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ciudades invisibles

León en tres actos

29/11/2016 - 

VALENCIA. Visitar una ciudad como quien entra en un teatro. Entender una ciudad como si fuera una obra dramática que puede narrarse en tres actos imprescindibles. Así se puede transitar León, una ciudad que fue capital histórica durante la Edad Media española, para convertirse en la actualidad en un foco de turismo cultural que nada tiene que envidiar a otras capitales artísticas de nuestro país como Málaga, Bilbao o Cuenca.

Acto I: La Pulchra Leonina

El primer acto de esta obra artística llamada León, tendría su epicentro en la llamada Pulchra Leonina, conocida también como la Capilla Sixtina del gótico español. Uno de los leoneses más conocedores del misterio de este templo es el escritor Julio Llamazares. En su libro Las rosas de piedra, el autor hablaba de “entrar en la catedral y recorrerla pausadamente dejándome llevar por su ensoñación y su gran belleza es para mí un rito obligado”. Y algo similar, sin duda, experimenta el viajero cuando se hunde en esta atmósfera mítica de un edificio que antes fue el Hospital de San Marcos y que se localiza en un antiguo campamento romano. Pocos lugares como la Pulchra es capaz de contagiar esa locura que un buen día se le ocurrió a los hombres, esto es, erigir muros más altos y estilizados, y colmarles de vidrio para que la luz de Dios estuviera más al alcance. 

Emulando a Llamazares, vagabundo incansable por las sedes catedralicias de España, conviene entrar en el templo nada más abrirla, ingresando así en “su espacio virgen, en el silencio reposado tras la oscuridad de la noche”. Un lugar como este, en pleno siglo XIII, debió vislumbrarse como un anticipo del paraíso. León, en aquel tiempo, estaba repleto de viviendas levantadas con paja y adobe. En esta ciudad todavía de torcidas calles, todos se sienten orgullosos de su catedral. No en vano, fue el primer edificio de España en ser declarado Monumento Nacional en 1844. Hay una definición de la catedral que habitualmente se asocia a San Juan XXIII cuando era cardenal y patriarca de Venecia. Cuenta la leyenda que en su visita a León en julio de 1954, comentó entusiasmado: “Esta catedral tiene más cristal que piedra, más luz que cristal y más fe que luz”. De entre sus impresionantes detalles, conviene realizar un análisis minucioso de la Portada del Juicio Final, un auténtico cómic remoto que narra todos aquellos males que te podrían suceder si no obedecías a Dios -por ejemplo, hay un demonio metiendo a una mujer desnuda en un puchero gigante-. Un paisaje especialmente estremecedor. Casi tanto como los 1800 metros cuadrado de vidrio empleados en sus paredes interminables. Infinitas. 

Acto II: el MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León)

Si existieran los viajes en el tiempo, nada mejor que trasladarse desde aquel León medieval a este León del S.XXI eminentemente cultural y artístico que tiene su médula en el edificio del MUSAC, obra de los arquitectos Luis M. Mansilla y Emilio Tuñón. Este refugio del arte de vanguardia recuerda también -por su planta- a las formas geométricas de algunos mosaicos romanos. El diseño de estas superficies avivan visiones y puntos de fuga longitudinales, transversales y diagonales. Si la Pulchra fue la primera merecedora de ser Monumento Nacional en 1844, el MUSAC -inaugurado por inaugurado por el Príncipe de Asturias el 1 de Abril del 2005- fue Premio Europeo de Arquitectura Contemporánea recibido en el 2007. 

 

En ese juego espectral e imaginario con la Catedral de León, destacan las similitudes entre ambas fachadas. La del MUSAC está compuesta por más de 3000 vidrios de colores y se inspira, por supuesto, en la vidriera del Halconero de la catedral de León. Casi mil obras de artistas nacionales e internacionales como Anri Sala, Martín Sastre o Pilar Albarracín, pueden apreciarse en este museo extraño pero hermoso al mismo tiempo. Su colección, unida por el tema 'aquí y ahora' juega con la memoria más reciente y propone todo tipo de formas de comunicación, aunque la interactividad sea quizás la más notable. 

Acto III: el día del Watusi o el Bloomsday español

Si tienen oportunidad de visitar León un 15 de agosto, podrán asistir a un evento casi único en España. Se trata de El Día del Watusi, una suerte de Bloomsday español que parte de una obra que se ha convertido de culto, con devotos por todo el país. El escritor catalán Francisco Casavella (Barcelona, 1963-2008) desarrolla su trama en una única jornada, la del 15 de Agosto de 1971. La novela se Casavella se ubica en el año 1995 y hace un flashback único a 1971. Tiene como protagonista a Fernando Atienza, “un arribista más bien cómico y en las últimas, le encargan un Informe Confidencial acerca de uno de esos personajes oscuros que frecuentan indistintamente las páginas de tribunales y los ecos de sociedad de los periódicos”, según cuentan desde la editorial Anagrama.

  

De la misma manera que los ciudadanos de Dublin celebran su Bloomsday el 16 de junio reinterpretando el clásico de Joyce, desde el año 2010, algo similar realizan unos lectores fervorosos de la novela de Casavella. Todo parte de una iniciativa hostelera, pues el dueño del Bar Belmondo (Calle San Lorenzo nº1) es quizás el más devoto 'watusiano'. Le sigue la tienda gourmet Amor Verdadero Queso y Vino (Paseo de la Condesa de Sagasta, 34). En el último año ofrecieron una serie de actividades alrededor del libro verdaderamente fabulosa con actuaciones musicales, lecturas en vivo del libro, gastronomía, etc... Muchos lugareños poco sabían de aquel extraño libro, sin embargo, a fuerza de pasar veranos en León, se han animado a leerlo, con la ilusión de visitar el próximo año un Día de Watusi más especial si cabe. La fiesta se ubica en el Paseo de la Condesa Sagasta, muy cerca del río Bernesga. Allí, los lectores podrán darse un chapuzón tan profundo como el que significa la inmersión absoluta en este libro prodigioso.

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