VALÈNCIA. Apenas un par de días ha tardado la Conselleria de Sanidad en corregir el fallido decreto publicado el sábado en el que se daba a conocer el Reglamento Orgánico y Funcional (ROF) y que no contenía cambios esenciales que se habían acordado semanas atrás en el departamento que lidera la socialista Ana Barceló.
Así, tal y como avanzó Valencia Plaza, la principal variaciones respecto a la estructura aprobada en 2019 y a la publicada este sábado, radica en el incremento de competencias de peso que ahora pasa a controlar Mónica Almiñana, subsecretaria de Sanidad recientemente nombrada en sustitución de David Fernández.
Almiñana, cuya designación, según fuentes socialistas, fue propuesta por el propio Ximo Puig e incluso, algunos apuntan, avalada por el ministro de Sanidad, Salvador Illa (ambos del PSC), dispondrá ahora de una parte importante de las competencias que colgaban de la Secretaría Autonómica de de Eficiencia y Tecnología Sanitaria que dirige Concha Andrés, en concreto, procedentes de la Dirección General de Régimen Económico ocupada por la también socialista Carmelina Pla.
Así, la nueva estructura establece que Almiñana pasa a asumir las funciones sobre "la gestión económica, presupuestaria y contable, costes y facturación, control de la gestión presupuestaria y económica de las fundaciones y consorcios de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública", competencias hasta ahora integradas en la área anteriormente citada, que ahora pasará a denominarse Dirección General de Alta Tecnología, Inversiones e Infraestructura.
Con este cambio, la subsecretaria se arroga una importante parcela de gestión que incluye, además, la batuta respecto a las liquidaciones relacionadas con las concesiones, como es el caso del Hospital de Torrevieja, que se encuentra en este proceso, paso previo en este caso al inicio de la reversión de este centro, hasta ahora en el marco del 'modelo Alzira' de colaboración público-privada, que debe culminarse dentro de un año.
Almiñana aterrizó en la Generalitat Valenciana en 2015 de la mano de la anterior consellera y posteriormente ministra de Sanidad, Carmen Montón, quien la situó como gerente del Hospital La Fe a través de un polémico concurso que fue impugnado y que el TSJCV anuló en febrero de este año, meses después de que la dirigente socialista ya hubiera dejado el puesto.
Ahora, ha regresado a la sanidad valenciana con un puesto de mayor influencia y, a tenor de lo visto, y según confirman distintas fuentes del Consell y del PSPV, con mando en plaza. La médico, al margen de su trayectoria política como concejal en Sitges y como senadora, posee experiencia en la gestión sanitaria, habiendo sido consejera delegada (2010-2011) del Consorci Sanitari Integral - CatSalut formado por tres hospitales, seis centros de salud, un centro sociosanitario y dos residencias de mayores y, previamente, siendo gerente tres años del área de salud de Barcelona Sud.
El sindicato rechaza participar ahora en movilizaciones sindicales ya que cree que "no es el momento"