MADRID (EP). Los bajistas han vuelto a elevar su presión sobre Bankia, hasta registrar un nuevo máximo histórico del 5,2%, según consta en los registros oficiales de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En concreto, las posiciones cortas se han incrementado en la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri en 0,34 puntos porcentuales, desde el 4,86% anterior, hasta el 5,2% actual, un nivel muy por encima del resto del sector bancario, del que AQR Capital Management posee el 1,59%, BlackRock el 0,5% y Marshall, que ostenta el 0,41%.
Las posiciones cortas también han ascendido en BBVA, Banco Sabadell y Bankinter. En la entidad presidida por Francisco González han alcanzado el 0,76%, su mayor nivel desde el pasado 16 de febrero; en el banco dirigido por Josep Oliu representan ya el 1,66% del capital, igualando niveles de octubre de 2017; mientras que en la entidad cuyo máximo responsable es Pedro Guerrero los bajistas han elevado su participación al 0,69%, máximos de hace dos meses.
Por su parte, los bajistas han aflojado su presión sobre CaixaBank, alejándose del máximo anual del 0,41% anotado en la anterior notificación. La entidad presidida por Jordi Gual ha sido la única sobre la que se ha reducido la presión, hasta situarla en el 0,2%, mínimos de principios de diciembre de 2015. Solamente se han mantenido sin cambios en Banco Santander, entidad en la que se sitúan en el 0,2% desde el pasado 11 de mayo.
El supervisor de los mercados españoles exige desde 2010 que se le comunique toda posición corta sobre cualquier empresa cotizada española que exceda al 0,2% del capital social y hace públicas las que superen el 0,5% del capital.
La toma de posiciones cortas es una operativa bursátil que utilizan los inversores cuando prevén que el mercado va a bajar o está sujeto a mucha volatilidad. En líneas generales, consiste en pedir prestadas acciones de una entidad a cambio de un alquiler con la intención de venderlas y posteriormente recomprarlas más baratas.
En agosto de 2011, en el marco de la crisis financiera, la CNMV prohibió la toma de posiciones cortas sobre valores del sector financiero con objeto de atajar la extrema volatilidad que atravesaban los mercados. Este veto se extendió hasta febrero de 2012.