Las vacaciones de Fallas para 250.000 personas complican la reducción de las restricciones

VALÈNCIA. Las Fallas no podrán celebrarse tampoco este año debido a la pervivencia de la pandemia. El aplazamiento se conoce desde hace meses pero no conllevó una modificación del calendario de días festivos vigente. Es ahora cuando se ha planteado la cuestión que se ha tornado especialmente espinosa en el ámbito escolar -donde esta decisión depende de los consejos municipales- y universitario.

En Presidencia de la Generalitat existe preocupación sobre cómo puede afectar este cambio a las tareas de contención de la pandemia: no es lo mismo tener a cientos de miles de alumnos y docentes en las aulas con normalidad y bajo las medidas preventivas establecidas, que tenerlos de vacaciones a las puertas de la primavera -con el 'caloret' faller- y con un clima en cierta medida festivo. Al menos así lo piensan desde el Palau, más aún cuando deben decidir la próxima semana si rebajan las restricciones a partir del lunes día 15 con medidas como, por ejemplo, permitir servir en el interior de bares y restaurantes.

En este sentido, la revisión de las medidas -se da por hecho que las fijadas continuarán una semana más- debería debatirse el día 11 de marzo, a las puertas de la semana con varios días no lectivos. 

Así, en València ciudad el Consejo Escolar Municipal debe decidir este jueves si mantiene como no lectivos los días 16, 17 y 18 (martes a jueves), que se sumarían al día de San José, festivo en la Comunitat Valenciana. Ya han tomado una decisión en la Univesitat de València (UV), que mantiene el calendario académico establecido -vacaciones toda la semana, del 15 al 19-, al igual que la Universitat Politècnica de València (UPV), donde el calendario establecía como no lectivos el 17 y 18 de marzo.

Esto implica que, si el Consejo Escolar Municipal decide mantener el calendario y no seguir la recomendación de Ximo Puig y de la Conselleria de Sanidad, solo en la ciudad de València estarían de vacaciones más de 130.000 alumnos desde Educación Infantil hasta Bachillerato junto a Grados Medios y Superiores de ciclos formativos, además de 10.500 profesores en este ámbito. Una cifra a la que hay que añadir a unos 48.000 alumnos y 4.500 profesores de la UV, 26.600 alumnos y 2.600 profesores de la UPV, 12.000 alumnos de la Universidad Católica -tienen fijado como libre el día 18- y otros 9.000 del CEU-Cardenal Herrera, que tiene toda la semana como no lectiva según su calendario académico, más el profesorado de ambas. 

En total, y contando otro personal vinculado a los centros docentes, unos 250.000 valencianos que dispondrán de uno o varios días de vacaciones en la misma semana donde se prevé que se relajen las restricciones. Una situación que causa preocupación en el Consell por temor a que se incremente el contacto social, especialmente en reuniones en domicilios pero también en el interior -si es que se permite su apertura- de bares y restaurantes, y que también puede influir en la decisión de apertura de centros deportivos como los gimnasios y otros espacios, desde donde vienen reivindicando luz verde para ponerse en marcha.

Además, y poniendo el foco en las Fallas, esta circunstancia también se extiende a diversos municipios donde se celebran estas fiestas como l'Horta Sud y Nord, Ribera Alta y Baixa o La Safor, donde la mayoría de municipios también había contado con que varios días de esa semana fallera fueran no lectivos. La práctica totalidad de los consejos escolares municipales que ya se han pronunciado han decido mantener las vacaciones. Así lo decidía, por ejemplo, el de Gandia este miércoles.

Con este escenario, el propio jefe del Consell, Ximo Puig, trasladó esta posición la pasada semana en su comparecencia tras la reunión de la Comisión Interdepartamental contra la covid-19, recomendando que se establecieran como lectivos los citados días festivos programados para las Fallas o la Magdalena de Castellón, que se celebra la semana que viene. Allí, el Consejo Escolar Municipal también ha decidido mantener las vacaciones. 

"No parece que tenga sentido mantenerlos puesto que no debe haber ningún elemento que genere una atmósfera en torno a la fiesta que acabe siendo fiesta y produciendo más contagios", comentó Puig, secundado en estas palabras por la consellera de Sanidad y compañera en el PSPV, Ana Barceló. Una postura que referentes de Compromís, como la vicepresidenta del Ejecutivo, Mónica Oltra, y el alcalde de València, Joan Ribó, han secundado posteriormente.

No obstante, el problema, y así lo recalcan fuentes de la Conselleria de Educación liderada por Vicent Marzà, también de Compromís, es que esta cuestión depende exclusivamente de los Consejos Escolares Municipales, que en su gran mayoría tenían decididos desde hace meses los entre tres y cuatro días -según localidad- no lectivos que pueden escoger. Existe la posibilidad de celebrar reuniones extraordinarias de estos órganos para modificar los festivos, pero el poco margen de tiempo para modificar el calendario planificado ha provocado el rechazo de colectivos, especialmente del profesorado. 

Este jueves le toca decidir al Consejo Escolar Municipal de València, que hace un mes dio por bueno el calendario previsto con los tres días no lectivos fijados -16, 17 y 18-, aunque se puso sobre la mesa la posibilidad de trasladar uno o varios días a otros meses. Precisamente, desde la Concejalía de Educación que dirige la socialista Maite Ibáñez se estudiaba en las últimas horas la posibilidad de introducir alguna propuesta intermedia tras la recomendación de Puig, quien preguntado por esto, insistió este miércoles en el mensaje ya lanzado y apeló a la "corresponsabilidad".