PETRER. Les falles de la nit de Reis y les danses de les Carasses, dos de las tradiciones más arraigadas, longevas y con valor patrimonial de Petrer, ya son Bien Inmaterial de Relevancia Local, un reconocimiento concedido por la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana.
El concejal de Cultura y Patrimonio, Fernando Portillo, ha recordado que fue aproximadamente hace año y medio cuando se inició la tramitación con la remisión a la Conselleria de un informe en el que se explicaban las características de ambas tradiciones. “Por fin hoy se han hecho realidad”, ha exclamado. Por su parte, la edil de Fiestas, Ana Tortosa, ha calificado la noticia como “una celebración, pues es algo muy positivo para Petrer y para la continuidad de las tradiciones”.
Portillo ha precisado que esta declaración “supone un reconocimiento a estas dos festividades que no organiza ningún colectivo en particular, sino que nacen de la espontaneidad de los vecinos y las vecinas; dos festividades que han pasado por épocas muy complicadas”. El concejal no ha querido olvidarse, con palabras de agradecimiento, de “mucha gente que lleva peleando durante muchos años por mantener estas tradiciones, como Vicent El Dele, Reme Vera, Reme Millá o la Colla El Terròs”.
Este reconocimiento conlleva, según el equipo de gobierno, el esfuerzo y el compromiso del Ayuntamiento para continuar promocionando, fomentando y conservando estas tradiciones que, tal y como ha recordado Fernando Tendero, director del Museo Dámaso Navarro, vienen celebrándose en Petrer desde finales del siglo XIX.
En la tarde-noche del 5 de enero, los niños y las niñas del municipio hacen ruido y llaman la atención de los Reyes Magos con las llamadas fallas, unas antorchas de esparto tierno y “avell” (esparto seco) que se encienden y se ruedan, de modo que forman círculos de fuego hasta apagarse. La finalidad es que sirvan de reclamo para orientar a Sus Majestades de Oriente hacia Petrer.
El director del Museo Dámaso Navarro ha precisado, además, que “les falles de la nit de Reis fueron traídas, posiblemente, por las familias que vinieron desde la Foia de Castalla y de algunos pueblos próximos de la montaña alicantina a repoblar Petrer después de la expulsión de los moriscos, a partir de 1611, según la hipótesis del investigador Vicent Tomás i Navarro”.
Históricamente, el 5 de enero, niñas y niños tenían que indicar a los Reyes Magos dónde estaba la villa de Petrer para que no pasaran de largo con los regalos, y para ello utilizaban sartenes, tapaderas y otras piezas del menaje de la cocina que, unidas, eran arrastradas para hacer ruido. También recurrían a caracolas marinas con las que llamar a los reyes soplando en ellas, pero, sobre todo, a las fallas.
Les danses de les Carasses de Petrer, que se celebran después de las fiestas patronales en honor a la Virgen de los Remedios, consisten en la realización de un pasacalles amenizado con música tradicional de “dolçaina” y “tabalet” en el que participan personas enmascaradas y vestidas con trajes y ropajes de décadas anteriores, denominadas “carasses”.
Se trata de un elemento singular de la tradición petrerense con valor cultural e histórico. Según los estudios de Vicent Navarro i Tomás, esta fiesta podría remontarse al siglo XVII, con la repoblación por la expulsión de los moriscos, y la primera referencia documentada data del siglo XIX.