ALICANTE. Onroad acaba de anunciar su implantación en Alicante, una provincia estratégica para su desarrollo, donde actualmente ya imparte clases prácticas y puede presentar alumnos a examen. La compañía, que actualmente está formando a más de 200 alumnos en la provincia para el examen teórico, tiene como objetivo para 2021 alcanzar los 2.000 alumnos en la región y contratar con al menos 10 profesores.
La compañía considera que con este anuncio, marca una nueva etapa en el crecimiento de la autoescuela digital que anunció el pasado 22 de abril haber conseguido una ronda de financiación de 100 millones de euros liderada por KKR, la mayor inversión realizada en el sector de la educación vial en Europa hasta la fecha. La crisis provocada por la Covid-19 ha impulsado la transformación digital en diferentes sectores y ha marcado un punto de inflexión en la evolución de los sistemas de enseñanza tradicionales, lo que ha posicionado a la educación vial digital como la gran alternativa para la obtención del carné de conducir, si atendemos a los datos de matrículas en autoescuelas digitales que sumaron unos 50.000 alumnos para el examen teórico en 2020.
“La entrada de Onroad en Alicante, tras el desarrollo de nuestra oferta en Valencia el año pasado, se produce en respuesta a la creciente demanda social de digitalización por parte de los jóvenes, en gran medida como solución a las dificultades que encuentran actualmente para acceder al carné de conducir. Queremos revolucionar el sector desde dentro y seguiremos trabajando para mejorar la experiencia de los alumnos en todo el territorio nacional”, señala Marco Civolani, director general de Onroad para España.
Según datos de la Dirección General de Tráfico, en España hay más de dos millones de personas a la espera de examen para obtener el permiso de conducir en alguna de las categorías posibles, lo que está provocando una situación de tensión en los centros de exámenes por falta de capacidad. En la provincia de Alicante, una de las más afectadas por los retos y obstáculos que impone la pandemia para matricularse o presentarse al examen de conducir, hay actualmente 18.000 alumnos a la espera para poder examinarse del carné de conducir, aproximadamente.
En las últimas semanas, las autoescuelas tradicionales de la provincia se han manifestado en contra del colapso de los centros de exámenes y en contra del sistema CAPA, instaurado por la DGT, que atribuye un cupo de plazas de examen por autoescuela en función del volumen de alumnos con el teórico aprobado y el porcentaje de aprobados de la autoescuela en el examen práctico. “Más allá de la crisis sanitaria y de la falta de examinadores, el colapso del sector radica en una falta de eficiencia en el uso de los recursos por parte de las autoescuelas tradicionales. Con una tasa de aprobados para la parte práctica que no supera el 44% en los últimos cinco años, el sistema se ha demostrado fallido,” apunta Miguel González-Gallarza, Chief Advisor Officer de Onroad y portavoz de la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD), que también ha afirmado que “la propuesta de ampliar la plantilla de examinadores defendida por las autoescuelas tradicionales es necesaria, pero solo es una solución coyuntural. El problema es el que modelo propuesto por las autoescuelas tradicionales está articulado para que el examen se repita porque un alumno que se presenta varias veces es más rentable. Las autoescuelas debemos dar un paso adelante en la digitalización y ser capaces de predecir con datos el volumen de demanda de plazas de examen, incluso entre distintas provincias”.
