VALENCIA. Este martes, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, viajaba a Madrid para reunirse con el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, con el fin de analizar las consecuencias que puede tener en la Comunitat Valenciana el Brexit. Y, apenas un día después, los síndicos parlamentarios de PSPV y Compromís han reclamado su correspondiente espacio.
El primero en hacerlo era el socialista Manolo Mata, que este miércoles por la mañana remitía una carta al responsable de la cartera de Exteriores con la intención de mantener un encuentro que permitiera "evaluar la situación de la Comunitat ante el Brexit y trabajar conjuntamente ante la política proteccionista de Trump y sus posibles efectos sobre la economía y las empresas valencianas como la Ford".
De la misma manera, a última hora de la tarde, el portavoz de Compromís en Les Corts, Fran Ferri, trasladaba su intención de solicitar un encuentro con Dastis para llevar a Madrid "una agenda valenciana" que permitiera abordar "aspectos importantes" para la Comunitat en materia internacional y pedir explicaciones ante "la negativa del Gobierno central por cumplir el compromiso de acogida de refugiados adquirido con la Unión Europea". Un asunto que ya solicitaron al president de la Generalitat, Ximo Puig, que trasladara a la Conferencia de Presidentes.
Y es que, como ya sucedía el pasado mes de octubre cuando la síndica popular viajaba a la capital para reunirse con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, mientras el Gobierno del Botànic se encontraba en Madrid para poner en el mapa el conocido problema valenciano, esta cita ha causado malestar en los dos grupos que sustentan el Consell. "Hemos podido comprobar cómo la portavoz del PP, Isabel Bonig, se ha reunido con Dastis en el Ministerio de Exteriores en Madrid volviendo a actuar con la misma actitud desleal hacia el pueblo valenciano que ya exhibió reuniéndose con el ministro Montoro de espaldas a los intereses del Consell", señalaba el portavoz de Compromís.
Por su parte, el síndico del PSPV en Les Corts -además de mostrarse convencido de que este encuentro, tarde o temprano, llegue a producirse- afeaba que se hubiese recibido antes a la líder de la oposición que a los portavoces de los grupos que forman el Gobierno valenciano: "De la misma manera que ha atendido a la portavoz de la oposición, no tendrá inconveniente en recibir al grupo que sustenta al Gobierno para despachar sobre asuntos internacionales que afectan a los valencianos", manifestaba.
De haberse tratado de una reunión de partido -como la que ese mismo martes por la mañana Bonig mantenía con la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría en la nueva sede del PP valenciano-, fuentes de Compromís indican que quizá no habrían solicitado un recibimiento. No obstante, "Bonig ha ido en calidad de portavoz del grupo parlamentario. No ha acudido a Génova, sino al Ministerio", señalaban en declaraciones a este diario. "Reclamamos al ministro de Exteriores el mismo trato que le ha dado al PP valenciano. Siguiendo las mínimas normas de lealtad institucional el ministro debe escuchar al resto de los representantes del pueblo valenciano", añadían en un comunicado.
En caso de producirse este encuentro, los socialistas y Compromís ya tienen una agenda de los ítems que quieren llevar a Madrid. Iniciativas socialistas que van desde saber qué va a pasar con las tarjetas de residentes concedidas por el Gobierno de España a ciudadanos extracomunitarios por la compra de inmuebles en la Comunitat hasta proponer que la la autonomía se convierta en la nueva sede de instituciones financieras y europeas "que actualmente se encuentra en la City y que ya han mostrado su intención de abandonar Inglaterra".
"Nuestra Comunitat tiene mucho potencial y podemos ser anfitriones de instituciones tan importantes como la Agencia Europea del Medicamento, que ya ha anunciado su retirada de Londres y que podría ubicarse con todas las garantías como la OAMI de Alicante", declaraba Mata.
Compromís además pretende tratar materias que también son importantes para la Comunitat como "la forma de trasladar la voz de las comunidades autónomas a Europa y defender los intereses de la economía valenciana en las negociaciones internacionales".