúan incrementando la capacidad tecnológica de sus propios productos. Por ejemplo, hoy en día podemos encontrar más de 30 chips en un coche normal y a veces más de 100 cuando se trata de vehículos de lujo. En el sector de los dispositivos médicos la progresión ha sido más lenta a causa de factores normativos, pero el potencial de crecimiento es importante, especialmente en el campo de la cirugía robótica. El uso de productos de consumo conectados a internet también se ha generalizado. Con solo tocar un botón, podemos controlarlo todo desde un dispositivo Android o iPhone, desde los sistemas de seguridad a los aspersores del jardín. Los frigoríficos pueden realizar pedidos online antes siquiera de que nos demos cuenta de que nos hace falta leche. Todos estos productos requieren unos chips más pequeños y más especializados. El «internet de las cosas» es una tendencia que podría acelerarse en los próximos años.
  • Se acerca la revolución 5G. Podría parecernos que la transición hacia la quinta generación (5G) de conectividad móvil, que ya se está produciendo, no es más que un cambio evolutivo. Sin embargo, en mi opinión, va a dar lugar a avances tecnológicos revolucionarios. Se eliminarán la mayor parte de los límites que impone la tecnología 4G, principalmente la latencia provocada por la menor velocidad. Los dispositivos podrán «hablar» entre ellos de forma prácticamente instantánea. Cuando en los próximos años se generalice el uso de la tecnología 5G aparecerán nuevos modelos de negocio que antes no existían debido a las limitaciones tecnológicas, y los actuales gigantes tecnológicos como los buscadores de internet, las redes sociales y el comercio electrónico adquirirán mayor presencia en nuestra vida diaria. Las aplicaciones de inteligencia artificial y los dispositivos de realidad virtual proliferarán en un entorno así, y necesitarán chips avanzados que permitan impulsar la innovación.

  • La consolidación del sector favorece la aparición de compañías dominantes. El sector de los semiconductores, que incluye a fabricantes de chips, diseñadores, productores y fabricantes de equipos de chips, es un sector de referencia en el proceso de globalización y, como tal, se ha visto recientemente sometido a las mismas presiones de consolidación que muchos otros sectores globales y altamente competitivos.  Los procesos de fusión y adquisición han redefinido el sector, tal y como ha puesto de manifiesto la megafusión entre Avago y Broadcom por valor de 37.000 millones de dólares. Por ejemplo, en 2003 había 25 compañías dedicadas a la fabricación de chips lógicos. En la actualidad, tras la oleada de fusiones y adquisiciones y algunas salidas, el negocio está dominado por tres compañías: el gigante estadounidense Intel, la compañía surcoreana Samsung y Taiwan Semiconductor. En ciertas áreas del sector encontramos un único proveedor, como el fabricante neerlandés de equipos de chips ASML. Su maquinaria de luz ultravioleta extrema para aplicaciones de litografía se emplea para producir los chips más avanzados del mundo y cuesta más de 100 millones de dólares. Esta tendencia de consolidación ha contribuido a mejorar la rentabilidad y a posicionar al resto de compañías para un entorno competitivo más favorable en los próximos años.
  • Los fabricantes de chips continúan mostrando un gran dinamismo. Sí, el sector de los semiconductores está en proceso de madurez. Los días de crecimiento exagerado están dando paso a un crecimiento moderado e incluso lento en ocasiones. Pero el impacto financiero y tecnológico del sector sigue siendo de gran magnitud. Según la Asociación del Sector de los Semiconductores, en 2018 las compañías del sector generaron unas ventas globales por valor de 468.800 millones de dólares, un aumento del 13,7% con respecto al año anterior. Durante la segunda mitad del año el mercado registró una notable desaceleración, pero aun así fue un año récord de ventas. Los semiconductores continúan impulsando el resurgimiento tecnológico que ha caracterizado el periodo posterior a la crisis financiera. En mi opinión, son varios los factores que pueden impulsar al sector, especialmente la llegada de la tecnología 5G y la creciente cantidad de dispositivos conectados en todo el mundo, lo que podría favorecer a aquellos inversores con una perspectiva a largo plazo.

Isaac Sudit es analista de inversión en renta variable de Capital Group

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