VALÈNCIA. ¿Quiénes representan a las personas transexuales en las pasarelas? ¿Y dónde quedan aquellos que tienen los rasgos muy marcados? Pero si vamos incluso más allá, ¿algún día podrán ponerse delante de las cámaras -sin que sea por una noticia del telediario- los inmigrantes sin papeles? ¿Y las personas sin hogar? La moda está mutando porque la sociedad está luchando para que así sea. La búsqueda de la belleza siempre ha ido acompañada por una estrechez de miras que han condicionado nuestro imaginario. Sin embargo, la necesidad por sentirnos representados ante las imágenes que vemos, está empezando a poner en jaque a una industria siempre lastrada por el canon, la norma y el prejuicio. En efecto, son cada vez más las modelos "atípicas" que copan los focos del escaparate, entre ellas Aimee Mullins, Maeva Marshall, Winnie Harlow o Andreja Pejic. Todas, mujeres que esquivan las medidas perfectas y enseñan rostros con manchas o imperfecciones, para convertir su acción en ejemplo ante la diferencia.
La imperfección está arrastrando, del mismo modo, a las propias tiendas de ropa a adoptar un catálogo más amplio que de cabida a todo tipo de cuerpos, entre ellas se hayan la firma estadounidense Forever 21 con su sección 'Plus + Curve', o franquicias como Mango que también han apostado por aumentar su tallaje. Pero, ¿qué ocurre con los principales encargados de marcar los cánones de belleza? En València parece haber opción para adoptar, de una vez por todas, un cambio consecuente gracias al nacimiento de una nueva agencia de modelaje que dice cobijar a toda una sociedad en riesgo de exclusión. "Somos Vonito, ese error para algunos que para otros implica una profunda carga de belleza".
Vonito ha sido fundada y es dirigida por el exmodelo y director creativo de diferentes marcas del sector, José Vidal, quien desde València quiere empoderar un cambio con el que la industria se ponga a la altura de los movimientos por los derechos y libertades sociales que asume nuestro siglo. "Somos espacio para comunidades que siempre acaban siendo marginadas en la pasarela como pueden ser la gitana, la marroqui o la china, así como para personas de género fluido". Así mismo, la empresa acerca su mano incluso a internos en tercer grado penitenciario por tal de reinsertarlos en la sociedad y ampliar las posibilidades a las que suelen tener acceso. "Uno de nuestros modelos ha podido obtener la pulsera telemática gracias al contrato que le he hecho", cuenta Vidal a Cultur Plaza. Pero además la agencia valenciana ayuda a asociaciones que amparan a inmigrantes sin papeles y colabora, a su vez, con Cruz Roja o con la Fundación Amigó, centrada en ayudar a menores.
Después de trabajar durante varios años como modelo, José Vidal quiso dejar atrás un mundo que no duda en definir como "frío, superficial y exclusivo". Crear Vonito ha sido pues una forma de romper con los antiguos estamentos para reafirmarse en los suyos propios. "Me parece vergonzoso que todavía en este siglo se obligue a niñas a estar en una medidas 'perfectas' que no representan para nada la realidad. Creamos a modelos enfermos que viven para trabajar en estas industrias, y lo peor de todo es que transmitimos este estado de salud como forma de vida y como ejemplo", manifiesta Vidal. El experto en moda detalla además todo tipo de vejaciones que las jóvenes llevan a cabo por tal de cumplir unos índices de masa corporal que ni por asomo alcanzan. "Una mujer sana tiene curvas, pero si no es así, será porque su morfología le hace estar delgada. Debemos fomentar que cada personas se quiera tal cual es", añade.
Vonito empezó su andadura en abril de este mismo año y desde entonces han pasado por sus manos hasta 30 modelos de estilos variopintos. Según nos cuenta su director creativo la selección siempre se basa en la personalidad de sus aspirantes: "Mientras tengas aptitudes suficientes para la industria me sobra, no necesito nada más. Las reglas del juego están cambiando y la moda ya no solo pide caras bonitas. En la publicidad, por ejemplo, es super evidente que ya no se quieren maniquíes, se piden caras curiosas y especiales, que realmente te digan algo y empaticen con el cliente final". Igualmente desde la agencia nunca prima la experiencia, de hecho su servicio se complementa con formación para obtener las herramientas necesarias frente las exigencias del sector. A lo que añaden además "un servio integral" de construcción y asesoramiento de imagen personal, así como de creación de contenido y gestión de redes sociales. José Vidal sabe que su ambición no es cualquier cosa y requiere de mucho "esfuerzo y paciencia", pero aún así el ex modelo tiene claro que su agencia, funcione o no, responde a las demandas de un público históricamente simplificado que quiere mostrarse.